Noticia

Aprende a convivir con la diabetes

14 noviembre 2013

Este 14 de noviembre conmemoramos el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad que padecen cerca de 250 millones de personas en todo el mundo, 3,5 millones de ellas en España. Sólo en algunos casos se puede prevenir, pero un control estrecho evita complicaciones.

El 14 de noviembre conmemoramos el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad que padecen de alguna manera cerca de 250 millones de personas en todo el mundo, y que en España sufren alrededor de tres millones y medio de personas, entre ellas un buen número de adolescentes y niños.

Son dos las clases de diabetes existentes: la tipo 1, que padecen entre el 85% y el 90% de los enfermos, se suele dar en edades tempranas y no puede prevenirse; y la tipo 2, que sí se puede prevenir y aparece generalmente en adultos, aunque cada vez son más frecuentes los casos entre niños y adolescentes.

Esta diabetes de tipo 2 está asociada a la obesidad, al sobrepeso, a un perímetro de cintura elevado, a falta de ejercicio físico y a una alimentación inadecuada. Influyen también otros factores sobre los que poco se puede hacer, como el envejecimiento, los antecedentes familiares o haber padecido diabetes durante el embarazo.

Por ello, para evitar el desarrollo de la diabetes de tipo 2 o retrasar su inicio, se recomienda cambiar de pautas de comportamiento, de estilo de vida incluso. Se debe seguir una dieta sana y equilibrada y practicar alguna actividad física moderadamente, como nadar, caminar o montar en bicicleta. Treinta minutos de ejercicio al día pueden llegar a reducir entre un 30% y un 40% el riesgo de desarrollarla.

Síntomas y diagnóstico

La diabetes puede pasar desapercibida en sus primeros estadios. En cuanto empieza a ser evidente, los síntomas más comunes son la necesidad frecuente de orinar, la sed excesiva, el apetito constante, la pérdida de peso repentina e inexplicable y el cansancio extremo.

Al diagnóstico de la diabetes se llega mediante análisis de sangre, con el objetivo de medir la glucosa en sangre. Existen varias formas de hacer esa medición y debe ser el médico quien decida cuál es la más adecuada. Generalmente se realiza  una segunda prueba al cabo de unos días para confirmar el diagnóstico.

La importancia de un buen control

La diabetes debe controlarse bajo un seguimiento estricto, siguiendo las pautas marcadas por el médico. Es imprescindible hacer cambios en los hábitos de vida y, además, en la diabetes tipo 2, cuando el medico lo considere necesario, se debe empezar un tratamiento con antidiabéticos orales, e incluso con insulina. En la diabetes de tipo 1, por el contrario, es esencial la insulina desde el inicio de la enfermedad.

Si no se controla la enfermedad, las consecuencias pueden resultar graves. Pueden aparecer complicaciones agudas, debidas a bajadas o subidas de azúcar en sangre (hipoglucemia o hiperglucemia), pero también crónicas, que afectan al sistema cardiovascular, al riñón, a la retina o al sistema nervioso. La falta de sensibilidad por afectación de los nervios puede dar lugar a úlceras y heridas en los miembros inferiores, que además cicatrizan con dificultad.