ESG: nuevas reglas

Clasificación ambiental, social y de buen gobierno 

El Consejo y el Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo sobre una propuesta de regulación relativa a la clasificación ESG (siglas en inglés de Environmental, Social and Governance, esto es Ambiental, Social y de Gobernanza), criterios que miden el compromiso de las empresas con el desarrollo sostenible. 
• Las nuevas reglas buscan reforzar la fiabilidad y la comparabilidad de la clasificación ESG que realizan las agencias de calificación con el fin de mejorar su transparencia e integridad, previniendo conflictos de interés, algo que ha generado críticas durante algún tiempo. Según las nuevas reglas, las agencias de calificación deberán estar autorizadas y supervisadas por la ESMA (Autoridad Europea de Valores y Mercados) y cumplir con requisitos de transparencia, especialmente en lo que respecta a la metodología y fuentes de información. En el caso de las pequeñas agencias de calificación, se ha acordado que la ESMA podría eximirlas de algunos requisitos en casos debidamente justificados, basándose en la complejidad del negocio. El acuerdo también contempla la posibilidad de otorgar a las empresas de la Unión Europea una clasificación E, S, G por separado según cada sigla: medio ambiente, social y gobernanza corporativa. Sin embargo, si se proporciona una clasificación única, la ponderación de los factores (E, S y G) debe ser explícita.

Nuestra etiqueta ESGF

A quien le interesen los criterios ESG para orientar su inversión en acciones, debiera tener también muy presente la situación financiera de la empresa. Por ello proponemos la etiqueta ESGF, que elige entre las empresas más responsables aquellas que además tienen una calidad financiera razonable (vea el análisis en más detalle en Qué significa nuestra etiqueta ESGF para las acciones). Puede consultar si la empresa merece tal etiqueta en la ficha detallada de cada acción accediendo a través del comparador de acciones