En la mitología romana, las Camenas (en latín, Cămēnae) eran las náyades que habitaban en los manantiales, los pozos y las fuentes cerca de Porta Capena, en Roma. Estas ninfas acuáticas eran sabias y a veces hacían profecías sobre el futuro. No hay constancia de que las Camenas gozaran de un culto público generalizado, sin embargo si debieron ser objeto de cultos oraculares particulares de carácter más bien local en la capilla situada cerca de la fuente de Porta Capena y cuyo bosque aledaño, también estaba consagrado a dichas ninfas.[1]

Aegeria

Se las consideraba dadoras de fertilidad (esto, básicamente por la popularidad del que gozaban las aguas de dicha fuente) razón por la cual se pensaba que eran protectoras de las novias como futuras madres.

Según la tradición, había cuatro Camenas: Carmenta o Carmentis, Egeria, Antevorta y Postvorta. Fueron adoradas en el bosque sagrado conocido como Porta Capena, cerca de Roma. Carmenta era la principal de las ninfas, estando el manantial y la arboleda fuera de Porta Capena dedicados a ella.

En su festividad, la Carmentalia, que se celebraba el 11 y el 15 de enero, las vírgenes vestales sacaban agua de ese manantial para los ritos. Egeria, por su parte, favorecía a Numa, el segundo rey de los romanos, a quien aconsejaba mediante entrevistas secretas dándole la sabiduría con la que expandió e hizo prosperar su reino. Luego de la muerte de Numa, la ninfa languideció y se convirtió en fuente.

Se sabe por el Servio ampliado que a las Camenas se les ofrecían libaciones.[2]​ Se piensa que la ofrenda de leche era lo más usual para cualquier divinidad de las fuentes y manantiales; sin embarbo se sabe que Marcial sacrificaba una cerda virgen en la fuente de su amigo Estela y Horacio (C.III,13) ofrecía un cabrito en la fuente de Bandusia; el mismo Ovidio narra (Fast.III,300) que Numa sacrificó una oveja a la fuente de la que bebían Pico y Fauno, por lo que la ofrenda de leche sería específica para las Camenas[3]

Posteriormente fueron identificadas (erróneamente) con las Musas de la mitología griega, probablemente por su pronunciación parecida a carmen, «canto», siendo en la poesía romana camena sinónimo de musa; pero vale aclarar que la función que desempeñaban las Camenas nada tenía que ver con la inspiración poética. El único nexo que se podría establecer entre las Musas y las Camenas son los manantiales: Las Camenas son náyades que habitaban únicamente en el manantial de Porta Capena, y a las Musas generalmente se las relaciona con diversos manantiales que otorgan inspiración poética. No hay otro nexo que las vincule.

Referencias

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  1. "FLiorentia Iliberritana", revista de estudios de antigüedad clásica (SEPARATA), Nro.15, 2004; pág.306
  2. Buc. VII,21: nam eis non uino, sed aqua et lacte sacrificari solet.
  3. "Florentia Iliberritana", revista de estudios de antigüedad clásica (SEPARATA), Nro.15, 2004; pp.306 y 307.

Véase también

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