Mark Hamill habla sobre la extraña y trágica trayectoria de Luke Skywalker

De Padawan a mito.

Luke Skywalker es posiblemente el héroe de ficción más famoso de todos los tiempos. Décadas de películas, libros, juegos y merchandising cimentan esta afirmación, además de su imagen en las mentes de millones. Se ha convertido en un arquetipo moderno, hasta el punto de que la palabra "héroe" nos recuerda inconscientemente su sonrisa, el sable láser y el tacto de su figura de acción.

Presentado como el contrapunto brillante en una galaxia muy lejana, e incluso a los amigos que encuentra por el camino, comienza puro hasta el punto de ser naivé, rebosa de dolor, pero sale fortalecido y sin cambiar un ápice para cuando se enfrenta a sus demonios. Es tan clásico que es casi un cliché.

Y entonces, 30 años después: "Luke Skywalker se ha desvanecido".

"Hay un gran hueco entre el Retorno del Jedi y el Despertar de la Fuerza - tengo que admitir eso," nos cuenta Mark Hamill durante una entrevista. "Dije 'hey, ¿cómo he pasado de ser el personaje más optimista y positivo a este hombre gruñón y suicida que quiere que la gente le deje en paz en su isla?'"

A diferencia de la mayoría de héroes, el viaje de Luke no terminó en su arco de tres actos. En El Despertar de la Fuerza, su historia se ha convertido en un mito corrupto, ausente en un tiempo de necesidad, obligando a que una nueva heroína le busque cuando podría haber hecho más luchando en la guerra.

Los guionistas Abrams y Kasdan tomaron la decisión subversiva (e incluso cruel). Ese salto de décadas nos cuenta que el héroe no acabó consiguiendo las cosas que las historias tradicionales nos dejaban ver que se había ganado: no consiguió a la chica, no consiguió una familia, y la historia de la guerra vuelve a repetirse.

La decisión de Rian Johnson para el episodio VIII va más allá. Luke no solo es una víctima del tiempo de Los Últimos Jedi, sino que rechaza activamente (e incluso agresivamente) el pasado. Por extensión, está haciendo justo lo contrario a lo que los fans esperarían del hombre joven que conocieron en la trilogía original.

Hacer esto a un personaje tan icónico es muy importante - cuanto más grandes son más fuerte caen - y en retrospectiva, puede ser uno de los movimientos más audaces en cuanto a superproducciones se refiere, sin olvidarse de lo polémica que ha resultado ser esta decisión.

La propia confusión de Hamill - el ¿cómo ha llegado Luke ahí?- es una pregunta que aún está pendiente de respuesta en la trilogía secuela. Mientras la iconografía de la Nueva Star Wars se siente familiar, el mayor icono de Star Wars es, de repente, muy diferente.

De hecho, el actor que hace de Luke no está muy seguro, e incluso ha sido crítico, con este giro, y tiene emociones encontradas al respecto. "Fue un cambio radical, pero creo que el hecho de que te saquen de tu zona de confort a veces es bueno. Aunque una parte de mi le dijo a Rian, 'ya sabes, un Jedi no debería rendirse nunca.' Mi concepto del personaje era que incluso aunque me convirtiera en un pequeño tirano, era Una Nueva Esperanza, aunque me sintiera fatal, no me recluiría en una isla y rechazaría el uso de la Fuerza."

Resulta que el plan inicial del Episodio VIII no tenía un giro tan extremo hasta que llegó la versión de Johnson. Discutiendo la escena final de El Despertar de la Fuerza - Rey de pie ante un Luke con gesto impertérrito en Ahch-To - Hamill explica que Abrams quería que ahí se mostrará el poder abrumador que ahora tenía Luke:

"J.J. dijo, 'Oh, por cierto, probablemente ponga varias rocas flotando para monstrar la Fuerza que emana de ti, lo fuerte que eres.' Por eso creo que para VIII la Fuerza iba a salir por cada orificio de mi cuerpo. Ya sabes, levantar la ceja y cargarse AT-ATs como si fueran piezas de dominó. Habría sido muy divertido ser tan poderoso. Además, tampoco habría tenido mucho que hacer. No habrían tenido que enseñarme coreografía para hacer duelos de sables láser. Solo tendría que hacer esto," Hamill señala al otro lado de la habitación, "y dejar que el tipo de efectos especiales hiciera el resto."

 

Cuando El Despertar de la Fuerza se estrenó, estando Los Últimos Jedi en Pre-producción, esa opción estaba fuera de la versión final y del guión - no brotaba fuerza de Mark-. Es quizás esa falta de certeza sobre la creación de la trilogía secuela lo que hizo que Hamill diera su opinión del destino de Luke, particularmente al compararlo con su versión original del personaje.

"Recuerda, George tenía un arco general (en la trilogía original," explica. "No tenía todos los detalles, pero sabía hacia dónde iban los tres personajes. Pero esta vez es más como una carrera de relevos. Corres y pasas la antorcha al siguiente tipo, la coge y sigue. Rian no escribió lo que pasará en Episodio IX - iba a pasar la antorcha originalmente a Colin Trevorrow, pero finalmente será a J.J."

Podéis decir lo que queráis sobre estos "relevos" y cómo han afectado a la serie, pero ha hecho todo mucho más inesperado, y diríamos que interesante, sobre todo para Luke. Cuando quedó claro que Hamill volvería al papel de hace 30 años, no sabíamos que perdería a su sobrino, a su mejor amigo y su vida en dos películas. Y a eso hay que añadir a sus padres, sus padres adoptivos y sus mentores en la anterior trilogía.

Cuanto más nos fijamos, más parece que el Viaje del Héroe se ha convertido en una tragedia - y eso es exactamente en lo que Hamill se basó:

“Es trágico. No soy un actor de método, pero una de las técnicas de un actor de método usaría es usar su experiencia en la vida real para relacionarse con el escenario ficticio en el que está involucrado. Lo único que podía pensar, dado el guión que había leído, era que yo era de la generación Beatles - 'All You Need Is Love'. 'Peace and Love'.

 

"En aquel momento pensé como cuando era un adolescente: 'Cuando estemos en el poder no habrá más guerra, no habrá más discriminación racial, y la marihuana será legal.' He acertado una de las tres. Cuando piensas sobre ello, mi generación ha fallado. El mundo es incuestionablemente peor de lo que era entonces."

Hay algunas preguntas que hacerse al respecto de todo esto, pero revisionar Los Últimos Jedi sabiendo estos sentimientos de Hamill dan al papel un nuevo significado. 'Luke como si fuera fruto del baby boom' no solo se retira de un mundo decepcionante (una galaxia) sino que además hace que su agridulce última decisión sea el centro. Luke envía una proyección de la Fuerza para distraer a Kylo Ren y a la Primera Orden del Asalto. Es el último golpe de un héroe muriendo, además de un vistazo a su pasado.

La primera vez que vimos la película, pensamos que era la primera vez que veíamos al verdadero Luke (al contrario de lo que piensa Mark). Es lo más cercano que el personaje puede estar a aquel niño que fue, tanto en aspecto como en acciones. Dejar que los amigos y la familia que le quedan vivan otro día es la tragedia final - La Nueva Esperanza se convirtió en la Última Resistencia.

En este artículo

Star Wars: Los Últimos Jedi

15 de diciembre de 2017
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