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Diferencia entre revisiones de «Torneo medieval»

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[[File:Stech- und Rennzeug Ritter Sachsen.jpg|thumb]]
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Los '''torneos medievales''' fueron eventos de competiciones de caballería de la [[Edad media]] y [[Renacimiento]] (Siglos XII al XI) , y por largo tiempo, la primera diversión de la [[corte]] y ciudades populosas. Los espectáculos celebrados eran frecuentemente a causa de [[coronación|coronaciones]], [[casamiento]] de [[Monarca|rey]]es, [[nacimientos]], [[bautismo]]s, [[boda]]s de [[princesa]]s, [[Conquista AGABANmilitar|conquista]]s, [[paz|paces]], [[alianza]]s, recibimiento de [[embajador]]es y personas de gran valía, y aún otros sucesos de menor importancia, ofrecían a la [[nobleza]]. Con el tiempo se solemnizaron también con ellos las festividades eclesiásticas, de lo cual hay un testimonio muy señalado en la [[crónica]] de Don [[Pero Niño]]: ''Cuando mandaba facer muy honradas fiestas e procesiones (''[[Enrique III el Doliente]]''), mandaba facer justas y torneos y juegos de cañas y daba armas y caballos e ricas ropas e guarniciones aquellos que estas cosas habían de facer''. Finalmente llegó a celebrarse por puro entretenimiento y de una de estas fiestas dispuestas en [[Valladolid]] por el [[condestable]] Don [[Alvaro de Luna]], a la cual salió a justar de aventurero Don [[Juan II de Castilla]], da una noticia muy individual la crónica de aquel [[válido]] en el Cap. LII. Eran los heraldos y reyes de armas los encargados de dar publicidad al torneo, y el heraldo pasaba de [[castillo]] en castillo, llevando cartas y carteles a los adalides de más nombre y convidaba a todos los valientes que se encontraba en el camino.
Los '''torneos medievales''' fueron eventos de competiciones de caballería de la [[Edad media]] y [[Renacimiento]] (Siglos XII al XI , y por largo tiempo, la primera diversión de la [[corte]] y ciudades populosas. Los espectáculos celebrados eran frecuentemente a causa de [[coronación|coronaciones]], [[casamiento]] de [[Monarca|rey]]es, [[nacimientos]], [[bautismo]]s, [[boda]]s de [[princesa]]s, [[Conquista AGABANmilitar|conquista]]s, [[paz|paces]], [[alianza]]s, recibimiento de [[embajador]]es y personas de gran valía, y aun otros sucesos de menor importancia, ofrecían a la [[nobleza]]. Con el tiempo se solemnizaron también con ellos las festividades eclesiásticas, de lo cual hay un testimonio muy señalado en la [[crónica]] de Don [[Pero Niño]]: ''Cuando mandaba facer muy honradas fiestas e procesiones (''[[Enrique III el Doliente]]''), mandaba facer justas y torneos y juegos de cañas y daba armas y caballos e ricas ropas e guarniciones aquellos que estas cosas habían de facer''. Finalmente llegó a celebrarse por puro entretenimiento y de una de estas fiestas dispuestas en [[Valladolid]] por el [[condestable]] Don [[Alvaro de Luna]], a la cual salió a justar de aventurero Don [[Juan II de Castilla]], da una noticia muy individual la crónica de aquel [[válido]] en el Cap. LII. Eran los heraldos y reyes de armas los encargados de dar publicidad al torneo, y el heraldo pasaba de [[castillo]] en castillo, llevando cartas y carteles a los adalides de más nombre y convidaba a todos los valientes que se encontraba en el camino.


El día del evento había una gran expectación en el lugar elegido. Se preparaban todos para acudir al sitio señalado deplegando según sus clases y posición gran lujo en vestimentas, trajes, caballos, [[paramento]]s, [[Armadura (combate)|arneses]], adornos, armas, etc. Dada la señal de comienzo al son de [[instrumento]]s marciales que alegraban los ánimos de los allí concertados (fanfarrias) se presentaban los [[caballero]]s en la liza con numeroso [[séquito]].
El día del evento había una gran expectación en el lugar elegido. Se preparaban todos para acudir al sitio señalado deplegando según sus clases y posición gran lujo en vestimentas, trajes, caballos, [[paramento]]s, [[Armadura (combate)|arneses]], adornos, armas, etc. Dada la señal de comienzo al son de [[instrumento]]s marciales que alegraban los ánimos de los allí concertados (fanfarrias) se presentaban los [[caballero]]s en la liza con numeroso [[séquito]].
Eran muy divertidos y la gente se entretenía viéndolo.
Eran muy divertidos y la gente se entretenía viéndolo.


En cuanto al declive de los '''Torneos''', según [[Cesare Cantù]], a partir de [[Enrique II de Francia]], cuando este, a la vista de su esposa y sus [[súbdito]]s, cayó herido en la frente por una astilla que saltó de una [[lanza]] y murió de la herida, se fue perdiendo el uso de estos juegos militares, que ya eran menos frecuentes también por lo siguiente:
En cuanto al declive de los '''Torneos''', según [[Cesare Cantù]], a partir de [[Enrique II de Francia]], cuando éste, a la vista de su esposa y sus [[súbdito]]s, cayó herido en la frente por una astilla que saltó de una [[lanza]] y murió de la herida, se fue perdiendo el uso de estos juegos militares, que ya eran menos frecuentes también por lo siguiente:
*Decadencia de la [[caballería]].- Resultado del [[feudalismo]], la caballería desapareció con aquel sistema, ya que al aumentar el poder de los [[Monarca|reye]]s y del [[estado llano]], la [[propiedad]] y la vida estuvieron menos amenazados y la caballería perdió su influencia y su prestigio y cedió sus funciones a una autoridad constituida.
*Decadencia de la [[caballería]].- Resultado del [[feudalismo]], la caballería desapareció con aquel sistema, ya que al aumentar el poder de los [[Monarca|reye]]s y del [[estado llano]], la [[propiedad]] y la vida estuvieron menos amenazados y la caballería perdió su influencia y su prestigio y cedió sus funciones a una autoridad constituida.
*Introducción de las nuevas [[arma]]s.- La invención y uso de la [[pólvora]] cambió la manera de guerrear y varió por completo la forma de los combates y las cualidades exigidas de los [[soldado]]s:
*Introducción de las nuevas [[arma]]s.- La invención y uso de la [[pólvora]] cambió la manera de guerrear y varió por completo la forma de los combates y las cualidades exigidas de los [[soldado]]s:
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***A pesar de lo dicho, en el momento de mayor auge de la caballería, los caballeros trabajaron con provecho por la tranquilidad pública, refrenaron la [[tiranía]] de los reyes y fomentaron la [[galantería]] en las [[costumbre]]s
***A pesar de lo dicho, en el momento de mayor auge de la caballería, los caballeros trabajaron con provecho por la tranquilidad pública, refrenaron la [[tiranía]] de los reyes y fomentaron la [[galantería]] en las [[costumbre]]s


== Etimología ==
=== Etimología ===
*[[Gilles Ménage]], [[Jacob Le Duchat]] y Casaneve derivan el nombre Torneo del [[latín]] bárbaro ''tornare'', ''torneamentum'', porque estas corridas se hacían volviendo y revolviendo, torneando y retorneando, unos contra otros
*[[Gilles Ménage]], [[Jacob Le Duchat]] y Casaneve derivan el nombre Torneo del [[latín]] bárbaro ''tornare'', ''torneamentum'', porque estas corridas se hacían volviendo y revolviendo, torneando y retorneando, unos contra otros
*En el citado sentido se halla la palabra ''torneamentum'' en las obras de San [[Bernardo]]
*En el citado sentido se halla la palabra ''torneamentum'' en las obras de San [[Bernardo]]
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* De la palabra francesa ''tourner'' (llegando a ser entre los franceses muy frecuentes estos juegos, llamáronse los torneos, según [[Mateo de Paris]], citado por [[Charles du Fresne, señor Du Cange]], en la obra ''Constictus gallici'', combates franceses)
* De la palabra francesa ''tourner'' (llegando a ser entre los franceses muy frecuentes estos juegos, llamáronse los torneos, según [[Mateo de Paris]], citado por [[Charles du Fresne, señor Du Cange]], en la obra ''Constictus gallici'', combates franceses)


== Origen ==
=== Origen ===
No hay acuerdo entre diversos autores acerca del origen del Torneo:
No hay acuerdo entre diversos autores acerca del origen del Torneo:
*Unos atribuyen su invención a Godefroy II, Señor de Preville, que murió en el año [[1060]] (como las [[Crónica]]s de Tours)
*Unos atribuyen su invención a Godefroy II, Señor de Preville, que murió en el año [[1060]] (como las [[Crónica]]s de Tours)
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** En [[España]], con motivo del nacimiento de [[Isabel II de España]] se dieron torneos
** En [[España]], con motivo del nacimiento de [[Isabel II de España]] se dieron torneos


== Cortesía y galantería ==
=== Cortesía y galantería ===
Una gran mayoría de caballeros seguían lo siguiente:
Una gran mayoría de caballeros seguían lo siguiente:
*Nunca excedían en [[Aclamación (grito)|aclamar]] a los otros, ni en [[hablar]] poco de sí mismos
*Nunca excedían en [[aclamar]] a los otros, ni en [[hablar]] poco de sí mismos
*Ser tan [[compasión|compasivo]]s después de la [[Victoria (triunfo)|victoria]], como inflexibles antes de obtenerla en los '''torneos'''
*Ser tan [[compasión|compasivo]]s después de la [[Victoria (triunfo)|victoria]], como inflexibles antes de obtenerla en los '''torneos'''
*Las hazañas de los diferentes [[combatiente]]s en los '''torneos''', sus proezas, eran asunto de las conversaciones, materia de las [[cancionero|canciones]] y otros [[poema]]s
*Las hazañas de los diferentes [[combatiente]]s en los '''torneos''', sus proezas, eran asunto de las conversaciones, materia de las [[cancionero|canciones]] y otros [[poema]]s
Línea 48: Línea 48:
*No se hablaba del [[amor]] sin definir la [[esencia]] y se estableció en algunas partes una [[jurisdicción]] para conocer de esas [[materia]]s (Cortes de amor - Príncipe de amor o de la tribuna (para las disputas que hubieran))
*No se hablaba del [[amor]] sin definir la [[esencia]] y se estableció en algunas partes una [[jurisdicción]] para conocer de esas [[materia]]s (Cortes de amor - Príncipe de amor o de la tribuna (para las disputas que hubieran))
*Esos amantes de la edad de oro de la galantería, hallaban en sus [[dama]]s el único origen de la [[felicidad]] de su vida y de no aspirar a más que a mantener, exaltar y extender por todas partes la gloria de ellas y eran también [[pródigo]]s en [[alabanza]]s exageradas
*Esos amantes de la edad de oro de la galantería, hallaban en sus [[dama]]s el único origen de la [[felicidad]] de su vida y de no aspirar a más que a mantener, exaltar y extender por todas partes la gloria de ellas y eran también [[pródigo]]s en [[alabanza]]s exageradas
== Las reglas del torneo ==
=== Las reglas del torneo ===
[[Archivo:Codex Manesse Heinrich von Breslau.jpg|thumb|200px|Reparto de premios en un torneo]] Las leyes del torneo eran las siguientes:
[[Archivo:Codex Manesse Heinrich von Breslau.jpg|thumb|200px|Reparto de premios en un torneo]] Las leyes del torneo eran las siguientes:
# No herir de punta al contrario con su mano.
# No herir de punta al contrario con su mano.
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# No herir al caballero que se alzara la visera.
# No herir al caballero que se alzara la visera.


Las damas elegían un juez de paz para recordar la clemencia cuando por alguna falta de cortesía o violación de las leyes de caballería un combatiente se veía rodeado de varios contrarios.
Las damas elegían un juez de paz para recordar la clemencia cuando por alguna falta de cortesía o violación de las leyes de caballería un combatiente se veía rodeado de varios contrarios.

Normalmente se congregaban el domingo, las justas se realizaban los Lunes y los Martes y se descansaba el Miércoles. El Jueves se elegían los bandos para el combate en grupo.

También antes de que comenzara las justas y los combates los caballeros montados a caballo debían insertar sus lanzas en una aro colgado de un palo alto. Esto servia como calentamiento para hombres.

Las reglas podían diferir en cada torneo y las elegía el organizador aunque lo mas común era que primero los justadores cargaban hasta cuatro veces con la lanza, si ninguno de los dos caía( en cuyo caso el que permanecía arriba del caballo era el ganador) ambos desmontaban del caballo y luchaban a pie permitiéndoseles tres o cuatro golpes(según las reglas) por turno, comenzaba el primero en ser derribado. Si no había un claro ganador decidían los jueces que sumaban puntos según la habilidad y precisión del caballero y podían restarse por golpes nulos. La justa dura poco tiempo y la lanza se va apuntando durante el recorrido, el objetivo es el yelmo o el escudo.Pueden ocurrir dos cosas: que los caballeros erren el golpe, entonces el publico los abucheará o que uno de los dos acierte y la lanza salga volando o que ambos consigan dar un buen golpe y puedan recuperarse para acomodarse nuevamente en la silla o incluso que a algún participante lo maten. Si un hombre era abatido podía recuperarse y volver a la lucha hasta quedar gravemente herido o inconsciente, era una lucha hasta el final no existía el empate. El organizador establecía las normas que debían regir y enviaba heraldos a los caballeros invitados o que quisieran participar. La celebración tenía lugar en un recinto cerrado, generalmente de planta ovalada, alrededor del cual se disponían las gradas para el público asistente, muy fastuosas y decoradas para los personajes importantes, y sencillas para el pueblo llano; junto a estas instalaciones se levantaban las tiendas destinadas a los caballeros, sus escuderos y criados, así como a los oficiales que se cuidaban del correcto desarrollo del evento; además, las localidades próximas se engalanaban para acoger a los visitantes y participantes, en muchas ocasiones venidos de tierras lejanas.

Los caballeros tenían que especificar su linaje, pues sólo podían enfrentarse entre sí los de un mismo nivel, y situar su estandarte en el campo. Con carácter previo, era habitual que se celebrasen enfrentamientos entre escuderos con armas ligeras, como espadas, que les servían de prueba. Dentro ya del torneo propiamente dicho, en un primer combate, cada participante escogía uno de los estandartes como contrincante, y se enfrentaba a él lanzándose de frente con su montura y lanza; vencía quien rompía más lanzas contra el rival. Al principio, se hacía sin separación entre los caballeros, pero con el tiempo se colocó una valla entre ambos para garantizar la seguridad.

El vencido y las armas quedaban a disposición del vencedor. Los vencedores eran saludados con frenéticas aclamaciones y con prolongados aplausos al compás de marchas marciales. Los triunfadores eran conducidos a recibir de mano de los jueces o de las damas el justo premio de su victoria. Los premios ofrecidos se ponían a los pies de las señoras de sus pensamientos.

Para terminar se realizaba un banquete en la que los caballeros participantes en el evento eran colmados de atenciones.

No obstante sí que acontecía algunas veces a los que tomaban parte en estos ejercicios que, al olvidarse completamente de la índole especial de ellos y ciegos de cólera, se cebaban en los contrarios combatientes para satisfacer alguna antigua enemistad nacional o particular o tomar venganza de cualquier agravio o dar rienda suelta al odio o a la envidia o deshacerse de un molesto rival.

Las armas utilizadas eran lo más parecidas posible a las reales, generalmente pesadas, que se denominaban "armas corteses", pues habían sido en parte modificadas para evitar accidentes en lo posible (bastones, lanzas sin punta o espadas romas). Sin embargo, pese a todas las precauciones no eran raros los accidentes, con heridas graves y muertes, de manera que la Iglesia llegó en ocasiones a prohibir los torneos. Al principio no había una armadura especial para el combate a pie pero se usaban algunas armas interesantes: - La lanza no era un arma de caballero pero era utilizada, normalmente se usaban armas embotadas algunas hechas especialmente de madera y huesos de ballena. - El garrote era muy popular derribaba al contrario aunque no hacía demasiado daño, también se utilizaban las hachas, las masas y el mayal. - Y se introdujo una nueva arma empleada por caballeros a pie en torneos y combates: EL HACHA DE GUERRA que median un metro y medio de largo y se usaba con las dos manos, poseía un filo a cada lado y en la punta una cuchilla.

A veces era en vano que en tal conflicto los heraldos y reyes de armas se interpusiesen entre los combatientes.

Así a pesar de sus razones e influencia, la autoridad de los jueces y el llanto de las damas eran baldías para calmar las pasiones de que se hallaban poseídos aquellos mal aconsejados caballeros.


Se seguían con gran expectación los movimientos de los caballeros con gran ánimo y júbilo por parte del público asistente al evento. El público aplaudía las suertes y lances en que más se distinguían la pericia y valor de los combatientes.
Se seguían con gran expectación los movimientos de los caballeros con gran ánimo y júbilo por parte del público asistente al evento. El público aplaudía las suertes y lances en que más se distinguían la pericia y valor de los combatientes.
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Para terminar se realizaba un [[banquete]] en la que los caballeros participantes en el evento eran colmados de atenciones.
Para terminar se realizaba un [[banquete]] en la que los caballeros participantes en el evento eran colmados de atenciones.


== Los distintos juegos del Torneo ==
=== Los distintos juegos del Torneo ===
En los Torneos tenían lugar varios juegos de distintos nombres como el ''carrusel'', la ''quintena'', la ''sortija'' además se arrojaban el dardo, rompían las lanzas, etc.
En los Torneos tenían lugar varios juegos de distintos nombres como el ''carrusel'', la ''quintena'', la ''sortija'' además se arrojaban el dardo, rompían las lanzas, etc.


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*La ''quintena'' era un juego en que descargaban sus golpes a un maniquí móvil ([[estafermo]]), dispuesto de un eje de tal modo que herido en la frente se volvía y asentaba un fuerte garrotazo sobre el torpe asaltador.
*La ''quintena'' era un juego en que descargaban sus golpes a un maniquí móvil ([[estafermo]]), dispuesto de un eje de tal modo que herido en la frente se volvía y asentaba un fuerte garrotazo sobre el torpe asaltador.


== Armas ==
=== Armas ===
Las armas utilizadas eran bastones, cañas, lanzas sin hierro y con la punta roma o [[espada]]s sin corte conocidas con el nombre de armas corteses o graciosas por que se evitaba herir de gravedad o matar al contrario.
Las armas utilizadas eran bastones, cañas, lanzas sin hierro y con la punta roma o [[espada]]s sin corte conocidas con el nombre de armas corteses o graciosas por que se evitaba herir de gravedad o matar al contrario.


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[[Archivo:Henri2.jpg|thumb|Enrique II de Francia, fallecido durante un torneo]]Así a pesar de sus razones e influencia, la autoridad de los jueces y el llanto de las damas eran baldías para calmar las pasiones de que se hallaban poseídos aquellos mal aconsejados caballeros.
[[Archivo:Henri2.jpg|thumb|Enrique II de Francia, fallecido durante un torneo]]Así a pesar de sus razones e influencia, la autoridad de los jueces y el llanto de las damas eran baldías para calmar las pasiones de que se hallaban poseídos aquellos mal aconsejados caballeros.

== Los Guerreros ==
Los lugares mas débiles de los caballeros eran el brazo, que siempre era un lugar vulnerable, cualquier punto alrededor de los muslos y también debajo del peto. Los choques eran rápidos y violentos, debido a la armadura solo hacían efecto los golpes fuertes.Si resultaban heridos las atenciones medicas en la edad media se basaban en remedios herbales y eran bastantes efectivos. Los caballeros eran mas que guerreros, eran estrellas, los atletas profesionales de la época y en tiempos de paz el torneo era la mejor oportunidad para exhibir sus aptitudes demostrar que eran los mejores guerreros.


Muchos ejemplos presenta la historia de personajes principales que perdieron la vida en el palenque, enumerando los siguientes, entre otros muchos:
Muchos ejemplos presenta la historia de personajes principales que perdieron la vida en el palenque, enumerando los siguientes, entre otros muchos:


*[[:fr:Geoffroy_V_d'Anjou|Geoffroy Plantageneto]]
*Geoffroy Plantageneto
*[[Roberto II de Flandes|Roberto de Jerusalén]]
*Roberto de Jerusalén
*Florent, conde de Rainault
*Florent, conde de Rainault
*[[Felipe Hurepel de Clermont|Felipe, conde de Boulogne y de Clermont]]
*Felipe, conde de Boulogne y de Clermont
*El conde de Holanda
*El conde de Holanda
*Gilberto, conde de Pembock
*Gilberto, conde de Pembock
*[[Juan de Brandeburgo-Ansbach|Juan, marqués de Brandebourg]]
*Juan, marqués de Brandebourg
*Luis, hijo del conde palatinodel Rhin
*Luis, hijo del conde palatinodel Rhin
*[[Juan I de Brabante|Juan, duque de Brabante]]
*Juan, duque de Brabante
*[[Enrique II de Francia|Enrique II, rey de Francia]]
*[[Enrique II de Francia|Enrique II]], rey de Francia
*Esborte de Claramonte
*Esborte de Claramonte
*[[Enrique de Montpensier|Príncipe Enrique Borbón-Montpenster]]
*Príncipe Enrique Borbón-Montpenster


== Torneos por países ==
== Torneos por países ==
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== Los torneos medievales en la literatura clásica ==
== Los torneos medievales en la literatura clásica ==
En cuanto a los cantos populares que refieren a los torneos medievales de dichos siglos encontramos dos referentes icónicos que trascendieron hasta el día de hoy. “[[Cantar de mio Cid|Poema del Mio Cid]]”, de [[Escritor|autor anónimo]] narra como era el vivir de los guerreros que jugaban en los torneos medievales. El autor y la fecha de composición datan en coherencia con los torneos. <ref>{{Cita web|url=https://www.wdl.org/es/item/7339/|título=Poema del Cid. Copia manuscrita.|fechaacceso=26 de junio de 2017|autor=|enlaceautor=|fecha=|sitioweb=|editorial=|idioma=}}</ref>
En cuanto a los cantos populares que refieren a los torneos medievales de dichos siglos encontramos dos referentes icónicos que trascendieron hasta el día de hoy. “[[Cantar de mio Cid|Poema del Mio Cid]]”, de [[Escritor|autor anónimo]] narra como era el vivir de los guerreros que jugaban en los torneos medievales. El autor y la fecha de composición datan en coherencia con los torneos.
[[Archivo:Poema del mio cid.jpg|miniaturadeimagen|Portada del libro "Poema del Mio Cid"]]
[[Archivo:Poema del mio cid.jpg|miniaturadeimagen|Portada del libro "Poema del Mio Cid"]]


Línea 219: Línea 196:
'' Al ver esto, el Cid Ruy Díaz reclutó todas las fuerzas que pudo juntar entre cristianos y moros, y marchó contra el rey de Granada para expulsarle de las tierras del rey de Sevilla. Cuando esto supieron el rey de Granada y los ricos hombres que la acompañaban, enviáronle a decir que no sería él quien los echara de aquellas tierras. Oyólo el Cid Ruy Díaz, y se dijo que estaba obligado a castigarlos; y fue hacia ellos, y lidió con ellos en batalla campal que duró desde la hora de tercia hasta mediodía; y grande fue la mortandad de moros y cristianos por parte del rey de Granada. Así venció el Cid a sus enemigos, obligándolos a abandonar el campo. En esta batalla el Cid hizo prisioneros a don García Ordóñez y le arrancó un mechón de las barbas…, y también cogieron a otros muchos caballeros. Tantos fueron los enemigos presos, que se perdió la cuenta. Tres días los tuvo cautivos el Cid, y después los mandó soltar. Pero una vez presos, ordenó a los suyos que recogiesen todos los bienes y riquezas abandonados en el campo, y luego se reunió con su compañía y su botín a Almutamiz, rey de Sevilla.''
'' Al ver esto, el Cid Ruy Díaz reclutó todas las fuerzas que pudo juntar entre cristianos y moros, y marchó contra el rey de Granada para expulsarle de las tierras del rey de Sevilla. Cuando esto supieron el rey de Granada y los ricos hombres que la acompañaban, enviáronle a decir que no sería él quien los echara de aquellas tierras. Oyólo el Cid Ruy Díaz, y se dijo que estaba obligado a castigarlos; y fue hacia ellos, y lidió con ellos en batalla campal que duró desde la hora de tercia hasta mediodía; y grande fue la mortandad de moros y cristianos por parte del rey de Granada. Así venció el Cid a sus enemigos, obligándolos a abandonar el campo. En esta batalla el Cid hizo prisioneros a don García Ordóñez y le arrancó un mechón de las barbas…, y también cogieron a otros muchos caballeros. Tantos fueron los enemigos presos, que se perdió la cuenta. Tres días los tuvo cautivos el Cid, y después los mandó soltar. Pero una vez presos, ordenó a los suyos que recogiesen todos los bienes y riquezas abandonados en el campo, y luego se reunió con su compañía y su botín a Almutamiz, rey de Sevilla.''


'' A él y a sus moros entregó, de los objetos rescatados, cuanto reconocieron por suyo, y aun de lo ajeno cuanto quisieron. Y desde entonces moros y cristianos apellidaron a Ruy Díaz de Viva el Cid Campeador, para recordar su bravura en las batallas''.”<ref>{{Cita libro|apellidos=Anónimo|nombre=|enlaceautor=|título=Poema del Mio Cid|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=ESPASA CALPE S. A.|serie=Colección Austral|ubicación=Madrid, España|edición=23|página=|páginas=|en=|idioma=Castellano antiguo|capítulo=Cantar primero "Destierro del Cid"|traductores=Ramón Menéndez Pidal & Alfonso Reyes}}</ref>
'' A él y a sus moros entregó, de los objetos rescatados, cuanto reconocieron por suyo, y aun de lo ajeno cuanto quisieron. Y desde entonces moros y cristianos apellidaron a Ruy Díaz de Viva el Cid Campeador, para recordar su bravura en las batallas''.”<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Poema del Mio Cid|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=ESPASA CALPE S. A.|serie=Colección Austral|ubicación=Madrid, España|edición=23|página=13|páginas=|en=Renglón 1 en adelante|idioma=Castellano antiguo|capítulo=Cantar primero "Destierro del Cid"|traductores=Ramón Menéndez Pidal & Alfonso Reyes}}</ref>


Otro texto conocido es el “[[Cantar de Roldán|Cantar del Roldán]]” (“La Chanson de Roland”), un [[Épica|poema épico]] de varios de cientos de versos, escrito a finales del [[siglo XI]] en [[francés antiguo]].
Otro texto conocido es el “[[Cantar de Roldán|Cantar del Roldán]]” (“La Chanson de Roland”), un [[Épica|poema épico]] de varios de cientos de versos, escrito a finales del [[siglo XI]] en [[francés antiguo]].
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*Richard Barber.- ''Tournaments:....'', Woodbridge, 2000.
*Richard Barber.- ''Tournaments:....'', Woodbridge, 2000.
*Richard W. Kaeuper.- ''Chivalry and violence in medieval Europe'', Oxford, 1999.
*Richard W. Kaeuper.- ''Chivalry and violence in medieval Europe'', Oxford, 1999.

==Referencias==
{{Listaref}}


[[Categoría:Cultura medieval]]
[[Categoría:Cultura medieval]]

Revisión del 12:59 3 oct 2017

Los torneos medievales fueron eventos de competiciones de caballería de la Edad media y Renacimiento (Siglos XII al XI , y por largo tiempo, la primera diversión de la corte y ciudades populosas. Los espectáculos celebrados eran frecuentemente a causa de coronaciones, casamiento de reyes, nacimientos, bautismos, bodas de princesas, conquistas, paces, alianzas, recibimiento de embajadores y personas de gran valía, y aun otros sucesos de menor importancia, ofrecían a la nobleza. Con el tiempo se solemnizaron también con ellos las festividades eclesiásticas, de lo cual hay un testimonio muy señalado en la crónica de Don Pero Niño: Cuando mandaba facer muy honradas fiestas e procesiones (Enrique III el Doliente), mandaba facer justas y torneos y juegos de cañas y daba armas y caballos e ricas ropas e guarniciones aquellos que estas cosas habían de facer. Finalmente llegó a celebrarse por puro entretenimiento y de una de estas fiestas dispuestas en Valladolid por el condestable Don Alvaro de Luna, a la cual salió a justar de aventurero Don Juan II de Castilla, da una noticia muy individual la crónica de aquel válido en el Cap. LII. Eran los heraldos y reyes de armas los encargados de dar publicidad al torneo, y el heraldo pasaba de castillo en castillo, llevando cartas y carteles a los adalides de más nombre y convidaba a todos los valientes que se encontraba en el camino.

El día del evento había una gran expectación en el lugar elegido. Se preparaban todos para acudir al sitio señalado deplegando según sus clases y posición gran lujo en vestimentas, trajes, caballos, paramentos, arneses, adornos, armas, etc. Dada la señal de comienzo al son de instrumentos marciales que alegraban los ánimos de los allí concertados (fanfarrias) se presentaban los caballeros en la liza con numeroso séquito. Eran muy divertidos y la gente se entretenía viéndolo.

En cuanto al declive de los Torneos, según Cesare Cantù, a partir de Enrique II de Francia, cuando éste, a la vista de su esposa y sus súbditos, cayó herido en la frente por una astilla que saltó de una lanza y murió de la herida, se fue perdiendo el uso de estos juegos militares, que ya eran menos frecuentes también por lo siguiente:

  • Decadencia de la caballería.- Resultado del feudalismo, la caballería desapareció con aquel sistema, ya que al aumentar el poder de los reyes y del estado llano, la propiedad y la vida estuvieron menos amenazados y la caballería perdió su influencia y su prestigio y cedió sus funciones a una autoridad constituida.
  • Introducción de las nuevas armas.- La invención y uso de la pólvora cambió la manera de guerrear y varió por completo la forma de los combates y las cualidades exigidas de los soldados:
    • Antes combatían cuerpo a cuerpo y eran la fuerza, la destreza y el valor los elementos primordiales del éxito en la contienda
    • Posteriormente, las armas de fuego alejaron a los combatientes y dieron la ventaja a la seneridad, a la disciplina y a la táctica
    • La caballería perdió su superioridad en el campo de batalla:
      • Su armadura de hierro, su duro aprendizaje, su ciego ímpetu llegaron a ser inútiles y aun peligrosos, y los reyes por su parte organizaron ejércitos mucho más dóciles y mejor organizados que una nobleza belicosa, con frecuencia ausente de sus banderas, ya que algunos de ellos pensaban menos en servir al Estado y más en ilustrarse con hazañas particulares, tenían más coraje que prudencia y con asiduidad peleaban en el palenque, como el Combate de los Treinta
      • A pesar de lo dicho, en el momento de mayor auge de la caballería, los caballeros trabajaron con provecho por la tranquilidad pública, refrenaron la tiranía de los reyes y fomentaron la galantería en las costumbres

Etimología

  • Gilles Ménage, Jacob Le Duchat y Casaneve derivan el nombre Torneo del latín bárbaro tornare, torneamentum, porque estas corridas se hacían volviendo y revolviendo, torneando y retorneando, unos contra otros
  • En el citado sentido se halla la palabra torneamentum en las obras de San Bernardo
  • Según Voltaire, en su obra Ensayo sobre las costumbres de las naciones, lo siguiente:
    • Según algunos suponen que los torneos tomaron el nombre de la ciudad de Tours, Francia
    • Es más que probable que el nombre de Torneo vino de la espada llamada en la Baja Latinidad ensis torneaticus, especie de sable sin punta, por no estar permitido en estos juegos herir con otra punta que con la de la lanza, y las armas de que comúnmente se hacían uso eran bastones o cañas, lanzas sin hierro o con la punta roma, espadas corteses o graciosas.
  • De la palabra francesa tourner (llegando a ser entre los franceses muy frecuentes estos juegos, llamáronse los torneos, según Mateo de Paris, citado por Charles du Fresne, señor Du Cange, en la obra Constictus gallici, combates franceses)

Origen

No hay acuerdo entre diversos autores acerca del origen del Torneo:

  • Unos atribuyen su invención a Godefroy II, Señor de Preville, que murió en el año 1060 (como las Crónicas de Tours)
  • Otros que tan solo redactó las leyes que en ellas observó
  • Tal vez, para otros, no hizo más que introducir en ellos ciertas evoluciones o perfeccionar las antiguas:
  • Sin duda, por la razones dichas, regularizar los torneos, dictar ciertas reglas y establecer o perfeccionar algunas suertes y evoluciones, se le consideró como el autor de estos juegos militares al citado anteriormente Godefroy II, y se generalizaron el uso de ellos por todas las naciones de Europa:
    • En Grecia hubo una especie de torneo cuando Ana de Saboya se casó en Constantinopla con el emperador Andrónico III Paleólogo
    • En las Memorias italianas vemos a Hugo, vizconde de Pisa, alabado en 1115 por Lorenzo Vernese, que seguía el uso de proponer premios para las carreras, las justas y pasos de armas
    • En 1148 los cremoneses desafiaron en el torneo a los habitantes de Plasencia
    • Se hicieron frecuentes cuando Carlos de Anjou los bajó a Italia, llevando su pasión desde la Provenza
    • Dante había visto muchas veces ir en gualdanas (jóvenes de las principales familias del país, que se reunían a caballo, con trajes, armas y uniformes para recorrer la ciudad fingiendo batallas o salían al encuentro de los príncipes ejecutando pasos de armas), combatir en los torneos y correr justas
    • En España, con motivo del nacimiento de Isabel II de España se dieron torneos

Cortesía y galantería

Una gran mayoría de caballeros seguían lo siguiente:

  • Nunca excedían en aclamar a los otros, ni en hablar poco de sí mismos
  • Ser tan compasivos después de la victoria, como inflexibles antes de obtenerla en los torneos
  • Las hazañas de los diferentes combatientes en los torneos, sus proezas, eran asunto de las conversaciones, materia de las canciones y otros poemas
  • Otros poemas y relaciones históricas extendían en ellas sus nombres y la gloria de los que habían conseguido el premio en los torneos, actuando como noble emulación para otros
  • Como la caballería se había dedicado siempre a representar en los torneos una fiel imagen de los trabajos y de los peligros de la guerra, conservó en esta la misma cortesía y galantería que reinaba en aquellos y el deseo de agradar a su dama le llevaba al extremo de la intrepidez
  • No había paraje o comarca donde la caballería no trabajase utilmente por el bien público o para particulares y nada había pequeño ni despreciable a los ojos de un caballero cuando se trataba de hacer el bien, y además de las frecuentes ocasiones de ejercitarse en los torneos y en la guerra, los caballeros hallaban en sus viajes, la casualidad les ofrecía otras, en los lugares apartados por donde pasaban, delitos que castigar, violencias que reprimir y medios de hacerse útiles practicando estos sentimientos de justicia y generosidad
  • No se hablaba del amor sin definir la esencia y se estableció en algunas partes una jurisdicción para conocer de esas materias (Cortes de amor - Príncipe de amor o de la tribuna (para las disputas que hubieran))
  • Esos amantes de la edad de oro de la galantería, hallaban en sus damas el único origen de la felicidad de su vida y de no aspirar a más que a mantener, exaltar y extender por todas partes la gloria de ellas y eran también pródigos en alabanzas exageradas

Las reglas del torneo

Reparto de premios en un torneo

Las leyes del torneo eran las siguientes:

  1. No herir de punta al contrario con su mano.
  2. No pelear fuera de filas.
  3. No pelear varios caballeros contra uno solo.
  4. No herir al caballo del rival.
  5. Descargar sólo los golpes al rostro y pecho del rival.
  6. No herir al caballero que se alzara la visera.

Las damas elegían un juez de paz para recordar la clemencia cuando por alguna falta de cortesía o violación de las leyes de caballería un combatiente se veía rodeado de varios contrarios.

Se seguían con gran expectación los movimientos de los caballeros con gran ánimo y júbilo por parte del público asistente al evento. El público aplaudía las suertes y lances en que más se distinguían la pericia y valor de los combatientes.

El vencido y las armas quedaban a disposición del vencedor. Los vencedores eran saludados con frenéticas aclamaciones y con prolongados aplausos al compás de marchas marciales. Los triunfadores eran conducidos a recibir de mano de los jueces o de las damas el justo premio de su victoria. Los premios ofrecidos se ponían a los pies de las señoras de sus pensamientos.

Para terminar se realizaba un banquete en la que los caballeros participantes en el evento eran colmados de atenciones.

Los distintos juegos del Torneo

En los Torneos tenían lugar varios juegos de distintos nombres como el carrusel, la quintena, la sortija además se arrojaban el dardo, rompían las lanzas, etc.

  • El carrusel consistía en una fiesta militar con carros y decoraciones en que se representaban hechos de los antiguos héroes y paladines.
    • Uno de los más famosos fue un celebrado en el año 1750 en Berlín por el rey de Rusia.
    • El más magnífico y singular fue uno dado por Catalina II, en el cual las damas corrieron con los caballeros y ganaron el premio.
  • La sortija consistía un ejercicio en que los caballos iban a galope y los jinetes debían atravesar un anillo colgado.
  • La quintena era un juego en que descargaban sus golpes a un maniquí móvil (estafermo), dispuesto de un eje de tal modo que herido en la frente se volvía y asentaba un fuerte garrotazo sobre el torpe asaltador.

Armas

Las armas utilizadas eran bastones, cañas, lanzas sin hierro y con la punta roma o espadas sin corte conocidas con el nombre de armas corteses o graciosas por que se evitaba herir de gravedad o matar al contrario.

En excepcionales ocasiones, en algunos combates se utilizaban todo tipo de armas (armas de todo trance o de muerte).

Armas a todo trance o de muerte

En estos juegos cuyo principal objetivo era adiestrar al caballero en el lance de la guerra no podían llevar la idea de heridas peligrosas, desgracias y aún muerte de los combatientes.

No obstante sí que acontecía algunas veces a los que tomaban parte en estos ejercicios que, al olvidarse completamente de la índole especial de ellos y ciegos de cólera, se cebaban en los contrarios combatientes para satisfacer alguna antigua enemistad nacional o particular o tomar venganza de cualquier agravio o dar rienda suelta al odio o a la envidia o deshacerse de un molesto rival.

A veces era en vano que en tal conflicto los heraldos y reyes de armas se interpusiesen entre los combatientes.

Enrique II de Francia, fallecido durante un torneo

Así a pesar de sus razones e influencia, la autoridad de los jueces y el llanto de las damas eran baldías para calmar las pasiones de que se hallaban poseídos aquellos mal aconsejados caballeros.

Muchos ejemplos presenta la historia de personajes principales que perdieron la vida en el palenque, enumerando los siguientes, entre otros muchos:

  • Geoffroy Plantageneto
  • Roberto de Jerusalén
  • Florent, conde de Rainault
  • Felipe, conde de Boulogne y de Clermont
  • El conde de Holanda
  • Gilberto, conde de Pembock
  • Juan, marqués de Brandebourg
  • Luis, hijo del conde palatinodel Rhin
  • Juan, duque de Brabante
  • Enrique II, rey de Francia
  • Esborte de Claramonte
  • Príncipe Enrique Borbón-Montpenster

Torneos por países

En España

Pedro III de Aragón

Los españoles fueron de antiguo muy dados a esta clase de juegos creciendo en caballerosidad. Con la entrada de los árabes en España, los adalides más famosos de uno y otro bando medían sus armas en esta clase de ejercicios por cortesanía.

Las historias de aquellas época refieren multitud de espectáculos de esta naturaleza tenidos ya en las cortes de reyes cristianos ya en la de los moros.

Uno de los más citados es el Desafío de Burdeos, un torneo concertado entre Carlos de Valois y Pedro III de Aragón con cien caballeros de cada parte con motivo de la posesión del reino de Sicilia que correspondería a la esposa del segundo y que el primero le disputaba.

El palenque alzóse en el territorio del rey de Inglaterra , y en del pegazo de Sur América:

Tan crecido fue el número de caballeros nacionales, extranjeros y aun del bando contrario que se ofreció al monarca aragonés, que receloso del éxito de Carlos de Valais rogó al pontífice bendijese el cartel del desafío.e internacional

En Alemania

En Alemania tenían lugar cada tres años solemnes torneos que servían de prueba de nobleza.

El caballero que había asistido a dos de ellos era ya suficientemente blasonado y publicado y posteriormente reconocido por noble. Llevaba dos cuernos en la cimera de su casco. Esto permitió a las armerías o escudos de armas aumentar su número debido las armas o vestidos de que se servían en estos ejercicios militares (como podrían ser los palos, chebrones y sotveres).

Se tomaron de los pedazos de las barreras y palenques que servían de vallas o los roques y de los anillos de los juegos y carreras de la sortija.

Paso de armas

En el paso de armas se mostraba el valor que distinguía a aquellos valerosos caballeros en el que se enfrentaban, pero con ciertas normas o reglas establecidas.

En este ejercicio, por cierto número de días, uno o varios caballeros defendían contra cuantos pasaban por las inmediaciones del castillo, puente, camino o encrucijada en la que se proponían defender (véase la película Excalibur en la que Lancelot defiende el paso de un puente ante Arturo).

Este hecho se halla certificado en un acta que se redactó comprensiva de cuantos hechos particulares, desafíos, carteles, mensajes, cartas, juramentos acontecieron describiendo fantásticamente los torneos de la Edad Media.

Crónica del paso honroso del puente de Órbigo

Una de las más valerosas de este paso de armas acontecidas en España fue la que realizó Suero de Quiñones con su paso honroso de la puente de Órbigo. En este paso honroso del puente de Órbigo fue defendido por Suero de Quiñones, cerca del puente de Órbigo, distante seis leguas francesas de León y tres de Astorga por espacio de treinta días en 1434.

Nueve hijosdalgo de limpia sangre se ofrecieron como participantes de la empresa que iba a realizarse. Sus nombres eran los siguientes según el Libro del Paso honroso: López de Estuguiña, Diego de Bazan, Pedro de Nava, Alvaro, Sancho de Ravanal, Lope de Aller, Diego de Venavides, Pedro de los Ríos, Gómez de Villacorta.

Con los sostenedores del paso honroso fueron como jueces Pedro Barba y Gómez Arias de Quiñones junto al notario del rey Pedro Rodríguez Delena. Se presentaron delante del rey en uno de enero de 1474 en Medina del Campo.

Partido que hubo el rey de armas y algunos farautes para hacer la publicación del paso comenzaron los preparativos para la función de armas proyectada.

Se reunieron gran número de armas y caballeros y trescientos carros de bueyes ocupados de transportar la madera necesaria para construir los cadalsos, liza, salas, etc. Alrededor de la liza se construyeron siete cadalsos, una para los mantenedores del paso, dos para los caballeros extranjeros, uno para los jueces de armas, rey de armas, farantes, trompetas y escribanos, otro para los generosos, famosos, honrados caballeros, y otros dos para el público y las trompetas y oficiales de los caballeros.

Había dos puertas. En una entraban los mantenedores y por otra los caballeros. Se levantaron también veintidós tiendas para vestirse y descansar los mantenedores, aventureros, reyes de armas, farautes, herreros, médicos, cirujanos, lanceros, sastres, bordadores, etc.

Hubo una gran concurrencia. Llegado el día señalado para dar principio al paso se presentaron en el puente de Orbigo tres caballeros uno alemán y dos valencianos.

Al día siguiente 12 de julio de 1434 Suero de Quiñones fue con sus compañeros a oír misa y vueltos de ella salieron poco después con gran aparato a recibir su campo y liza.

Montaba el jefe Suero de Quiñones un brioso caballo con paramentos azules y en la divisa el mote Il faut deliberer. Formaban parte de la comitiva los trompetas y atabales del rey y de los caballeros.

Buen número de estos caballeros iban a pie al lado de Suero y alguno le llevaba el caballo de las riendas. Para el servicio de liza se nombraron treinta escuderos, con gran número de ballesteros y piqueros, con sus respectivos capitanes.

Dada la señal entraron en liza Quiñones y después un caballero alemán. Mandaron sonar los jueces la música con grandes estruendos y en un tono rasgado de romper la batalla, al propio tiempo que el rey de armas y el faraute dieron el comienzo de la gala de esta manera Legeres aller, legeres aller, e fair son deber.

Los caballeros se lanzaron unos contra otros y se arremetieron lanza en ristre y comenzaron tan famosas fiestas con multitud de lances durante el tiempo que estuvo abierta la liza, con gran gentileza y gallardía de los combatientes.

Hubo un gran lujo de detalles y aparato que desplegaron, los encuentros y hechos de armas que tuvieron lugar.

Intervención de la Iglesia

La Iglesia trató de poner remedio a este tipo de ejercicios militares en tiempos de paz, prohibiendo los torneos y negando la sepultura eclesiástica a los que en ellos morían.

Sus disposiciones se mandaron observar por ejemplo en España por las leyes de Las Partidas.

Muchos papas lanzaron sus anatemas contra los torneos. Algunos ejemplos son los siguientes:

Inocencio II prohibió los torneos

No obstante esto, ni en el seno de la Iglesia hubo unanimidad sobre este tema ya que hubo papas como Urbano V que participó como espectador (El rey de Francia Juan II ofreció a Urbano V un torneo después de haber estado prisionero en Londres por la batalla de Poitiers dirigiéndose a la ciudad de Avignon con objeto de hacerse cruzado).

Otros que los toleraron e incluso participaron como espectadores, aunque hubo reyes que siguieron la prohibición de los torneos como el rey de Francia Felipe Augusto.

Hasta los mismos reyes participaron en ellos, como fueron Carlos VI, Francisco I de Francia y el desdichado Enrique II.

Capítulo XXII de las Ordenanzas de la Orden de Caballería de la Banda

Como curiosidad histórica, a continuación se recoge el capítulo XXII de las Ordenanzas de la orden de caballería de la Banda documento no muy conocido que en 1330 instituyó Alfonso XI, cuyo original se conserva en Briones (Navarra) y dice lo siguiente:

Decimos que la primera cosa que deben haver los fieles quando los cavalleros quisieren comenzar el torneo que an a catar las espadas que las non trayan agudas en el tajo nin en la punta, sin no que sean romas, et eso mesmo que caten que non trayan agudos los arcos de las carelinas; et otrosi que tomen jura a todos los cavalleros que non den con ellas de punta en ninguna guisa nin de rebes el rostro, et otrosi alguno cayere la carelina o el yelmo que non den fasta que la ponza; et otrosi si alguno cayese en tierra que el non estropellen, otrosi hanles de decir los fieles que comienzen el torneo quando tanniern las trompetas e los atabales, et quando quieren tender el annafil que se retiren fuera, e se recojan cada uno a su parte; et otrosi decimos que si el torneo fuere grande de muchos cavalleros en que aya pendones de cada parte, et se ovieren a tramar los cavalleros los vnos de los otros para se derribar de los cavallos, que los cavallos de los cavalleros que fueren ganados de la vna parte e de la otra que sean levaodos a do estudieren los pendones, et que no sean dados a los cavalleros que los perdieren fasta que sea el torneo pasado, et otrosi decimos que desque fuere pasado el torneo que se denen ayunar, todos los fieles e decir e escoger por la verbat que son tenudos de decir así como fieles segunt su entendimiento qual cavallero ovo la mejoría del torneo, también los de una parte como de la otra, porque den prez al vn cavallero de la vna parte e al otro de la otra, que fallaren que anduvieren y mejor e si fuere el torneo de treinta cavalleros ayuso decimos que aya quatro fieles de la una parte e otros quatro de la otra; et si fuere de cincuenta cavalleros o dende arriba que sean de ho fieles de la una parte et otros de ho de la otra, et si fuere el torneo de cient cavalleros o más, que sean doce fieles de la vna parte et doce de la otra.

La conclusión de este artículo es que en la Edad Media prevalecían las ideas caballerescas sobre otro tipo de circunstancias, es decir se cumplía el lema siguiente: Dios, mi rey y mi dama y la Caballería era el instituto o cuerpo armado decisivo en el resultado de las batallas ocupando los soldados a pie un papel más secundario, hasta que ya a partir del siglo XIV aparece la infantería suiza con batallones de infantería de erizadas picas, como premonición del advenimiento de la infantería a partir del siglo XVI en Europa.

Pero en los torneos no solo se ponía en juego el espíritu caballeresco ya que también servían para cultivar el ardor guerrero y prepararse para futuras contiendas militares. Eran unos ejercicios o juegos militares en tiempos de paz.

Los torneos medievales en la literatura clásica

En cuanto a los cantos populares que refieren a los torneos medievales de dichos siglos encontramos dos referentes icónicos que trascendieron hasta el día de hoy. “Poema del Mio Cid”, de autor anónimo narra como era el vivir de los guerreros que jugaban en los torneos medievales. El autor y la fecha de composición datan en coherencia con los torneos.

Portada del libro "Poema del Mio Cid"

  […] El rey de Granada y los ricos hombres no hicieron caso de las cartas del Cid; y cayeron esforzadamente sobre el rey de Sevilla, destruyendo todas sus tierras hasta el castillo de Cabra.

 Al ver esto, el Cid Ruy Díaz reclutó todas las fuerzas que pudo juntar entre cristianos y moros, y marchó contra el rey de Granada para expulsarle de las tierras del rey de Sevilla. Cuando esto supieron el rey de Granada y los ricos hombres que la acompañaban, enviáronle a decir que no sería él quien los echara de aquellas tierras. Oyólo el Cid Ruy Díaz, y se dijo que estaba obligado a castigarlos; y fue hacia ellos, y lidió con ellos en batalla campal que duró desde la hora de tercia hasta mediodía; y grande fue la mortandad de moros y cristianos por parte del rey de Granada. Así venció el Cid a sus enemigos, obligándolos a abandonar el campo. En esta batalla el Cid hizo prisioneros a don García Ordóñez y le arrancó un mechón de las barbas…, y también cogieron a otros muchos caballeros. Tantos fueron los enemigos presos, que se perdió la cuenta. Tres días los tuvo cautivos el Cid, y después los mandó soltar. Pero una vez presos, ordenó a los suyos que recogiesen todos los bienes y riquezas abandonados en el campo, y luego se reunió con su compañía y su botín a Almutamiz, rey de Sevilla.

 A él y a sus moros entregó, de los objetos rescatados, cuanto reconocieron por suyo, y aun de lo ajeno cuanto quisieron. Y desde entonces moros y cristianos apellidaron a Ruy Díaz de Viva el Cid Campeador, para recordar su bravura en las batallas.”[1]

Otro texto conocido es el “Cantar del Roldán” (“La Chanson de Roland”), un poema épico de varios de cientos de versos, escrito a finales del siglo XI en francés antiguo.

Fuentes

  • Francisco de Paula Mellado (editor).-Enciclopedia moderna: Diccionario universal de literatura, ciencias, arte, agricultura, industria y comercio, Madrid, 1851
  • Louis-Félix Guynement de Kéralio .- Enciclopedia metódica. Arte militar, Madrid: Impr. Sancha, 1791.
  • Joaquín Bastús (editor).- Diccionario histórico enciclopédico, Barcelona: Imp. Roca, 1828-1833, 4 vols.
  • Montaner y Simon (editores).- Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, Barcelona, 1887-1910.

Véase también

Bibliografía complementaria

Para conocer más a fondo los Torneos en la Edad Media consultar las siguientes obras y documentos:

  • Ordenanzas de la orden de caballería de la Banda que instituyó el rey de Castilla Alfonso XI en 1330, cuyo original se conserva en el archivo de la villa de Briones en Navarra (documento).
  • Bernard Prost.- Traicté de la forme et devis comme on faict les tournois, París: A. Barraud, 1878.
  • Ceremonial o sumario de batalla a todo trance escrito en Lemosin en 1470 (documento).
  • Christopher Gravett.- Los caballeros de los torneos, Madrid: Ediciones del Prado, 1995.
  • Claude François Menestrier.- Traité des tournois, ioustes,..., Lyon: J. Muguet, 1669.
  • David Crouch.- Tournament, Londres, 2005.
  • Libro del Paso honroso defendido por el excelente caballero Suero de Quiñones, compilado de un libro a mano de por F. Juan de Pineda,1902, New York, De Vinne Press (documento).
  • Esther Merino Peral.- De la guerra al espectáculo cortesano: el arte efímero en el torneo, Málaga, 2002.
  • Francisco de Paula Canalejas.- Los poemas caballerescos y los libros de caballería, 1876, Madrid.
  • Francisco de Alcocer.-Tratado del juego en el qual se trata de las apuestas, suertes, torneos, fustas, Salamanca 1559.
  • Georges Adrien Crapelet.- Le combat de trente bretons contre trente anglois,..., París, 1827.
  • Jean Flori.- Caballeros y caballería en la Edad Media, Barcelona: Paidós, 2001.
  • Jesús D. Rodríguez Velasco.- El Debate sobre la caballería en el siglo XV:...., Valladolid: J. de C. y L., 1996.
  • José Enrique Ruiz-Domenec.- La Caballería o la imagen cortesana del mundo, Génova, 1984.
  • Léon Gautier.- La Chevalerie, Puiseaux, 1996.
  • Les tournois du roi René d'apres le manuscrit et les demin originaux de la Bibliotheque Royale, 1828 París (documento).
  • Francisco Carrera i Candi.-La caballería a Cataluña..., Barcelona 1899.
  • Mary Arlene Santini.- The tournament and literature:...., New York: P. Lang, 1999.
  • Maurice Keen.- La Caballería: la vida caballeresca en la Edad Media, Barcelona: Ariel, 2010.
  • Paolo Propersio.- Armaduras y torneos, Barcelona: Timun Mas, 1980.
  • Pol de Courcy.- Le combat de trente Bretons contre trente Anglais:..., París, 1976.
  • Richard Barber.- Tournaments:...., Woodbridge, 2000.
  • Richard W. Kaeuper.- Chivalry and violence in medieval Europe, Oxford, 1999.
  1. ESPASA CALPE S. A. (ed.). «Cantar primero "Destierro del Cid"». Poema del Mio Cid (Ramón Menéndez Pidal & Alfonso Reyes, trads.). Colección Austral (en castellano antiguo) (23 edición). Madrid, España. p. 13 |página= y |en= redundantes (ayuda).