Fibromialgia: síntomas, causas y tratamiento actual
Dolor crónico, pruebas médicas negativas, ausencia de una causa aparente... A muchas de las personas que la padecen se les etiqueta incluso de enfermos mentales. Así es la fibromialgia, un síndrome que puede impactar seriamente la calidad de vida. El primer paso para afrontarlo es conocerlo.
![Fibromialgia](https://www.ocu.org/-/media/ocu/images/home/salud/enfermedades/fibromialgia_800x450_1.jpg?rev=31c8ec61-b85c-4aee-a5c2-15bc066094ac&mw=660&hash=BF45C330BF26B9D09DCEE940E52BA3DA)
¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia afecta a entre un 3 y un 5% de la población. Es todo un reto para el médico y la persona que la sufre. No es una enfermedad al uso, sino más bien un proceso que deteriora la calidad de vida y que a veces es funcionalmente incapacitante. Los especialistas la etiquetan como "síndrome".
Una dolencia incomprendida
Suma, a lo que acabamos de decir, varios ingredientes:
- Su difícil diagnóstico, a base de unas pruebas médicas que no arrojan resultados concluyentes.
- El escepticismo de algunos médicos, que a veces lo consideran una expresión de una enfermedad mental (afortunadamente esto es cadad vez menos frecuente).
- Que su principio y final no están claramente definidos...
- El componente del género: se desconocen las razones, pero la fibromialgia afecta más a las mujeres que a los hombres, en una proporción aproximada de 3 a 1.
Todo esto hace que muchas personas con fibromialgia sigan teniendo problemas para ser reconocidas como enfermos, que se sientan incomprendidos o que, en su búsqueda de una "solución" acaben siendo víctimas de engaños y recurriendo a todo tipo de pseudoterapias o de productos milagro.
Descubre qué es un producto milagro
Conocer todo lo posible sobre la fibromialgia es esencial tanto para quienes la padecen, como para todos los que les rodean y acompañan en el camino. A veces quienes más nos ayudan son las personas que han pasado por lo mismo. Así que si te estás planteando buscar una asociación de pacientes, en la web de la Sociedad Española de Fibromialgia puedes encontrar un listado.
¿Síntomas? Dolor, fatiga y más
El síntoma principal de la fibromialgia es el dolor músculoesquelético, que se manifiesta de forma muy variable. Los otros dos más comunes son el cansancio y los problemas para dormir.
¿Cómo es ese dolor? Pues no sigue un patrón definido. Además, cuando hablamos de dolor nos referimos a una experiencia compleja, propia de cada paciente, cuyo progreso y severidad puede variar dependiendo de factores emocionales, psicológicos, sociales... De hecho, quienes tienen fibromialgia pueden alternar períodos de dolor intenso con otros mucho más soportables.
El resto de los posibles síntomas tampoco ayudan a precisar el diagnóstico:
- cansancio,
- alteraciones del sueño,
- dificultad para concentrarse, problemas de memoria,
- alteraciones del estado de ánimo o ansiedad.
Pero también es posible que aparezcan otros como:
- sensación de rigidez (especialmente en cuello y espalda),
- entumecimiento,
- hormigueos en brazos y piernas,
- molestias digestivas,
- mareos o sensibilidad extrema al ruido y a otros estímulos ambientales.
¿Causa? Desconocida
Dadas las características del dolor, durante años se ha especulado con la posibilidad de que detrás de la fibromialgia se escondiese algún trastorno musculoesquelético o que afectase a los tejidos blandos del organismo, quizá de tipo inflamatorio. Sin embargo, nunca se han encontrado pruebas. De momento se desconoce qué causa la fibromialgia, solo hay hipótesis.
La hipótesis que hoy cuenta con más respaldo es que detrás de la fibromialgia se encuentra una alteración en el procesamiento que el sistema nervioso central (formado por el cerebro y la médula espinal) hace de las señales dolorosas. Ello se traduciría en una disminución del umbral de tolerancia al dolor, de forma que los pacientes con fibromialgia sienten de forma amplificada cualquier estímulo doloroso, e incluso perciben como tales los que no lo son. Este mecanismo podría ser común a otros síndromes con los que la fibromialgia comparte algunas características, como la cefalea de tensión o el síndrome del intestino irritable.
Muchas incógnitas por despejar
La hipótesis sobre el procesamiento alterado de las señales dolorosas responde a la pregunta sobre el "cómo". Pero seguimos sin saber qué lo desencadena.
- Hay varias líneas de investigación abiertas, centradas en el estudio de los fenómenos inflamatorios en el sistema nervioso central y su relación con el sistema inmunitario.
- Investigaciones muy recientes han abierto la puerta a la posibilidad de que algunos autoanticuerpos contra las células de la glía, situadas en la médula espinal, jueguen un papel relevante. Pero es pronto para asegurarlo.
¿Quieres tener más información sobre la fibromialgia? ¿Cómo saber si la padeces o qué tratamientos son los más adecuados en cada caso? ¿Te gustaría saber cuáles son los famosos 18 puntos de dolor? Identifícate como socio o amigo de OCU, o regístrate y accede gratis a toda la información completa.
¿Cómo saber si tienes fibromialgia?
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Para acceder a este contenido por favor identifícate o regístrate como Amigo .Saber si tienes o no fibromialgia es bastante complicado, porque no existe un indicador o marcador biológico de fibromialgia y tampoco hay una prueba específica ni hallazgos típicos que sirvan para identificarla de forma inequívoca.
Se llega al diagnóstico por descarte
El diagnóstico de fibromialgia sigue considerándose "de exclusión", lo que quiere decir que se establece cuando, a través de la exploración física y los análisis de laboratorio, se descartan otros procesos, sobre todo enfermedades reumáticas de tipo inflamatorio, como la artritis reumatoide, la polimialgia reumática o el lupus, pero también el hipotiroidismo. Estas enfermedades se decartan mediante análisis de sangre y una serie pruebas complementarias, como las de tipo radiológico: rayos X, TAC o resonancias. Aunque no tiene sentido hacer algunas de esas pruebas, si no existe una sospecha fundada de esas otras enfermedades.
Una vez excluidos otros procesos o dolencias, se valora si la persona reúne una serie de criterios, aunque son unos criterios a los que se ha llegado por consenso y no han permanecido estables a lo largo del tiempo.
18 puntos dolorosos
Si has leído antes sobre este tema, posiblemente te sonarán los famosos "puntos sensibles" de la fibromialgia. Se trata de 18 localizaciones muy específicas, cuya palpación dolorosa se considera característica de este síndrome.
- Durante años se exigía, de hecho, la presencia de al menos 11 de estos puntos dolorosos para establecer el diagnóstico.
- Sin embargo, estos primeros criterios, establecidos por los especialistas en los años noventa, han evolucionado y sufrido actualizaciones a lo largo de los años.
Hoy día, aunque la presencia de puntos dolorosos sigue teniendo un valor orientativo en la exploración del paciente, se da más peso a la presencia simultánea de dolor en varias regiones del cuerpo (no limitadas únicamente a los puntos dolorosos), acompañada de cansancio (moderado o grave) y de alteraciones del sueño (moderadas o graves).
La duración de los síntomas es importante
Es el único criterio diagnóstico que no ha cambiado: Para que se considere fibromialgia, la sintomatología debe ser persistente y extenderse más allá de los 3 meses.
¿Cuál es el tratamiento para la fibromialgia?
El tratamiento de la fibromialgia debe abordarse de forma pluridisciplinar. Partiendo de la base de que no existe cura, las diferentes estrategias se orientan a aliviar los síntomas, mejorar la funcionalidad y reducir el impacto en la vida laboral, social y familiar. Podemos identificar cuatro áreas principales:
1. Tratamiento farmacológico
No es demasiado eficaz, a diferencia de lo que sucede en otros síndromes dolorosos, aunque puede proporcionar alivio en algunos pacientes.
¿Qué se está recetando a los pacientes?
- Sobre todo, medicamentos con efecto modulador de la transmisión nerviosa, como algunos antidepresivos y antiepilépticos.
- Los analgésicos clásicos (incluyendo en esta categoría a los opiáceos) sirven muy poco y su uso debe restringirse, aunque pueda recurrirse a ellos de forma puntual.
- Las benzodiacepinas se utilizan para el manejo de los problemas de sueño.
- Mucho se habla ahora de la posible utilidad de los derivados del cannabis, pero el análisis minucioso de los estudios disponibles no resulta especialmente prometedor.
2. Psicoterapia
Centrada en dotar al paciente de estrategias de adaptación y aliviar el estrés. La terapia cognitivo-conductual, en este sentido, es la que mejores resultados ofrece.
3. Educación
La formación de los pacientes con fibromialgia es fundamental, pues comprender lo que les sucede rebaja la incertidumbre a la que muchos de ellos llevan años enfrentándose y tiene un impacto positivo sobre su funcionalidad.
4. Actividad física
Lo que hace años era una mera recomendación hoy día se considera uno de los ejes fundamentales del tratamiento, y posiblemente la intervención con mayores pruebas a su favor a la hora de tratar la fibromialgia. Aunque los pacientes con fibromialgia experimenten una fase transitoria de empeoramiento de sus dolores, el beneficio a medio y largo plazo de la actividad física está comprobado.
¿Cómo aumentar la actividad física? Lo ideal es hacerlo poco a poco, sobre todo si se parte de una baja forma física:
- Un primer paso es incorporarla a su vida diaria. Aprovecha los desplazamientos y camina en lugar de utilizar un vehículo. Usa la bicicleta si el entorno se lo permite. Y prescinde del ascensor.
- Un paso más allá es programar una rutina de ejercicio aeróbico. Comienza por 20-30 minutos tres veces por semana. No hace falta apuntarse a un gimnasio, aunque, si puedes, no es mala idea. Las actividades pueden ser muy diversas: caminar a paso ligero, correr, montar en bicicleta, nadar, gimnasia acuática...
- Un paso más son los ejercicios de fuerza. No han sido estudiados de forma tan extensa, pero todo apunta a que son también beneficiosos en pacientes con fibromialgia y son excelentes para mantener a raya el sobrepeso.
- Las actividades que combinan lo físico con lo mental, como el taichí, el yoga o el pilates, han mostrado beneficio en algunas personas.