“No conozco ninguna estrella mainstream que haya transicionado física y químicamente”, dice la rapera y cantautora puertorriqueña Villano Antillano sobre el profundo proceso que la llevó a declararse mujer trans, una evolución que informa su extraordinario álbum debut, La Sustancia X. “Antes no había sentido todo lo que viene con tener un cuerpo que se rige por el estrógeno, desde el gusto de la comida hasta la manera en que proceso la música. Hay una travesía muy bella en eso y este disco es el soundtrack de mi transición”. Villano cobró notoriedad en 2022, cuando colaboró con el productor argentino Bizarrap en una sesión que derrocha actitud, un virtuosismo delirante en las rimas y un delicioso sentido del humor. La Sustancia X transita por ese mismo universo estético, un espacio singular que se nutre de reggaetón y trap con ecos de pop, house y rock. “Pienso que las personas trans tratamos de recuperar la infancia porque hasta cierto punto no la tuvimos”, agrega con una sonrisa melancólica. “A mí me encanta fumar marihuana y ver caricaturas. Estaba viendo Las chicas superpoderosas y en la intro dice que ‘azúcar, flores y muchos colores’ son los ingredientes para crear una niñita perfecta, pero ahí se agrega la sustancia X, que las hace súper. Entonces se me ocurrió que, en realidad, las chicas superpoderosas son trans. Así llegamos al título de este álbum, grabado con la esperanza de que cada persona que lo escuche pueda encontrar su autenticidad, su propia Sustancia X”. A continuación, Villano Antillano comenta las canciones del disco, una por una. Precaución, esta canción es un hechizo “Ser una persona caribeña y crecer en Puerto Rico tiene mucho misticismo. Culturalmente hemos crecido, de alguna manera, rodeadas de magia. También hay mucho miedo y temor a Dios. Ser una persona trans, alguien que se sale de la heteronorma que Dios supuestamente creó, es como crecer dentro de una condena perpetua. Me baso un poco en eso, incluso mi nombre artístico es una ironía. No soy una mala persona, para nada, pero así es como el mundo me quiere catalogar. Entonces yo, cínica al mil, hago uso de eso y lo convierto en arma, en una estrategia. Quería empezar con ese tono místico y supersticioso, porque creo que detrás de las mujeres trans existe toda esa magia. Hay muchos hombres que nos codician, pero por eso mismo nos matan. Ese encontronazo entre el machismo y mil rollos más. En esta primera canción quería establecer un precedente de cómo será esta travesía sónica, ponerme en un tono serio y hacer algunas declaraciones importantes”. Hedonismo “Además de todas las tragedias y cosas difíciles que he vivido, he sido una persona sumamente feliz. Mi vida corrió peligro, pero siempre fui a buscar todo lo que quise y nada me detuvo. Desde el inicio de la humanidad, muchas de las tendencias populares tienen raíces queer, eso es innegable. Entonces pienso que este es el momento para una persona queer o trans, es una inyección de esas perrerías en su estado más puro, porque no fueron diluidas por concepciones cis heterosexuales. ‘Hedonismo’ es una canción supercrítica donde digo cosas que en realidad no pienso que estén bien, como el uso de drogas o la delgadez en todas las esquinas. Esa búsqueda eterna de ser linda, blanca y flaca que es enteramente irreal. Son privilegios que yo tengo, pero a la vez son cosas que deben ser cuestionadas”. Cáscara de Coco “Me fui a la raíz del reggaetón con el que crecí: la época dorada de Tego Calderón, Randy en su apogeo, Daddy Yankee. Creo que Don Omar es uno de los artistas más cabrones que han existido. Recuerdo lo que significaron para mí canciones como ‘Salió El Sol’ y esa pesadez tan fuerte que sentía. Antes le huía mucho a la idea de hacer reggaetón, es algo que respeto mucho porque crecí con esa música. ‘Ya le voy a meter cuando esté bien sólida, para que no pueda fallar’, pensaba. ‘Cáscara de Coco’ es como volver a la raíz con la que crecimos tantos talentos de mi generación. Hay algo del pasado que estoy replicando y haciendo más futurista. Mi identidad es futuro, es decirte que ya estamos en otra era y existe esa dualidad”. Kaleidoscópica “Yo siento mucho las pistas. Cada vez que me adentro en un proyecto, aprendo de todas las personas que lo componen. Me pasa con los ingenieros de audio, los productores, la gente que crea sets para los videos. Tengo videos supercabrones, pero no los tendría si no fuera por estas personas que consiguen los materiales para entenderme y crear la visión que tengo en mi cabeza. ‘Kaleidoscópica’ es la hermanita de ‘Cáscara de Coco’, fueron hechas en la misma sesión y con el mismo productor. En el Caribe tenemos problemas de abuso de sustancias duras. A pesar de glamorizarlo, que es un acto egoísta y hedonista, quiero crear un poco de conciencia con el tema. He utilizado un sinnúmero de drogas y me encantan los hongos. Algunas de mis letras más poderosas las puedo unir a ciertos trips que tuve. He explorado mucho de mi conciencia a través de los psicodélicos”. Yo Tengo Un Novio “Mis canciones son autobiográficas. Considero que los artistas que crean música para contar historias, como Gustavo Cerati o Sade, a quienes admiro un montón, se toman un tiempo entre álbumes. Es algo que voy a tener que hacer, porque necesito vivir para poder crear. Me considero una cuentacuentos. Hay algo de tradición oral en mi trabajo, porque hablo también de las experiencias de un colectivo específico. Hay un término que se llama ‘bugarrón’: un hombre callado y discreto al que le encantan las mujeres como yo. Si nos ven de día nos matan, pero por las noches es otra historia. Y eso existe en todas partes del mundo. ‘Yo Tengo Un Novio’ es la historia de este hombre que de alguna manera se salió de sus prejuicios porque yo le gustaba lo suficiente. Hablo de esa fantasía, de lo lindo que sería poder encajar en su mundo, en el que realmente no encajo y nunca voy a encajar. Esa fantasía linda de entretener, pero señalando lo agresivo de esa dinámica. La tasa de feminicidios y transfemicidios es una cosa increíble. Puntualizar esas cosas para que lleguen a la música mainstream es muy poderoso”. Hello Kitty! “Es una canción acerca del perico, que es la cocaína. Es notable el uso de sustancias en Puerto Rico. Yo creo que hemos vivido siempre bajo el régimen de una colonia. Como que estamos siempre emborrachándonos y de fiesta para no enfocarnos en los problemas reales y estructurales que la colonia supone. Hasta el sol de hoy, es así como vivimos. Nos encantan la fiesta y el jolgorio, pero también es para escapar al sufrimiento. De la misma manera que hacemos eso colectivamente como país, las personas queer lo hacemos al doble, porque sabemos que literalmente es imposible vivir aquí, donde nos persiguen y acribillan. Hice esta canción como una oda, pero también como un ejercicio de puntualizarlo. Yo participo a veces en el problema, pero sé que es un problema”. Puesta “Tengo una vena rockera bien fuerte. Crecí escuchando rock y de cierto modo es el género que más me llegó, con el que tengo más memorias formativas. La mayoría de las canciones que me transportan a momentos de mi infancia son de salsa y rock. Quería traer todo ese amor a la mesa y además con alguien increíble como La Dame Blanche. Me da ilusión que sea una mujer cubana y una artista tan cabronamente completa. En Puerto Rico está criminalizada la protesta y hay una consigna de lucha que es P. P. P. Estamos P. P. P., ‘puestas p’al problema’. De ahí nace ‘Puesta’, porque ‘si me cucas, estoy puesta; nos vamos a encontrar y nos vamos a ir a la carnada’”. Mujer “Cuando escuché el último álbum de iLe, hablé con ella y le dije que su música me hacía sentir orgullosa de ser una mujer puertorriqueña. Fue magnífico verla crear y ser una artista en el mismo espacio y tiempo que ella; también conocerla, ver lo humilde y preciosa que es. El coro de esta canción lo escribí en mi teléfono durante un trip de hongos bien fuerte. Fue una de las primeras veces en mi vida en las que sentí cómo es estar en un trance. Quizás por la manera tántrica en la que se dicen las palabras, suena como un hechizo. Hasta cierto punto fue un mantra lo que me estaba repitiendo en ese viaje psicodélico. Creo que esta letra refleja tanto de la lucha que hemos vivido yo y todas las mujeres puertorriqueñas, trans y no trans. No era una canción que pudiera cargar yo sola, pensé que sería mucho más poderosa si la montaba con una artista como Ileana. La lucha trans es una lucha feminista, las dos cosas van de la mano”. Nena Mala “En esta parte del álbum decidí mostrar las otras ideítas que también tengo en la cabeza. Hay una parte de mí que no todo el tiempo está queriendo entrarle a tiros a la gente, porque también soy una nena vulnerable. La escribí para mí misma, pero también para mis hermanas y amigas. Yo tengo cinco hermanas, entonces te imaginarás lo caótico que es eso. Las he visto pasarla mal por algún cabrón; eso es inevitable y te vuelve un poco más fría porque la vida te lo exige. ‘Tengo que tantear un poco mejor, no puedo ser tan inocente’, te dices. El nombre tiene un giro, porque me basé en una canción que me encanta, y que me dedicó uno de mis grandes amores: ‘Nena boba’ de Spinetta, un tema que es parte de la banda sonora de mi vida”. Poli “El house es otro de los pilares de mi vida. Es una música que descubrí cuando me tuve que de ir de casa a los 17 y me adentré en el mundo real, el mundo de los adultos, donde me enamoré y conocí las drogas. Antes de que pasaran un sinnúmero de cataclismos en Puerto Rico, había una escena bien fuerte de house, con fiestas underground que se hacían en la playa. Llegaba la policía, se armaban tiroteos… Era una cosa fatal, pero fui tan feliz y encontré tanto de mí en esa etapa. También me enamoré del amor más grande de mi vida. Nos conocimos bailando, yo metí la pata, me puse mona y tuve que sentir el peso de mis consecuencias. Pienso que cada persona es un mundo, como dice el refrán. Y en el propósito de nuestra vida no todo tiene que ser sexual, hay conexiones que son platónicas. El house es una oda a ese tiempo cuando nos conocimos. La nostalgia del amor puro, de dejarte ir y verte florecer”.