At the end of January, the current outbreak of COVID-19 coronavirus disease was declared an important international public health emergency. In Spain, since the government declared the state of alarm on 14 March 2020, doctors responsible for carrying out neurophysiological tests have been performing them without any consensus criterion or clear safety guidelines for doctors, technicians or patients. The following recommendations, based on current knowledge of the disease and therefore liable to change in the future, are proposed when the pandemic appears to have entered a process of decreasing virulence and, with it, the strict containment measures established to date. However, in view of the possibility of a second wave of the pandemic, it seems necessary to establish basic and minimum recommendations to respect the patient's right to appropriate care, similar to that provided prior to the pandemic, and to maintain minimum safety standards for the patients themselves and for the doctors, technicians and health personnel carrying out these tests. These recommendations concern the constitution of a priority based on the reason for consultation, the establishment of calls to check the patient's clinical situation before going to the outpatient department and the rules for carrying out neurophysiological tests, which are generally based on the preservation of hospital circuits, respect for and observation of the known barriers to contagion of this disease, and the use of disposable material. These recommendations are of particular interest, especially given the uncertainty of not knowing the evolution of the SARS-CoV-2 infection in the coming weeks or months.
Title: Recomendaciones sobre estudios neurofisiológicos en tiempos de pandemia de COVID-19.
A finales de enero, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote actual de la enfermedad por coronavirus COVID-19 como emergencia de salud pública de importancia internacional. En España, desde que el 14 de marzo de 2020 el Gobierno decretase el estado de alarma, los médicos encargados de las pruebas neurofisiológicas las hemos estado realizando sin tener un criterio consensuado ni unas pautas adecuadas de seguridad claras para los facultativos, los técnicos ni los pacientes. Las siguientes recomendaciones, basadas en el actual conocimiento de la enfermedad y, por tanto, susceptibles de variaciones en el futuro, se proponen cuando la pandemia parece que ha entrado en un proceso de disminución de la virulencia y, con ello, las medidas estrictas de confinamiento hasta ahora mantenidas; sin embargo, ante la posibilidad de una segunda oleada de rebrotes de la pandemia, parece necesario establecer unas recomendaciones básicas y de mínimos para respetar el derecho del paciente a una atención adecuada, similar a la previa a la pandemia, y mantener unos mínimos de seguridad para los propios pacientes y los médicos, técnicos y personal sanitario que realizan estas pruebas. Se trata de recomendaciones sobre el establecimiento de una prioridad basándose en el motivo de consulta, el establecimiento de llamadas de comprobación de la situación clínica del paciente antes de acudir a la consulta externa y las normas de ejecución de las pruebas neurofisiológicas, que se basan, en general, en la preservación de circuitos hospitalarios, el respeto y el cuidado de las barreras de contagio conocidas de esta enfermedad, y la utilización de material desechable. Estas recomendaciones son de especial interés, sobre todo por la incertidumbre de no saber la evolución de la infección por el SARS-CoV-2 en las próximas semanas o meses.