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Piedras Negras (sitio arqueológico)

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Piedras Negras es un sitio arqueológico de la cultura maya, que contiene importantes vestigios de una de las ciudades más importantes del clásico maya; aunque la cerámica encontrada aquí demuestra que fue ocupada del 700 a. C. al 820, su máximo esplendor se desarrolló del 600 al 810.

Piedras Negras es el nombre moderno de esta ciudad maya que fuera la más grande de la cuenca del Usumacinta, y es considerada uno de los monumentos culturales más importantes de Guatemala, a pesar de su aislamiento.

Localización

Piedras Negras pertenece a las ciudades de la Cuenca del Usumacinta y se encuentra localizada en la ribera derecha de este río y rodeada de varias antiguas ciudades mayas, como La Joyanca, La Honradez, Pajaral, Zapote Bobal y La Pasadita, entre otras. Se encuentra en el oeste del Petén, Guatemala, en el Parque nacional Sierra del Lacandón.

Toponimia

El nombre "Piedras Negras" se debe al color de las piedras usadas en su construcción, su nombre Maya fue Yo’ki’b ("La Entrada" , "El Agujero" o "La Gran Puerta" ). Algunos piensan que este nombre se debe a un enorme cenote, ahora seco, que fue recientemente descubierto en el sitio,

Exploraciones

Teobert Maler (1895 - 1898)

Uno de los primeros investigadores en llegar al sitio fue Teobert Maler, quien hizo un viaje por el área maya en 1895, que lo llevó a varios lugares, entre ellos Piedras Negras, donde tomó las primeras fotografías de las esculturas.[1]​ Más adelante, en 1898, patrocinado por el Museo Peabody de Arqueología y Etnología, Maler volvió a Piedras Negras en donde pasó cuatro meses explorando la ciudad.[2]

Proyecto de la Universidad de Pensilvania (1931 - 1939)

Entre 1931 y 1939 el arqueólogo Sylvanus Morley también visitó el sitio en un proyecto que duró casi una década de exploraciones intensivas patrocinado por el Museo de la Universidad de Pensilvania. Este proyecto produjo un buen registro de la escultura monumental y el conocimiento de la cúspide de algunos templos

Fue por este proyecto que la arqueóloga Tatiana Proskouriakoff, (1909-1985) llegó como dibujante a este lugar entre 1934 y 1938.[1]​ La notable arqueóloga rusa estudió e ilustró Piedras Negras a profundidad, y al estudiar la Estela 14, contribuyó a descifrar la compleja escritura maya en 1957.[3]

La investigadora estableció sus propios métodos de copiar y analizar científicamente las inscripciones, lo que le valió el revolucionario descubrimiento de la historia dinástica en las inscripciones. Al analizar las fechas, Proskouriakoff se dio cuenta de que eran ciclos de aproximadamente 50 años, entonces propuso que esto se refería a la vida y muerte de una persona del alto rango. A partir de allí se reconoció que los textos también eran históricos.[3]​ Sin embargo, el proyecto se suspendió debido a la Segunda Guerra Mundial, y el sitio de Piedras Negras cayó en el abandono.[1]

Escobedo y Houston (1997 - 2004)

Nuevas investigaciones se efectuarían en cinco etapas, se desarrollaron de 1997 a 2000 y 2004, siendo dirigidas por los arqueólogos Héctor L. Escobedo y Stephen D. Houston. En la primera de estas etapas, participó el arqueólogo Tomás Barrientos, director del Departamento de Arqueología de la Universidad del Valle de Guatemala. Como resultado de esas cinco etapas de exploración, hoy se sabe que la ocupación del sitio se inició en el Preclásico Medio maya, cerca del 600 a.C y que la población fundadora de Piedras Negras llegó del centro de Petén.[1]

Últimas exploraciones

Después de las cinco temporadas dirigidas por Escobedo y Houston, la Fundación Defensores de la Naturaleza patrocinó algunas excavaciones menores, a cargo del arqueólogo Luis Romero. En la actualidad no hay investigaciones en el sitio.

Historia

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Principales sitios arqueológicos del período clásico


Piedras Negras es la mayor de las ciudades que estaban a la orilla del río Usumacinta y una población que dominó la región por gran parte del período Clásico Tardío. Al parecer, su nombre maya era «Yokib'» (español:Entrada), debido probablemente a una gran caverna subterránea que se encontraba en los alrededores de la ciudad y que los antiguos mayas creían que era la entrada al averno,[4]​ o bien, a su posición estratégica en la planicie del moderno estado de Tabasco.[4]​ La ciudad estuvo habitada durante unos mil años, en los cuales vivió tiempos de gloria y derrota; la ocupación del sitio se inició en el Preclásico Medio maya, cerca del 600 a.C y se sabe debido a las grandes afinidades de la cerámica, que los primeros habitantes de Piedras Negras llegaron del centro de Petén.[1]

La ciudad se desarrolló en la margen derecha del río Usumacinta, esta estratégica ubicación, le permitió tener un importantes redes de comercio con otras ciudades de la Cuenca del Usumacinta y con ciudades de las tierras mayas altas, lo que propició un importante crecimiento de su población, convirtiéndola en la ciudad maya más importantes y grande de la región, lo que provocó serias disputas con sus vecinos, desembocando en continuas y sangrientas batallas.

Durante su existencia, hubo cuatro gobernantes del período Clásico Temprano y en uno de los monumentos de ese período, el Altar I, se encontraron evidencias de que los orígenes de las dinastías reinantes se remontaban al pasado mitológico de la Cultura Maya.[4]​ Hacia el final del Clásico Temprano los edificios del período que se encontraba en el Grupo Oeste fueron demolidos como parte de un ritual de destrucción, que probablemente ocurrió durante el reinado de K'inich Yo'nal Ahk I (603 a 639 d. C.), quien habría iniciado su reinado luego de una cruenta derrota que acabó con el lineaje real anterior y por eso decidió destruir los antiguos edificios y edificar los suyos propios.[5]

Entre el año 608 a. C. hasta el 810 d.C, cada uno de los veintidós Hotun —períodos de mil ochocientos días —que ocurrieron fueron conmemorados con la escultura de un monumento.[6]​ debido a esto, la arqueóloga Tatiana Proskouriakoff fue capaz de estudiarlos y presentar la hipótesis de que los textos mayas se referían a acontecimientos políticos e históricos, y que no solamente se hacían inscripciones míticas, astronómicas o religiosas, como se creía hasta ese momento.[6]​ Proskouriakoff se dio cuenta de que la secuencia de las fechas de las estelas formaban seis grupos, cada uno de los cuales se iniciaba con la representación de una figura masculina sentada en un posición elevada, que ella interpretó como la fecha de ascenso al poder. Por su parte, el resto de las estelas en cada grupo conmemoraba cinco años transcurridos en el reino de cada uno de los gobernantes.[6]

Guerras

La historia política de Piedras Negras está marcada por una rivalidad continua con su vecina Yaxchilán y ocasional con La Mar, Palenque, Hix Witz, Sak Tz'i, Wa-Pájaro, Pomoná, y Moral Reforma. De hecho, se sabe que Piedras Negras y Yaxchilán fueron dos grandes enemigos que luchaban por dominar el área del Usumacinta.[1]

Para poder enfrentar estas continuas guerras y dominar la región, los monarcas de Piedras Negras, establecieron a través del tiempo diversas alianzas con otras ciudades como Calakmul, El Cayo, Lacanhá, Bonampak y El Naranjo-La Florida. Con Calakmul, Piedras Negras formó un importante eje militar, que le permitió enfrentar a Palenque, y dominar en diversos momentos las ciudades del oriente de Tabasco como Pomoná, Moral Reforma, Panhalé, y Santa Elena, con lo que en un momento dado, logró controlar el paso por el Usumacinta, importante cruce de mercancías, armas y personas.

Prueba de ello, es que según una interpretación retomada recientemente por Stephen Houston, el rey de Calakmul parece haber participado en una ceremonia en Piedras Negras, en febrero de 662 d. C. Y cinco días después, Piedras Negras ataca Santa Elena y otro sitio que se cree es Pomoná que en ese entonces eran dominadas por Palenque, y más tarde, en el año 790 dC sostuvo nuevamente otra guerra en contra de Pomoná, a quienes derrotó, pudiendo controlar el paso por el Usumacinta.[7]

Estela Piedras Negras, Museo de Arqueologia de Guatemala

Las disputas entre Palenque y el eje Calakmul - Piedras Negras por las ciudades del oriente de Tabasco mantuvo la zona en una lucha constante entre las ciudades mayas.

Decadencia y abandono

La decadencia de Piedras Negras se dio cuando Yaxchilán cobró auge a mediados del siglo VII. El último rey de Piedras Negras fue capturado por Yaxchilán. De hecho, el famoso trono del gobernante 7 se encontró en pedazos, destruido por los invasores. El abandono del sitio se da a inicios del siglo ix.[1]

Arquitectura

Maqueta de Acrópolis Piedras Negras, en Museo Nacional de Arqueologia y Etnologia de Guatemala

La arquitectura de Piedras Negras, está considerada entre las más hermosas de las ciudades mayas de la Cuenca del Usumacinta, pues aunque no tiene edificios tan grandes como Tikal o El Mirador, tiene ricos detalles de diseño.[1]​ El sitio tiene dos campos de juego de Pelota, hay varios palacios abovedados, así como Templos Piramidales, incluyendo una que está conectada a una de las varias cuevas del lugar. Lo más destacado sin embargo son sus finas estelas y paneles grabados, de los mejor calidad en el área maya.

En la orilla del río Usumacinta, hay un risco que tiene grabado el Glifo Emblema de Yo’ki’b (Piedras Negras). Durante el período Clásico, tuvo relaciones estrechas con Tikal y fue enemiga de Yaxchilán.

Un aspecto característico de Piedras Negras, es la existencia de ocho baños de vapor. El baño siete, que fue dibujado por la arqueóloga rusa Proskouriakoff, es uno de los más emblemáticos, y de los más elaborados que existen en el mundo maya. Es el único que tuvo arquitectura monumental y está localizado en un espacio ceremonial. A la salida se ubica un cuarto con bancas donde los usuarios se podían cambiar. Tiene puerta trasera donde ponían las piedras calientes.[1]

Este sitio tiene más baños de vapor que cualquier otro en toda la región, y hay una gran variedad en su construcción, lo que lo hace único.[1]

Galería de imágenes

Ejemplos de las estelas encontradas en Piedras Negras y el área de la cuenca del Usumacinta[2]

Enlaces externos

Véase también

Referencias

  1. a b c d e f g h i j «Yo’ki’b: El Agujero». Prensa Libre. Guatemala. 2012. Archivado desde el original el 29 de julio de 2012. Consultado el 3 de septiembre de 2014. 
  2. a b Maler, 1901.
  3. a b Proskouriakoff, 1946
  4. a b c Sharer y Traxler, 2006, p. 421
  5. Sharer y Traxler, 2006, p. 422.
  6. a b c Sharer y Traxler, 2006, p. 424
  7. Zona arqueológica de Pomoná, en Tabasco, México (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).

Bibliografía

Enlaces externos