Más inversión en fondos, menos en depósitos: los españoles dejan de lado el ahorro por la renta variable

La bolsa en máximos históricos tiene cautivados a los españoles, que han invertido más en fondos y participaciones que en depósitos y valores de deuda en el primer trimestre del año —el mismo periodo en el que su riqueza neta (lo que tienen menos lo que deben) ha crecido casi un 10%—.

El índice S&P 500, el Dax alemán e incluso el Nikkei de Japón han marcado nuevos récord este año. El Euro Stoxx 50, que representa a las 50 mayores empresas de la eurozona en términos de capitalización bursátil, está más cerca que nunca de su máximo del año 2000.

Mientras, los depósitos y los valores representativos de deuda pierden fuelle con las primeras correcciones de la política monetaria. El Banco Central Europeo (BCE) parece haber dejado atrás los máximos de la década —aunque no vaya a recortar los tipos al mismo ritmo al que los subieron— y la Reserva Federal de Estados Unidos da nuevas pistas de la primera bajada desde 2022.

En España, el Ibex 35 está en su mejor momento en los últimos 5 años (rondando los 11.000 puntos, con una subida de casi 1.000 en los últimos 6 meses). Y las letras del Tesoro, el valor de deuda favorito de los españoles, está en los mismos niveles que hace un año.

Esta realidad ha empujado a muchos ahorradores españoles a subir un escalón en su estrategia de inversión y optar por productos con más riesgo —pero también más rentabilidad— a largo plazo. 

Así lo reflejan sus movimientos de activos financieros en los tres primeros meses de 2024, que alcanzaron un importe total de 2.884 billones de euros, un 6,7% más que en el primer trimestre de 2023 (cuando acumularon cerca de 2.700 billones de euros). 

Este aumento refleja una revalorización de 125.000 millones de euros, impulsada principalmente por la de las participaciones en el capital (acciones y participaciones) y la de los fondos de inversión. El dato también recoge 55.000 millones de adquisición neta de activos, propulsada por estos dos tipos de productos y, en menor medida, por los depósitos y los valores representativos de deuda.  

No obstante, el efectivo y los depósitos siguen siendo los activos financieros con más peso en la cartera de los hogares españoles. Quedando así el reparto del total de activos financieros:

En la distribución de sus activos totales, los depósitos y el efectivo representan el 37%, seguidos por las participaciones en capital (acciones y participaciones sociales), que suman un significativo 30%, la participación en fondos, un 16% —con una subida de un punto porcentual en un año—, los seguros y fondos de pensiones, un 13% del total, y otros productos financieros, que suman un 4%.

Respecto al primer trimestre de 2023, estos porcentajes representan una reducción de dos puntos porcentuales en el caso del efectivo y los depósitos, y de 0,1% en los seguros y los fondos de pensiones. Las participaciones en fondos, como se ha mencionado con anterioridad, crecieron un punto porcentual, 0,7%, las participaciones en capital y un 0,4% el resto de activos.

Ahora bien, el crecimiento de su riqueza neta, alabado por la subgobernadora del Banco de España, no sólo es fruto de un aumento de sus inversiones. Las familias españolas también han reducido significativamente su nivel de deuda, desde el 50,4% del primer trimestre de 2023.

El problema está en que esa riqueza neta para los españoles de hasta 54 años de edad está por debajo del dato de 2002, según la última Encuesta Financiera de las Familias (que recopila datos hasta 2022). Mientras que la deuda asociada al cabeza de familia disminuye significativamente por el nivel de deuda de los menores de 35 años de edad, que no pueden invertir en la vivienda principal. 

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