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Intervenciones de autoasistencia para la salud

    Sinopsis

    La autoasistencia es la capacidad de las personas, las familias y las comunidades de promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a enfermedades y discapacidades con o sin el apoyo de un profesional sanitario. 

     La autoasistencia reconoce a las personas como agentes activos en la gestión de su propia atención de la salud, en ámbitos como la promoción de la salud, la prevención y el control de enfermedades, la automedicación, la prestación de servicios de atención a personas dependientes, y la rehabilitación, incluidos los cuidados paliativos. 

    Las intervenciones de autoasistencia son instrumentos de base empírica y de calidad en los que se fundamenta la autoasistencia. Comprenden los medicamentos, la orientación, el diagnóstico y/o las tecnologías digitales a las que se puede acceder, total o parcialmente, fuera de los servicios de salud formales. En función de la intervención, pueden utilizarse con o sin la supervisión directa del personal sanitario. 

    Las intervenciones de autoasistencia pueden: 

    • aumentar la implicación y el empoderamiento de las personas y las comunidades con respecto a su salud y bienestar; 
    • fortalecer las instituciones nacionales mediante el uso eficiente de los recursos nacionales para la salud; 
    • concebir innovaciones en el sector de la salud, incluidos enfoques digitales y de mHealth, 
    • y mejorar el acceso a los medicamentos y las intervenciones. 

    Actualmente, 3 600 millones de personas – es decir, la mitad de la población mundial – carecen de acceso a servicios esenciales de salud. La OMS recomienda intervenciones de autoasistencia en todos los países y contextos económicos, como medio fundamental para alcanzar la cobertura sanitaria universal, promover la salud, preservar la seguridad mundial y servir a las poblaciones vulnerables. 

    Enfoque

    Un enfoque centrado en el ser humano

    Las intervenciones de autoasistencia atienden las necesidades y respaldan los derechos de las personas mediante un enfoque centrado en el ser humano que se basa en los derechos humanos y la igualdad de género. 

    Se trata de un enfoque holístico de la salud y el bienestar de cada persona que tiene en cuenta sus circunstancias, necesidades y deseos a lo largo de toda la vida, así como el entorno en el que vive. 

    La autoasistencia es la capacidad de las personas de prevenir y tratar enfermedades ellas mismas en el contexto de un entorno propicio y seguro. No sustituye al sistema de atención de salud, sino que ofrece opciones y alternativas adicionales para la atención de salud.   

    Las intervenciones de autoasistencia disponibles, accesibles, asequibles, aceptables y de buena calidad son componentes fundamentales para promover y proteger el derecho de las personas a la salud. Las intervenciones de autoasistencia pueden mejorar la eficiencia de la prestación y la cobertura de los servicios de salud, así como el acceso a los mismos. 

    Para ello, se necesitan leyes y políticas de apoyo, financiación sanitaria, productos e intervenciones de calidad regulados, y una labor de educación que promueva la participación de las personas, así como la privacidad y la confidencialidad. 

    Las consideraciones relativas a los derechos humanos ayudan a reducir la violencia, la coacción, la estigmatización y la discriminación, ya que mejoran el ejercicio del derecho a la salud, la información y la toma de decisiones independiente de cada persona.   

    Contextos de emergencia

    Pandemias y crisis humanitarias 

    En situaciones en las que los sistemas de salud existentes se encuentran bajo presión, a menudo hay una demanda sin precedentes por parte de las personas y las comunidades para gestionar su salud. 

    Se necesitan urgentemente estrategias innovadoras que vayan más allá de la respuesta convencional del sector de la salud, dado que: 

    Actualmente, 130 millones de personas necesitan asistencia humanitaria y los brotes de enfermedades representan una amenaza mundial constante. 

    Al menos 400 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a los servicios de salud más esenciales. 

    Uno de cada cinco habitantes del mundo vive actualmente en una situación de crisis humanitaria, en la que los sistemas de salud experimentan dificultades para prestar servicios esenciales. 

    Las intervenciones de autoasistencia pueden ofrecer alternativas útiles y adicionales a los servicios habituales basados en los centros de salud o el personal sanitario, como parte de un sistema de salud de apoyo. 

    Esto es particularmente importante durante una pandemia como la de la COVID-19, cuando las medidas de autoaislamiento y distanciamiento físico dificultan el acceso de las personas a sus servicios de atención de salud y medicamentos habituales y los sistemas nacionales de salud pueden verse alterados. 

    La OMS incluye las intervenciones de autoasistencia como medidas prioritarias en sus orientaciones prácticas sobre el mantenimiento de los servicios de salud esenciales en el contexto de la COVID-19. 

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