Plaza Nueva (Sevilla)

plaza de Sevilla
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La Plaza Nueva es una plaza abierta ubicada en el barrio del Arenal de la ciudad de Sevilla (Andalucía).

Plaza Nueva

Vista general de la plaza Nueva, con el monumento al rey Fernando III en el centro.
Ubicación
País Bandera de España España
Localidad Sevilla, EspañaBandera de España España
Coordenadas 37°23′18″N 5°59′44″O / 37.388469, -5.995581
Características
Otros nombres Plaza de San Francisco (1856-1857)
Plaza de la infanta Isabel (1857-1868)
Plaza de la Libertad (1868-1873)
Plaza de la República (1873)
Plaza de la República Federal (1873-1875)
Plaza de San Fernando (1875-1931)
Plaza de la República (1931-1936)
Fecha denominación Plaza Nueva (desde 1936)
Tipo Plaza
Vías adyacentes Calle Méndez Núñez
Calle Jaén
Calle Tetuán
Calle Granada
Avenida de la Constitución
Calle Joaquín Guichot
Calle Barcelona
Calle Badajoz
Calle Madrid
Calle Bilbao
Historia
Creación 1856

Podría compararse con la típica plaza Mayor que existe en las ciudades españolas. Está presidida por el monumento al rey Fernando III de Castilla, y dentro de las construcciones que se sitúan en ella destaca el edificio principal del Ayuntamiento de Sevilla.

Historia del solar

 
Fachada principal del ayuntamiento de Sevilla hacia la plaza Nueva.

Hasta la Edad Media, los terrenos que forman la actual plaza Nueva formaron parte del cauce de un brazo desaparecido del río Guadalquivir, que partía de una zona próxima a la Barqueta, atravesaba la Alameda de Hércules, la plaza de la Campana, la calle Sierpes, la plaza Nueva y se unía al cauce principal a la altura del barrio del Arenal. A pesar del cerramiento de este cauce, esta zona siguió siendo un área con frecuentes inundaciones, razón por la que era conocida como laguna de la Pajería. También fue camposanto y zona de huertas.

A finales del siglo XIII, una comunidad de franciscanos se instaló en la zona que abarcaba desde la plaza existente a espaldas del ayuntamiento (el nombre de plaza de San Francisco viene de esta comunidad), hasta la calle Zaragoza, cerca del puente de Triana, donde fue erigido el convento de San Francisco el Grande. Desde 1605, dicha zona fue ocupada por otras órdenes religiosas, una de las cuales sigue hoy en día ubicada en el cercano convento de San Buenaventura. Durante la Guerra de la Independencia Española el convento fue parcialmente destruido, y en 1810 fue pasto de las llamas, quedando en tal mal estado que se decidió modificar la zona y acondicionarla como plaza accesible a todo el público. Aun así, en 1813 se intentó abrir la iglesia para, en 1815, iniciar la reconstrucción del edificio conventual completo. Llegado el año 1835 y la consabida desamortización, ello requirió que las obras se detuvieran.

En 1840 se acuerda en pleno demoler los restos del convento, y en 1849 los terrenos que ocupa son cedidos a la ciudad por real decreto.

De todo este enorme edificio sólo quedan en la actualidad un par de vestigios: la conocida y camuflada capilla de San Onofre, y el arquillo renacentista (junto al Ayuntamiento) que da acceso a la plaza de San Francisco.

Creación de la plaza

 
Imagen del desaparecido Gran Hotel de Oriente en la plaza Nueva, año 1915.

Los intelectuales de la época coincidían en que el sitio entonces libre y cedido podía convertirse en plaza Mayor, todavía inexistente en la ciudad. Con el apoyo del ayuntamiento y la aprobación de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, el proyecto del arquitecto Ángel de Ayala casi comienza a ser una realidad en 1850 siendo rechazado en 1851 debido a la falta de fondos y de interés.

En 1852 se realizan obras en el ayuntamiento de las que se hace cargo el arquitecto municipal Balbino Marrón que también se responsabiliza del proyecto de plaza nueva (reutilizando material del convento recientemente demolido) que es inaugurada sin ser terminada en ese mismo año.

En 1854 es presentado por este mismo arquitecto otro proyecto con una nueva disposición de la plaza, que es creada definitivamente en 1856 cuando las edificaciones que la circundan son levantadas (a falta de la fachada del ayuntamiento).

Su primer nombre fue el de Plaza de San Francisco en recuerdo al convento que estuvo allí ubicado; en 1857 es renombrada como Plaza de la Infanta Isabel. La Revolución de 1868 llevó a cambiarle el nombre el 22 de septiembre del mismo año por el de Plaza de la Libertad, siendo esa misma razón por la que en 1873 pasó a ser conocida como Plaza de la República y también el 9 de diciembre de ese mismo año Plaza de la República Federal. Llegado el año 1875, el 30 de enero, el nombre fue cambiado por el de Plaza de San Fernando.

La plaza era un espacio diáfano con un único elemento en el centro, una farola, que posteriormente sería reemplazada por un quiosco para banda musical cuya duración fue muy breve, pues en 1877 se colocó la primera piedra del monumento al rey San Fernando en el centro del solar, pero que no sería inaugurado hasta el 15 de agosto de 1924, y en cuyo diseño colaboró Juan Talavera y Heredia.

En tiempos de la Segunda República volvió a ser rebautizada como Plaza de la República, siendo en 1936 rotulada como Plaza Nueva. A pesar de todos estos cambios oficiales de nombre, la plaza siguió siendo conocida por los habitantes de la ciudad como plaza Nueva.

Durante las últimas obras se descubrieron importantes restos arqueológicos entre los que se encuentra una fuente policromada procedente del convento de San Francisco, de aproximadamente finales del siglo XVI o principios del XVII, que se decidió trasladar para restaurarla y ponerla en exhibición.

Monumento en honor a San Fernando, rey

La historia de la construcción del monumento central de la plaza Nueva fue larga. El ayuntamiento desde 1849 cuando decidió construir una plaza mayor quiso que estuviera el espacio central dedicado a San Fernando. El primer proyecto de plaza del arquitecto Balbino Marrón ya incluía una fuente monumental rematada con estatua del rey, que no llegó a construirse. Con motivo de la visita real de la reina Isabel II en 1862, el Ayuntamiento de Sevilla decidió erigirle un monumento en nombre de la Reina. Sin embargo, la Reina aun agradeciendo el gesto, apuntaba la posibilidad de que aquel monumento fuera levantado en honor de San Fernando,rey, según las palabras de la reina "de imperecedera memoria como conquistador y legislador". Fue así como tomándose la idea expresada años atrás por el Concejo y recogido por el arquitecto Balbino Marrón, el Cabildo acordó convocar un concurso de proyectos para la construcción del monumento en honor a San Fernando Rey para el centro de la plaza Nueva de Sevilla. Aprobándose finalmente el presentado por Demetrio de los Ríos, quien volvió a plantear la estructura de fuente rematada por una estatua ecuestre defendida por el arquitecto Balbino Marrón en su proyecto de plaza Nueva de 1852. No obstante el monumento central no llegó a realizarse por problemas económicos, hasta el siglo XX, según proyecto de pedestal del arquitecto Juan Talavera y Heredia, estatua ecuestre de bronce de Joaquín Bilbao, y estatuas de mármol del pedestal de Enrique Pérez Comendador.

Elementos decorativos

 
Enrique Pérez Comendador Estatua de Garci Pérez de Vargas (1923-1924) en la plaza Nueva, dentro del monumento al rey San Fernando.
 
Vida en la plaza Nueva.
 
Joaquín Bilbao (1923-1924) Estatua ecuestre de San Fernando, rey. Detalle del monumento al rey San Fernando, en el centro de la plaza.

Además del continuo cambio de nombre con el que fuera conocida, también ha sido reformada en bastantes ocasiones, pero siempre guardando la forma inicial con que fue diseñada. El cambio más evidente ha sido respecto a las fachadas de sus edificios, quedando sólo unos pocos restos de su inicial configuración.

La vegetación que da color a la plaza también ha sufrido recortes, siendo en principio una triple hilera de árboles en cinta que quedó reducida a una doble para hacer posible la circulación de vehículos, que a su vez ha pasado de rodar sobre una calzada empedrada a hacerlo por una adoquinada (desde 1880), hasta que fue asfaltada en 1961.

Las palmeras que enmarcan la plaza lo hacen desde que en 1880 y tras mucho tratar de comprarlas a poseedores sevillanos de tan bellos ejemplares de árboles, trajeran desde Elche aproximadamente veinte de ellas, siendo así la plaza pionera en poseer un elegante paisaje adornado de palmeras (con los años existen varios miles de palmeras repartidas por toda la ciudad en distintos parques y jardines). Es a principios del siglo XX cuando se plantan árboles de sombra como plátano oriental, naranjos amargos y ailantos (hoy desaparecidos).

Con el transcurrir de los años y la evolución de la tecnología se utilizaba como zona de prueba de nuevos medios de iluminación como puede ser por gas, eléctrica, báculos con luminarias fluorescentes y halógenas. Posteriormente fue con farolas de hierro forjado, algunas simulando las existentes en otras épocas.

A partir de 1911 se añaden a la plaza como elementos decorativos, arriates para jardines, convirtiéndose en plaza ajardinada y arbolada. En 1920 algunos de éstos árboles fueron cambiados de lugar, teniendo que anularse una hilera de bancos, y permitiendo así el acceso de vehículos de mayores dimensiones. Llegado 1924 se inauguró el monumento a San Fernando, ubicado en el centro de la plaza. Este mismo año son instaladas 12 farolas de fundición en pedestales de jaspe y con asientos semicirculares de mármol.

Durante muchos años existieron en la plaza distintos servicios, como quioscos de prensa, golosinas o flores, así como algunos urinarios, que no existen en la actualidad.

Entrada la década de 1930 se volvieron a añadir parterres más hacia el centro, estos fueron delimitados con balaustrada de piedra y una década más tarde volvieron a eliminar las balaustradas y los bancos de piedra blanca para reemplazarlos por bancos y pavimento de mármol, posteriormente durante la década de 1970, en un intento fallido de realizar el metro por vez primera volvieron a eliminarse dichos bancos.

Siempre se utilizó como lugar de encuentro, cuando el tráfico era accesible estaban centralizadas casi todas las líneas de autobús en este mismo lugar, con los últimos cambios realizados por parte de los distintos organismos, ha sido totalmente peatonalizada excepto para algunos vehículos ya sean de urgencias u oficiales.

El día 6 de diciembre de 2006, después de aproximadamente ocho meses de trabajo, se dieron por finalizadas las últimas obras de remodelación que se realizaron en la plaza y que la han supuesto la peatonalización casi completa de la misma.

Las obras realizadas en esta ocasión consistían, además de acondicionar el espacio como área para peatones suprimiendo el tráfico rodado, en pavimentar todo el suelo con granito y mármol, colocar bancos de granito recubiertos de madera, añadidura de macetones para flores, distintos tipos de farolas, árboles, una fuente, quioscos, aparcamiento de bicicletas y terminar de colocar los últimos raíles y el apeadero del Metrocentro que es el único transporte público que puede acceder al lugar, procedente de la cercana Avenida de la Constitución. Los taxis y el tráfico privado solo puede acceder a un lateral del plaza, junto al Hotel Inglaterra.

 
Fachada del edificio de Telefónica, obra del arquitecto Juan Talavera y Heredia, construido entre 1926 y 1929.

Arquitectura

Enlaces externos