El sexo oral es una práctica muy común entre personas adultas sexualmente activas. Se estima que más de un 85% lo ha practicado al menos una vez con alguna pareja. ¿En qué consiste? Pues básicamente en utilizar la boca para estimular los genitales de la otra persona, ya sea el pene (felación), la vagina (cunilingus) o el ano (anilingus). Pero, ¿es verdad todo lo que se dice acerca del sexo oral? Hacemos un repaso.
Sexo oral: 5 mitos que son mentira y una gran verdad
Disipar todas nuestras dudas es clave para tener un sexo más placentero, pero sobre todo más seguro. Es por eso que hoy nos hemos propuesto desmontar 5 de los grandes mitos que pululan alrededor del sexo oral. Que si es 100% seguro, que si solo lo disfrutan los hombres… aquí la respuesta.
Mito: el sexo oral es completamente seguro
Absolutamente falso. Cuando hablamos de completa seguridad, hay quien piensa únicamente en el riesgo de embarazo, craso error. Practicar sexo oral sin ningún tipo de protección conlleva exponernos a contraer una infección de transmisión sexual (ETS).
Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten: “Muchas ETS y otras infecciones, se propagan a través del sexo oral. Toda persona que se exponga a una pareja infectada puede contraer una ETS en la boca, la garganta, los genitales o el recto”.
Entre ellas, el CDC enumera la clamidia, la sífilis, la gonorrea, el herpes, el virus del papiloma humano y la tricominiasis.
A esto añaden que “a través del sexo oral que involucra el ano (o anilingus) se puede transmitir hepatitis A y B. También se pueden transmitir parásitos intestinales como Giardiay bacterias como coli y Shigella«.
Seguramente te estés preguntando, ¿y el VIH? Efectivamente, también existe un riesgo. Desde el CDC exponen que “El riesgo de infección es menor que el riesgo presentado por el sexo vaginal o anal”, pero inciden en que, aunque la probabilidad no sea tan alta, no estamos exentos de poder contraerlo.
Finalmente, advierten: “El VIH no tiene cura, pero hay medicamentos antivirales y otros que pueden ayudar a las personas que tienen este virus a vivir más tiempo con una mejor calidad de vida.”.
Otra gran mentira es pensar que porque una pareja sexual no tenga síntomas y aparentemente se vea saludable, no tiene ninguna ETS. El Centro de Prevención aclara que “podría no saberlo ya que muchas de estas enfermedades son asintomáticas. Es posible propagar las ETS incluso cuando no se tiene ningún signo o síntoma”.
¿Cómo podemos evitar contraer una ETS?
Para prevenir el contagio de cualquier enfermedad de transmisión sexual a través del sexo oral es imprescindible utilizar medidas de protección. Nos referimos a preservativos, diques dentales u otros métodos de barrera siempre que se utilicen de forma correcta.
Mito: sólo los hombres disfrutan del sexo oral
Una gran mentira. Existe un mito popular que afirma que solo los hombres sienten placer durante el sexo oral, mientras que las mujeres sólo podemos alcanzar el orgasmo durante el coito. Falso.
Al contrario de lo que se piensa, muchas mujeres tienen dificultades para llegar al orgasmo durante la penetración vaginal (de hecho, la cifra ronda el 80%) y, sin embargo, sí logran alcanzarlo a través de la estimulación manual y oral. Basta con pensar, por ejemplo, en el tremendo éxito de los succionadores de clítoris y otros juguetes sexuales como el famoso Satisfyer, capaces de hacer que una mujer alcance el clímax en tiempo récord.
Para disfrutar del sexo oral, lo más importante es conocerse a una misma y tener una comunicación abierta y sincera con la persona con la que estemos. De esta forma, la experiencia sexual será mutuamente satisfactoria.
Mito: si no se traga el semen, no es sexo oral
Mentira. Tras una felación, se trague o no el semen, sigue siendo sexo oral. Eso es algo totalmente personal que, además, conlleva un riesgo para la salud. Desde Diversual exponen que “si el riesgo durante el sexo oral sin protección es alto, este riesgo de contraer una ITS (infección de transmisión sexual) se multiplica si se traga el semen. Si estás decididx a hacerlo, asegúrate de que tu compañerx sexual se ha hecho las pruebas de detección de ITS y está todo bien.”.
Por otro lado, añaden: “Lo que sí podemos decirte es que la experiencia de tragar semen puede resultar muy estimulante, tanto para la persona que está disfrutando de la práctica como la que la está ejecutando. Recuerda que toda práctica debe de ser consensuada, por lo que es importante la comunicación y saber que ambas partes os sentís cómodas con lo que está ocurriendo”.
Mito: el zumo de piña cambia el sabor del flujo vaginal y del semen
Totalmente falso. Eso sí, existen matices. Sabemos que los líquidos corporales (sudor, saliva, secreciones vaginales, líquido seminal…) pueden verse afectados tanto por nuestra alimentación como por nuestro estilo de vida. Sin embargo, no tiene resultados instantáneos. Es decir, beberte un zumo de piña o comerte toda piña cuánta haya justo antes de practicar sexo oral, no va a hacer que cambie el sabor ni del semen ni del flujo vaginal.
Llevar una dieta sana y mantenernos hidratados ayuda a evitar ese sabor entre amargo y salado. Además, incorporar en nuestra alimentación productos como los frutos rojos, la papaya, el limón, el melón o la famosa piña puede ser de ayuda. Del mismo modo, otros influyen negativamente, como el alcohol, el tabaco, los espárragos o la coliflor.
Mito: no es necesario el consentimiento para practicar sexo oral
MENTIRA. Y lo ponemos en mayúsculas. Debemos disfrutar de nuestra sexualidad en total libertad y practicar sexo oral debe ser un acto consentido en el que todas las partes se sientan cómodas.
Si vas a tener sexo oral, que sea porque así lo quieres. Es totalmente legítimo que lo hayas probado y no te guste o que no lo quieras probar. Cada persona es dueña de sí misma y de su cuerpo, así que lo más importante para generar un vínculo saludable con una pareja es comunicándonos y exponiendo lo que queremos y lo que no.
Verdad: tener sexo oral está relacionado con el riesgo de padecer cáncer
Efectivamente, así es. “Los virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de más de 200 virus relacionados y algunos de estos se transmiten por las relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Hay dos grupos de VPH de transmisión sexual: de riesgo bajo y de riesgo alto” explica el Instituto Nacional del Cáncer. Los VPH de riesgo bajo casi no causan enfermedades, pero los de riesgo alto pueden producir varios tipos de cáncer.
The Journal of Clinical Oncology publicó un estudio en el que se reflejaba que la proporción de cánceres asociados al VPH habría aumentado del 16% al 72% desde finales de la década de los 80 hasta principios del año 2000, sobre todo entre los hombres caucásicos de mediana edad.
Por otro lado, un estudio del Centro Médico de la Universidad de Leipzig (Alemania), apuntaba a la relación existente entre el sexo oral y el desarrollo de cáncer de cabeza y cuello, así como el orogaríngeo.
El VPH, en particular los subtipos 16 y 18, también se vinculan con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino. Eso sin olvidar que el VPH de alto riesgo también podría llevar a un cáncer de ano, vulva, vagina o pene.
Sabiendo todo esto, ahora ya tienes todas las claves para disfrutar al máximo del sexo oral de una forma saludable y segura.
