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Tolerancia social

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La tolerancia, del latín tolerare (sostener, soportar), es una noción que define el grado de aceptación frente a un elemento contrario a una regla moral, civil o física. Más generalmente, define la capacidad de un individuo de aceptar una cosa con la que no está de acuerdo. Y por extensión moderna, la actitud de un individuo frente a lo que es diferente de sus valores.

Georges Clémenceau, a quien un oponente político pedía un poco más de tolerancia, contestó: "¿Tolerancia? Hay casas para ello!" (Esta palabra se atribuye sobre todo a Claudel)

La noción de tolerancia se aplica a numerosos dominios:

  • la tolerancia social: actitud de una persona o de un grupo social ante lo que es diferente de sus valores morales o sus normas;
  • la tolerancia civil: distancia entre las leyes y sus aplicaciones y la impunidad;
  • la tolerancia según Locke: "dejar de combatir aquello que no se puede cambiar";
  • la tolerancia religiosa: atitud ante las confesiones de fe diferentes;
  • la tolerancia técnica: margen de error aceptable, o capacidad de resistencia a una agresión.

Tolerancia social

La tolerancia social es la capacidad de aceptación de una persona o de un grupo ante lo que no es similar a sus valores morales o las normas establecidas por la sociedad.

Lo que la tolerancia no es

A menudo se tiende a asimilar la tolerancia a unas nociones, que aunque cercanas en algunos puntos, se revelan fundamentalmente diferentes.

La indiferencia

La indiferencia es no sentir ni placer, ni dolor, frente a lo que se percibe. No es en absoluto necesaria la tolerancia frente a cosas por las cuales no se siente emoción alguna. Por ejemplo, una persona para quien las cuestiones religiosas no son una preocupación, no puede ser calificada de tolerante en materia religiosa.

La sumisión

La sumisión es la aceptación bajo constricción. Para que haya tolerancia, debe existir una elección deliberada. Sólo se puede ser tolerante con aquello que uno tiene el poder de (intentar) impedir.

La indulgencia

La indulgencia va más allá de la tolerancia, pues es una disposición a la bondad, a la clemencia, una facilidad de perdonar, mientras que la tolerancia puede ser condescendiente.

El respeto

El respete supone que se comprenda y comparta los valores de una persona o de una idea cuya autoridad o valor actúa sobre nosotros. A través del respeto, juzgamos favorablemente algo o a alguien; por el contrario, a través de la tolerancia, intentamos soportar algo o alguien independientemente del juicio que le asignamos: podemos odiar aquello que toleramos.

Tolerancia e ideal

Se considera generalmente la tolerancia como una virtud, pues tiende a evitar los conflictos. Así Kofi Annan decía que "la tolerancia es una virtud que hace la paz posible."

En algunas filosofías, como la filosofía budista, la tolerancia es el primer paso hacia la ecuanimidad, es decir la aceptación sin esfuerzo. La tolerancia hacia lo que nos agrede, es un ejercicio para practicar sobre uno mismo.

"La tolerancia es un ejercicio y una conquista de uno mismo.", Ejercicio de felicidad, Albert Memmi

"El espíritu de tolerancia es el arte de ser feliz en compañía de otros.", Los puños sobre las íes", Pauline Vaillancourt

Tolerancia y reprobación

Sin embargo, se considera generalmente que no hay tolerancia sin agresión, es decir que sólo se puede ser tolerante frente a aquello que nos molesta (es decir con lo que no se está de acuerdo) pero que se acepta por respeto al individuo (el humanismo) o para la defensa de un ideal de libertad (el liberalismo).

La tolerancia por respeto al individuo se podría formular como:

"No estoy de acuerdo contigo, pero te dejo que lo hagas por respeto a las diferencias"

La tolerancia para la defensa de un ideal de libertad, está perfectamente ilustrada por una célebre citación atribuida de manera apócrifa a Voltaire ¹:

"No estoy de acuerdo con lo que me dices, pero lucharé hasta el final para que puedas decirlo".

La tolerancia es sea una elección dictada por una convicción, sea una elección condescendiente. En todos los casos, para que haya tolerancia, debe haber elección deliberada. Sólo se puede ser tolerante con aquello que uno puede intentar impedir. La aceptación bajo constricción es la sumisión.

Desde los años 1950, la tolerancia se define generalmente como un estado mental de apertura hacia el otro. Se trata de admitir maneras de pensar y actuar diferentes de aquéllas que uno mismo tiene.

Es tanto más difícil comprender un comportamiento (y eventualmente aceptarlo) cuanto que uno no conoce los orígenes del mismo. Por ello la educación se considera a menudo un vector de tolerancia.

Así Helen Keller decía "El mejor alcance de la educación es la tolerancia."

Tolerancia civil

Puesto que las mentalidades - en algunos sujetos - evolucionan más rápido que las leyes, existe un desfase entre la moral social (la de un grupo legítimo) y las leyes cívicas. Así, algunas disposiciones de la ley pueden, en un momento dado, ser reconocidas como inadaptadas y, por eso, no ser aplicadas más que parcialmente o nada en absoluto, por falta de medios.

Se puede citar como ejemplo:

  • las casas de tolerancia, establecimientos de prostitución antaño reglamentadas por la ley francesa y después prohibidas en 1920, en nombre de una mutación de la concepción del papel de las mujeres en la sociedad y del rearmamento moral que siguió a la victoria de 1918. No se trata pues de tolerancia sino de imposición de una nueva norma.
  • más cerca de nosotros, la no aplicación de las leyes sobre consumo de drogas consideradas con o sin razón "blandas", lo que es soportar lo que no se puede controlar.

Las modalidades de aplicación de la ley que deberían depender de los decretos que las promulgan, dependen de hecho a menudo de la disponibilidad del poder de hacer que se apliquen. Por ejemplo, los decretos Jean Zay (1936) prevén la prohibición de llevar signos religiosos y políticos en las escuelas francesas, sin embargo, la no aplicación de esos decretos a conducido a someter una nueva ley sobre el mismo tema en 2004.

Así Georges Clémenceau decía en Au soir de la pensée, "Toda tolerancia se convierte a la larga en un derecho adquirido."

La tolerancia según Locke

Históricamente, la primera noción de tolerancia es la defendida por John Locke en su Carta sobre la tolerancia, que es definida por la fórmula "dejad de combatir lo que no se puede cambiar".

Desde un punto de vista social, se trata de soportar aquello que es contrario a la moral (o a la ética) del grupo puesta como un absoluto. Se trata principalmente de reacción frente a un comportamiento que se juzga malo, pero que se acepta porque no se puede hacer otra cosa. Es pues a partir de una glorificación del sufrimiento que se establece una concepción ética de la tolerancia.

El respeto al individuo y a sus ideas interviene solamente a partir del momento en que no se puede convocar el poder público contra su manera de actuar y este respeto no aparece globalmente hasta a partir de 1948 y de la declaración universal de los derechos humanos.

En este marco, la tolerancia no es un valor individual, sino un dinamismo que evoluciona entre la recepción de la regla y la aptitud del poder para hacer que se respete la misma.

Esta noción de tolerancia depende pues de la manera en que el poder concibe su relación con la verdad y de los medios que está dispuesto a invertir par hacer valer esta concepción.

Ejemplo

Los debates contemporáneos sobre la homosexualidad. Mientras el poder público consideró las prácticas de esta minoría como un delito, era fácil amenazar a un homosexual con la pérdida de su trabajo u organizar cazas de homosexuales las cuales permanecían impunes.

Desde que el delito ha desaparecido del código civil de la mayoría de países democráticos, se respeta a los individuos al tiempo que se manifiesta en contra de aquellos proyectos que apuntan a reconocerles el pleno disfrute de los Derechos Humanos.

Tolerancia religiosa

La tolerancia religiosa es una atitud adoptada ante confesiones de fe diferentes o ante manifestaciones públicas de religiones diferentes. Ejemplo, el edicto de Tolerancia de 1786 (Francia) autoriza la construcción de lugares de culto para los protestantes con la condición de que su campanario sea menos alto que el de las iglesias católicas.

"La secta, es la Iglesia del otro", André Comte-Sponville, Diccionario de filosofía.

Hay que diferenciar tres dominios de tolerancia religiosa. En primer lugar, la tolerancia inscrita en los textos sagrados a los que la religión se refiere. Después, la interpretación que las autoridades religiosas han hecho de ella. Y por fin, la tolerancia del fiel, que, aunque guiado por su fe, no por ello permanece menos individual.

A pesar de que cada religión haya evolucionado más o menos independientemente, se constatan tres grandes tendencias ligadas a tres grandes periodos de la Historia.

El politeísmo antiguo

En el politeísmo antiguo (antes de la era cristiana), con frecuencia se constatan intercambios de divinidades de un panteón al otro, en particular en Europa del Norte y en Oriente Próximo. Podemos citar por ejemplo el caso de la civilización del antiguo Egipto, para el cual la tolerancia religiosa era un pilar (salvo durante el periodo de Akhenaton) y en cuyo país se albergó, en numerosas épocas, templos de divinidades extranjeras (Baal, Astarté, etc.). Lo mismo para Roma con la adopción de la diosa Isis.

No se puede hablar de tolerancia en el caso del panteón romano cuyo culto se confunde con el de la ciudad, y del emperador a partir de Augusto.

  • Por un lado la religión no se concibe como una expresión de la relación de un individuo con una divinidad, sino como la relación de un individuo con la sociedad romana en la cual el mismo debe integrarse, o también como la relación de una ciudad a su destino (Louis Gernet, la religión romana, Albin Michel). Los Viejos Romanos sólo conocen una religio: la suya; pero, seguidamente, la cultura romana se heleniza y se abre a cultos muy diferentes del mos maiorum (la costumbre); los otros cultos, si no se pueden captar (procedimiento de captatio) son considerados como superstitio. En la época de los apologistas, Celso testifica que no se trata, en lo que concierne al cristianismo, de tolerancia como apertura a los valores de otro, sino de tolerancia a aquello que no destruye el orden público. Sólo el judaísmo se beneficia del estatus de religio licita al lado de la religión nacional.
  • La importación de los cultos orientales (Isis, Mithra, etc.) por los soldados romanos que han partipado en las batallas orientales, representa al contrario una modificación del sentimiento religioso. No se trata de intercambio de divinidades sino de considerarse como devoto de Isis lo cual no impide la participación en los cultos urbanos. En cierta forma, el culto de Isis sustituye a las divinidades familiales para el soldado errante.

Solamente en el 311 un edicto de tolerancia, el edicto de Milán decreta la libertad de todos los cultos.

El monoteísmo

Con el desarrollo del monoteísmo (judaico, cristiano, e islámico) aparece la noción de exclusividad de lo divino.

  • Judaísmo: "No tendrás otro dios frente a mí." (Éxodo 20,3).
  • Cristianismo: "Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra." (Símobolo de los Apóstoles, siglo II)
  • Catolicismo: en 392 Ambrosio de Milán obtiene de Teodosio II un edicto que autoriza la ejecución de judíos, paganos y heréticos.
  • Protestantismo: "Diremos que se debe permitir la libertad de consciencia? De ninguna manera, si se trata de la libertad de adorar a Dios cada uno a su manera. Es un dogma diabólico.", Teodoro de Beza, 1570. En esto Teodoro de Beza es un excelente testigo de los primeros 150 años del protestantismo que fueron tan autoritarios como el catolicismo. Sin embargo, el giro tuvo lugar con John Locke y su carta sobre la tolerancia interviniendo en el conflicto entre la corriente calvinista y dogmática, y los Remostrantes.
  • Islam: "No hay más Dios que Alá" pero también sin constricción en religión (Corán 256/2).

Se entiende pues que la tolerancia no es una virtud intrínseca de tal o cual religión sino que depende de la elección de sus hombres y de sus jerarquías así como de su capacidad para asociarse con un poder.

El diálogo interreligioso

Así pues la tolerancia no siempre ha existido. Ya Platón, según un rumor del que se hizo eco Diogène Laërce, habría querido quemar en la plaza pública las obras de Demócrito. La apertura de la cultura griega a las culturas exteriores y el diálogo continuo de los filósofos entre ellos han generado un clima intelectual tenso pero propicio a los intercambios y a la reflexión. El la filosofía de las luces la que transforma aquello que parecía una debilidad para San Agustín de Hipona, teórico de la persecución legítima, tal y como lo presentaba Bossuet.

El símbolo del giro es esta frase de Voltaire: no me gustan tus ideas pero lucharé para que puedas expresarlas. Se constituye entonces un movimiento intelectual que lucha contra las intolerancias del cristianismo: "De todas las religiones, la cristiana es sin duda la que debe inspirar mayor tolerancia, aunque hasta ahora los cristianos hayan sido los más intolerantes de todos los hombres." (Diccionario filosófico, artículo Tolerancia 7).

El desarrollo de las ciencias religiosas en la filosofía alemana del siglo XIX a permitido el establecimiento de un saber laico sobre el fenómeno religioso que es percibido como una amenaza por las religiones. Tal fue la apuesta de la crisis modernista, tal es aún la apuesta de bastantes conflictos que tiene algo que ver con el fenómeno religioso.

Los medios de transporte y de comunicación de siglo XIX y del siglo XX han permitido intercambios culturales que no facilitan tanto el diálogo interreligioso. La democratización del viaje se hace por el método del viaje organizado que raramente permite un encuentro con el autóctono. Por el contrario, los intercambios de estudiantes, hasta ahora reservados a las clases superiores de los países desarrollados, podrían mejorar la situación por medio de subvenciones europeas, tales como el programa ERASMO.

Por el hecho de que la mayoría de las religiones tienen vocación para enseñar sólo aquello que cree verdadero, designando por todas las variantes de lo falso a todo aquello que no han expresado ellas mismas (método de los epiciclos copernicianos descrito por primera vez en el dominio religioso por John Hick en God Has Many Names (1988) y popularizado desde entonces por Régis Debray en El Fuego sagrado: Función de lo religioso, Fayard, 2003), no se puede decir que la cultura religiosa del Europeo medio haya avanzado mucho.

La reflexión sobre la verdad religiosa, a pesar de estar bien descrita por Michel de Certeau s.j. en La invención de los cotidiano, t. II: maneras de creer no ha sido retomada por religión alguna. El creyente ignora pues lo sagrado de los demás y exige de esos mismos demás la reverencia para aquello en lo que él cree, reverencia que él por su parte no está dispuesto a manifestar hacia sus interlocutores.

¿Cómo conciben la tolerancia las religiones actuales?

Véase el artículo especializado: tolerancia religiosa

Tolerancia técnica

La tolerancia técnica es el margen de maniobra aceptable, o la capacidad de resistencia a una agresión.

En las ciencias aplicadas, la tolerancia es a menudo sinónimo de capacidad de resistencia a un problema, una agresión.

Ingeniería mecánica

Electrónica

Debido a sus técnicas de fabricación muy críticas, todos los componentes electrónicos tienen márgenes de funcionamiento y rendimientos bastante irregulares, pudiendo éstos variar de lo simple a lo doble - véase más para las ganancias de los transistores. La industria electrónica ha establecido por tanto todo un sistema de localización y marcaje de las tolerancias en los componentes. Con bastante frecuencia, solamente después de determinados tests de validación se efectúa el marcaje de componentes con las indicaciones adecuadas.

Informática

El software informático, debido a su complejidad creciente, no es perfecto y tiene una capacidad más o menos grande para tolerar todo tipo de errores: errores internos, errores humanos de lectura de datos, errores de material, o errores de programas terceros. Estos errores, si son mal gestionados pueden inducir fallos y, consecuentemente, un comportamiento errático del ordenador, el cual se supone que jamás debe cometer errores.

Una mayoría de problemas de tolerancia del sofware viene del hecho que los desarrolladores presuponen demasiado a menudo el margen de datos que el programa va a recibir por parte de los sistemas que interactúan con él (usuario, sistema operativo, etc.). A parte de los bugs provenientes de los errores de programación, los disfuncionamientos del programa se deben a menudo a situaciones no previstas.

Ver también:

Inmunología

En inmunología, la tolerancia es la capacidad de un organismo para aceptar la presencia de cuerpos extraños en su entorno. Esta tolerancia tiene una importancia capital en el proceso de trasplante de órganos.

Para saber más: tolerancia inmunológica.

Tolerancia monetaria

En el vocabulario monetario la tolerancia designa el margen máximo admitido entre el título o el peso reales y el equivalente legal de una moneda.

Artículos relacionados

Enlaces externos

  • http://www.tolerance.ca Webzine canadiense. Tolerance.ca publica artículos en francés y en inglés. Independiente y neutral frente a cualquier orientación política o religiosa,

Tolerance.ca intenta dar a conocer los grandes principios democráticos sobre los cuales descansa la tolerancia.


1. La única versión conocida de esta citación es de la escritora inglesa Evelyn Beatrice Hall, "I disapprove of what you say, but I will defend to the death your right to say it." The Friends of Voltaire, 1906. Si se creen ciertos comentaristas se encontraría en una carta del 6 de febrero de 1770 para el señor Riche en la que Volaire dice: "Señor abad, odio lo que usted escribe, pero daría mi vida para que usted pueda seguir escribiendo."

El gran problema es que, si se consulta la carta misma, la frase no figura en ella, ni siquiera la idea. Como es corta, más vale citarla en su totalidad para poner punto final a esta leyenda:

Al SEÑOR LE RICHE,

EN AMIENS.

6 de febrero.

Usted ha abandonado, señor a Welches por Welches. Usted Encontrará en todas partes bárbaros testarudos. La cantidad de sabios siempre será pequeña. Es cierto que está aumentada; pero ello no es nada en comparación con los necios; y, por desgracia, se dice que Dios siempre está para los grandes batallones. La gente honrada debe mantenerse apretada y cubierta. No hay manera de que su pequeña tropa ataque el partido de los fanáticos en campo abierto.

He estado muy enfermo, casi me muero todos los inviernos; por ello, señor, le he contestado tan tarde. No estoy menos tocado de vuestro recuerdo. Deje que nuestra amistad continúe; ella me consuela de mis males y de las necedades del género humano.

Reciba mis más cordiales, etc.

Voltaire, a fin de cuentas, no dudaba en desear la censura contra las obras que no le gustaban. He aquí lo que escribe en el artículo "Ateísmo" del Diccionario filosófico:

Aristófanes (ese hombre que los comentaristas admiran porque era griego, sin pensar en que Sócrates era griengo también), Aristófanes fue el primero que acostumbró a los Atenienses a mirar a Sócrates como un ateo.

[...]

Los curtidores, los zapateros y las costureras de Atenas aplaudieron una farsa en la cual se representaba a Sócrates levantado en el aire dentro de un cesto, anunciando que no había Dios, y jactándose de haber robado un manto mientras enseñaba filosofía. Un pueblo entero, cuyo malo gobierno autorizaba licencias tan infames, se merecía bien lo que le ha sucedido, convertirse en el esclavo de los Romanos, y serlo hoy de los Turcos.

CONCLUSIÓN

La tolerancia en la sociedad no es mas que el respetar los ideales de otros, recordemos que todos los seres en este mundo somos distintos y pensamos de diversas formas, una y una ayuda a que nuestra sociedad vaya cambiando y si el o ella no tiene los mismo ideales no hay mas que respetar su decisión y mantener un orden. No tratar de cambiar sus ideales y mucho menos recurrir a medios agresivos, cada quien a donde quiere ir.