Nacho Campo, el hijo DJ de Manuel Campo Vidal y María Rey: "A mi padre le hubiese gustado ser el batería de Maná si no fuese periodista”

Es hijo de dos de los periodistas más reconocidos de nuestro país, pero a él el mundo de la actualidad solo le toca de refilón y prefiere centrarse en sus estudios, algún incipiente negocio y su gran pasión: poner a bailar a media España.
Nacho Campo el hijo DJ de Manuel Campo Vidal y María Rey A mi padre le hubiese gustado ser el batería de Man si no fuese...
D.R.

"A mi padre le hubiese gustado ser el batería de Maná si no fuese periodista”, cuenta entre risas Nacho Campo (Madrid, 2003). El menor de los tres hijos del matrimonio formado por los periodistas Manuel Campo Vidal y María Rey ha heredado de su progenitor la pasión por la música. Aunque estudia una Ingeniería —curiosamente, lo mismo que su padre, una carrera a la que llegó “de casualidad y encima siendo de letras”— y Administración y Dirección de empresas simultáneamente, ya tiene una dilatada trayectoria como DJ y pincha en algunas de las mejores fiestas de España.

“Todo surgió cuando tenía 15 años, una de las primeras veces que salí de fiesta. Me impresionó el mundo de los DJ, que entonces era totalmente ajeno a mí. Empecé a pinchar en casa a modo de hobbie y, aunque hoy para mí es un trabajo, sigo disfrutándolo muchísimo”, explica. “Soy autodidacta. A pesar de que algún amigo me echó una mano al principio, en 2019 no era fácil encontrar a gente que supiera de esto. Como más he aprendido es viendo vídeos de James Hype y quedándome a ver a otros DJ cuando yo terminaba de pinchar y les tocaba a ellos”.

Los padres de Nacho son dos grandes referentes en el mundo del periodismo. Manuel Campo Vidal, entre otras cosas, dirigió en los noventa el relanzamiento de Antena 3, fue presidente del Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión de 2006 a 2018 y ha moderado algunos de los debates electorales más mediáticos de nuestra historia, como el primero que se televisó en 1993 entre Felipe González y José María Aznar.

Por su parte, María Rey es uno de los rostros más conocidos de la pequeña pantalla y actualmente presenta un magazine en Telemadrid. “Ellos ya están acostumbrados a mis cosas, están orgullosos del proceso, sobre todo mientras las carreras sigan yendo bien”, ríe. De su madre, nos cuenta, ha heredado “la sensibilidad para ciertas situaciones”; de su padre, “la calma cuando surge algún imprevisto”. “Siempre nos han transmitido que la situación privilegiada en la que hemos nacido no les tocó a ellos y que hay que saber valorarla y disfrutarla. De mi madre admiro lo atenta que está a la familia; de mi padre, que su proyecto de vida va dirigido a mejorar la vida de sus hijos”.

Nacho es el menor de los tres hijos de Manuel Campo Vidal y María Rey. La pareja tomó la decisión de separarse después de 25 años juntos. En la imagen, junto a sus padres y sus hermanos mayores, Iria y Iago.D.R.

Además de con sus padres, Nacho tiene una excelente química con sus hermanos mayores, Iria y Iago, así como con Pau y Claudia, hijos del primer matrimonio de Manuel Campo Vidal.

“Los cinco nos llevamos muy bien. Desde niños veraneamos en La Guardia, en Galicia, y es algo que seguimos disfrutando y nos permite desconectar. Mi padre, Iago y yo siempre íbamos en la lancha por el río Miño, y mi madre e Iria a la playa. Los años pasan… pero las tradiciones parece que se mantienen”, confirma. “Todos sabemos valorar lo que tenemos y cada uno hemos intentado crear nuestro propio camino. Mi hermana Iria es muy aventurera, vive fuera pero siempre está en contacto con la familia. Iago es muy buen amigo y muy buen hermano, para mí ambas cosas. Muy trabajador y siempre pendiente de los demás”.

Iria se mudó a Utrecht, en Países Bajos, en 2018, y allí estudió Filosofía, Política y Economía. Después de un tiempo en Ámsterdam, en 2022 hizo prácticas en el Parlamento Europeo y desde julio del año pasado es coordinadora del Consejo de Empleo, Política Social, Salud y Comercio de la institución europea.

Iago también estudia ADE en Cunef y en la misma universidad está terminando un máster en Data Science. Aparte, es socio de Meneo, un bar de copas ubicado en la calle Ponzano de Madrid y de la sala de eventos y espectáculos Bureo Chamberí, además de director de desarrollo empresarial de Celver, empresa de energías renovables enfocada al mundo rural. Con él Nacho se ha embarcado en su primera aventura empresarial, Rooster Sound. “Hace poco más de un año un amigo me convenció para lanzarnos a esto con otro amigo, Nico Sainz, y unos meses después se unió Iago. Nos dedicamos a la planificación y producción de eventos privados como bodas, puestas de largo…”. Reconoce que aunque siempre está trabajando o estudiando, le gusta sacar tiempo para estar con sus amigos y su novia o irse de viaje. “No necesito mucho para estar bien”, añade. Nacho no tiene prisa, como él mismo recalca en la entrevista, y a sus 21 años sus planes más cercanos son “terminar los estudios y seguir pinchando. Si pudiera, ¡alargaría esta etapa unos 10 años más”.

Al ritmo de… la música

Aunque de niño Nacho soñaba con ser futbolista (“Muy poco original”, ríe) y también pensó en seguir los pasos de sus padres en el periodismo, ahora la música llena sus días y este verano ha actuado en festivales como el Starlite. “Lo mejor que me ha pasado es salir a pinchar a Roma y a Cancún. Eso es una maravilla. Aquí en España, el mejor lugar es el Starlite, pasan los años y me sigue impresionando cada vez que voy”, recalca. En su casa la actualidad está muy presente. “Aunque tampoco hablamos mucho de política. Mis padres siempre han tenido claro que no hay que sesgar a los hijos hacia una idea política, es mejor que cada uno decida en función de sus ideales”, explica.