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Inmaculada Concepción (Zurbarán,1635, Museo del Prado)

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Inmaculada Concepción
Año ca. 1635
Autor Francisco de Zurbarán
Técnica Óleo sobre lienzo
Estilo Barroco
Tamaño 101 cm × 77 cm
Localización Museo del Prado, Madrid, España

Inmaculada Concepción es el tema de un cuadro de Francisco de Zurbarán realizado ca.1635. Es una de las tres obras de esta temática, realizadas por Zurbarán, que posee el Museo del Prado, y compone el número 43 en el catálogo razonado y crítico, realizado por la historiadora del arte Odile Delenda, especializada en este pintor.

Introducción

Aunque la Inmaculada Concepción no fue decretada como dogma de la Iglesia católica hasta 1854, en España gozó de una gran consideración ya desde la Edad Media. La elaboración iconográfica de este tema se fue gestando a lo largo de siglo XVI, a partir de la plasmación visual de un versículo del Apocalipsis de San Juan, complementado con ciertos atributos marianos de las letanías de Loreto. En 1570, Johannes Molanus celebraba esta nueva interpretación artística,.en su tratado De picturis et imaginibus sacris. Durante los años de aprendizaje de Zurbarán en Sevilla —1614-1617— el ambiente espiritual y artístico de esta ciudad contribuyó a la creación de una nueva imagen de este tema.[1]

Descripción de la obra

Datos técnicos y registrales

Análisis de la obra

La pintura está compuesta de una parte celestial y de otra terrenal, mucho más pequeña. Ambas partes tienen un fondo completamente dorado, con símbolos de las letanías lauretanas. En la parte celeste, la la Virgen aparece erguida sobre una luna creciente. Viste un manto azul profundo sobre una túnica blanca. Su silueta es piramidal, ensanchada, con sus brazos abiertos y las palmas hacia el Cielo, en actitud de oración. Está representada como la prometida del Cantar de los Cantares: «la que sube del desieto»[4]​ y «la que surge del alba, bella como la luna, esplendorosa como el sol».[5]​ Alrededor de su cabeza hay multitud de cabezas de querubines entre nubes, formando un círculo dorado. El sol ilumina a María por detrás, como si su figura surgiera de un halo de luz dorada. Los atributos de las letanías apenas se aprecian, casi ocultos entre las nubes. En la parte inferior —terrenal— los símbolos de las letanías están representados de una manera muy tenue.[6]

En su conjunto, la composición resulta un poco desmañada, la luna demasiado ancha y las cabezas de los angelitos bajo la Virgen son poco hermosas. Quizás la participación del taller explique estas imperfecciones.[7]

Procedencia

  1. Gran Bretaña, colección privada, antes de 1972;
  2. Londres, Colnaghi & Co., 1974;
  3. Nueva York, venta Christie’s, 15 de enero de 1985, n° 96 (132.000 $);
  4. Madrid, colección Plácido Arango Arias.
  5. Donación al Museo del Prado, en 2015.[8]

Referencias

  1. Delenda, Odile. Francisco de Zurbarán. p. 107 a 109. 
  2. Museo del Prado (ed.). «La Inmaculada Concepción». Consultado el 13 de diciembre de 2021. 
  3. Delenda, Odile. Francisco de Zurbarán. Catálogo razonado y crítico. p. 190. 
  4. BibleGateway (ed.). «El cortejo de bodas». Consultado el 13 de diciembre de 2021. 
  5. BibleGateway (ed.). «Mutuo encanto del esposo y de la esposa». Consultado el 13 de diciembre de 2021. 
  6. Delenda, Odile. Francisco de Zurbarán. Catálogo razonado y crítico. p. 190-191. 
  7. Delenda, Odile. Francisco de Zurbarán. Catálogo razonado y crítico. p. 191. 
  8. Francisco de Zurbarán. Francisco de Zurbarán. Catálogo razonado y crítico. p. 190. 

Bibliografía