Del Príncipe Harry al tío de Isabel II: Royals que renunciaron a la corona por amor

¿Cabeza o corazón? Algunos miembros de la realeza se han despedido de su título para casarse con el amor de su vida.

Meghan Markle y el Príncipe Harry se han convertido en el último caso royal de renunciar a todo por amor, pero no han sido los únicos. En la realeza inglesa parece que lo llevan en la sangre, ya que el tío de la Reina Isabel II abdicó para poder seguir su camino junto al amor de su vida.

Eduardo VIII

El tío de Isabel II renunció al trono de Inglaterra por amor a Wallis Simpson, una norteamericana que se había divorciado dos veces y no logró la aprobación de la Familia Real británica. Eduardo VIII llegó a ocupar el trono pero abdicó diez meses después para poder casarse con su amante. El monarca tenía tres opciones: no casarse, contraer matrimonio en contra del gobierno o abdicar, y se decantó por esta última. Fue entonces cuando Jorge VI, padre de Isabel II, relevó a su hermano en el trono convirtiéndola en la heredera. La relación entre Eduardo VIII y el resto de la realeza inglesa fue tensa hasta su fallecimiento en 1972.

Friso de Holanda

Friso de Orange se enamoró perdidamente de Mabel Wisse Smit nada más conocerla. La joven tenía dos licenciaturas “cum laude”, en Económicas y Ciencias Políticas, y a sus 27 años ya había ofrecido conferencias en foros y organismos internacionales. Una cabeza brillante que logró conquistar el corazón del royal en cuestión de segundos. “No conozco a nadie que haya tenido un impacto tan grande en mi vida como Mabel. Cada día con ella es una nueva sorpresa. Jamás pasamos un día en el que nos hayamos aburrido”, explicaba Friso a los periodistas. La pareja anunció su boda en 2003 y el Parlamento se opuso al enlace, haciendo imposible el matrimonio. El royal no dudó en renunciar a sus derechos dinásticos para seguir junto a su entonces novia, y el 25 de abril de 2004 se dieron el ‘sí, quiero’ más enamorados que nunca. Desafortunadamente, su idílica historia de amor tuvo un fatal desenlace, Friso fue sorprendido por una avalancha mientras esquiaba y falleció tras permanecer ingresado en el hospital en esta de coma.

Sayako

La Princesa de Japón también decidió renunciar a sus prerrogativas reales y seguir el dictado de su corazón. El amor de su vida, Yoshiki Kuroda, fue el responsable de esta decisión. La pareja decidió pasar por el altar y perder así sus títulos nobiliarios por amor.

Alexandra de Dinamarca

La royal decidió casarse por segunda vez con Martin Jorgensen, lo que supuso renunciar a seguir siendo miembro de la Casa Real danesa y perder su título de Princesa, aunque a día de hoy sigue conservando el de condesa de Frederiksborg. Todo ello por tratarse de la segunda vez que contraía matrimonio.

Carol de Rumanía

Se casó dos veces con plebeyas. Con la primera tuvo un hijo que nunca formó parte de la familia real; y con Elena, una princesa griega y danesa, tuvo otro que se convertiría en el Rey Mihai I. Sin embargo, cinco años después del enlace Carol dejó el país junto a su amante, Magda Lupescu, también plebeya. Su padre le privó de su derecho sucesorio, aunque pudo volver tras la muerte de su progenitor, e incluso reinar como Carol II de Rumanía tras apartar a su hijo de ocho años.

Príncipe Harry

El último y polémico caso de amor imposible en la realeza lo han protagonizado Harry y Meghan. El famoso ‘Megxit’ hizo tambalear los cimientos de la Casa Real británica, junto a la controvertida entrevista que la pareja concedió a Oprah Winfrey. Meghan acusó de racista a su familia política, algo que Harry no confirmó ni desmintió, señalando que prefería mantenerse al margen en un tema tan delicado. La mujer del royal también relató una anécdota que no dejaba en muy buen lugar a su cuñada, Kate Middleton, que supuestamente le hizo llorar días antes de su boda. La Familia Real británica se ha caracterizado siempre por intentar huir de este tipo de polémicas, pero la situación provocada por Meghan y Harry salpicó a todos inevitablemente.

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