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Racismo
Columna
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Jëte’n. El racismo en México se niega utilizando el mestizaje

La población mestiza es población des-indigenizada por la política racial del mestizaje que puso en marcha el Estado mexicano

racismo
Alumna en una escuela de Yucatán.Martín Zetina (Cuartoscuro)
Yásnaya Elena A. Gil

Una vez que el proceso de racialización en México se decantó por potenciar a una de las categorías raciales creadas previamente, la “raza mezclada”, la campaña se realizó con ahínco, se utilizó dinero y esfuerzo institucional, por supuesto. En un libro del educador Rafael Ramírez, publicado por la Secretaría Educación Pública en 1928, el responsable de la educación rural se dirige a los profesores enviados a zonas indígenas para recomendarles que se esforzaran para no adoptar las costumbres de los indígenas ni sus “formas inferiores de vida” porque se volverían “indios, una unidad más a quien incorporar”, volverse un “indio” era pues tomar los indicadores culturales y lingüísticos asociados a la categoría racial “indio”; los profesores tenían pues que esforzarse por lo contrario, es decir, hacer que los niños indios “adquieran el castellano y nuestras costumbres y formas de vida que indudablemente son superiores a las suyas”. No se alentó a la población considerada “raza blanca” ni a la “raza mezclada” a tomar los principales indicadores de la “raza india” para que pudiera “mezclarse” también, fue al contrario, la blanquitud como un polo hacia el cual se debía tender para jalar a la raza “india” hacia un grado un poco más arriba, la “raza mestiza”.

Para potenciar la idea de esta nueva “raza” única, había que borrar la clasificación previa de los elementos mezclados, por lo que en los censos siguientes al de 1921 ya no se utilizó el criterio de raza para los tabulados, aunque, coincidentemente, se utilizaron rasgos que antes se habían determinado como indicadores de la raza indígena. Manuel Gamio propuso que se incluyeran más criterios para contar a los indígenas y no solo el lingüístico. Los siguientes censos midieron entonces si la población andaba descalza, si usaban zapatos o huaraches, si comían trigo o maíz, qué tipo de indumentaria usaban, si dormían en cama o en petate, entre otros criterios. Con el tiempo, los censos solo midieron el número de la población indígena usando el criterio lingüístico hasta el año 2000 que se comenzó a usar el criterio de la auto-adscripción.

Por todo esto en México, racismo se pronuncia mestizaje, la clasificación racial late dentro de la creación de la raza única por más cósmica que se le llame. Decir que México es mestizo porque se mezclaron las “razas” es racista, mestizo es una categoría racial, “raza mestiza”, “raza mezclada” “raza de bronce” “raza cósmica” son otras maneras en las que se la ha nombrado. Se trata lo mestizo como una categoría racial y en la actualidad, esta categoría mestizo se narra en contraste con la categoría indígena.

Si se asume, por un momento nada más, la existencia de razas biológicas como lo asumieron los impulsores de la mezcla de éstas, entonces, para lograr el mestizaje ¿se hicieron campañas para que las personas de la élite criolla formaran parejas con la población indígena? ¿La minoría criolla se mezcló por reproducción con el 70% de la población indígena de principios del siglo XIX? Claro que no, ni hicieron estas campañas ni la minoría criolla formó unidades familiares masivamente con la población indígena, eso es algo que no sucede ni en la actualidad. Generalmente, las élites se casan o forman unidades familiares entre personas de la misma élite. El historiador Federico Navarrete cita a Moisés González Navarro que, en su estudio de los censos de población de fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX, “encontró que los matrimonios y las uniones informales entre hombres blancos y mujeres indígenas, o cualquier otra combinación, casi no existieron”.

Siguiendo en el entendido de que las razas como categorías biológicas no existen, entonces ¿qué fue lo que se mezcló durante el mestizaje realmente? Convenimos que, genéticamente, todas las personas del mundo somos una mezcla, entonces la división entre población indígena y la llamada mestiza no es un distinción genética, es producto de la racialización, de convertir indígena y mestizo en raza indígena y raza mestiza. Si la categoría “mestizo” no es una categoría genética entonces, ¿qué es?

Como se ejemplificó en los consejos que Rafael Ramírez dio a los profesores enviados a pueblos indígenas, la población considerada como “raza indígena” fue violentada sistemáticamente para que perdiera los indicadores que se consideraban propios de su “raza” como la lengua, la vestimenta y todas las prácticas culturales posibles y adoptara lo más posible la lengua, la vestimenta y las prácticas culturales de la “raza” considerada más avanzada. Aún cuando algunas personas sostengan que este proceso no fue violento sino casi voluntario, habría que preguntarse por qué el polo al que se tendía o el que se hacía deseable implicaba tomar los indicadores de la categoría racial blanca y no los de la indígena, ¿qué hegemonía determina el polo al que tienden los deseos de mestizaje? En este sentido, como se ha dicho ya muchas veces, el racismo en México es asimilacionista no segregacionista como en Estados Unidos pero, es racismo y es sistemático porque el proceso de mestizaje lo es.

Este proceso de mestizaje parecía decir a la población indígena: “si dejas de hablar tu lengua, cambias tus prácticas culturales y de preferencia has nacido con un todo de piel más claro (te han “mejorado la raza”), felicidades, has dejado de ser indígena, ahora estás ya dentro de la categoría mestizo”.

La población mestiza es población des-indigenizada por la política racial del mestizaje que puso en marcha el Estado mexicano. El olvido de este proceso de des-indigenización hace que una buena parte de la población categorizada como mestiza sea más propensa a ignorar a sus antepasados pertenecientes a pueblos indígenas y recordar y sentirse orgullosos de cualquier antepasado identificado con la categoría racial blanca. De todos los indicadores que se le asignaron a la “raza indígena”, el color de la piel no puede ser abandonado y provoca que, a quienes son más morenos, se les aplique frases como “parecer indio”, “tener el nopal en la cara” “tienes que mejorar la raza” y muchas otras frases parecidas, se usa el color de piel para ubicarlos con estas frases en la categoría racializada como indígena a través de la lectura que se hace de sus cuerpos. En el siglo XIX, la población indígena constituía aproximadamente el 70% de la población, ahora el 73.8% de la población mexicana entre 25 y 64 años tiene la piel morena oscura según resultados del Proyecto sobre Discriminación Étnico-Racial en México del Colegio de México. Según apunta Patricio Solís, investigador de este proyecto, “las personas de piel clara tienen una probabilidad 83% mayor de tener como destino el quintil socioeconómico superior”, así de sistemático es.

Si el mestizaje es un proceso producto del racismo y se asume sistémico, entonces podemos decir que el racismo en México es sistémico también. En Estados Unidos, muchas personas han dicho que la clasificación racial ayuda a perpetuar la categorización racial pero, dado que el racismo sigue operando, también puede ser utilizado como herramienta estadística para promover actos de reparación y de justicia racial como algunos activistas de pueblos indígenas de ese país me lo han hecho saber, tachar el recuadro “nativo-americano” cuando se pregunta por la raza ha sido también utilizado a favor de su lucha por la búsqueda de la reparación, es un proceso complejo y paradójico.

Lamentablemente, en México, el racismo anti-negro del que habla Mónica Moreno Figueroa ha negado a la población afromexicana; recientemente se ha comenzado a reconocer a esta población como “tercera raíz” con toda la connotación que la palabra “tercera” implica. Apenas el 10 de agosto de 2019 entró en vigor la reforma del Artículo 2° constitucional, con la que se reconoce a las comunidades y pueblos afromexicanos como parte de la composición pluricultural de este país después de tantos siglos aquí. ¿Podemos decir que son las personas afrodescendientes que han luchado por este reconocimiento las que están dividiendo a México en razas como varias personas han sugerido en este debate? No, el terrible racismo ha operado sobre ellos todo el tiempo aunque en las clasificaciones oficiales no se les mencione, así también aunque la frase “raza blanca” no sea mencionada en los censos actuales como lo fue en 1921, las personas con el color de piel más clara han gozado de privilegios sistemáticamente como las investigaciones del Colmex muestran.

En México, el racismo se niega utilizando el mestizaje, un proceso motivado y sostenido precisamente por la clasificación racial que funcionó como insumo de la combinación, es el crimen perfecto. Por esto mismo, si se le pregunta a las personas por qué razones se sienten discriminadas, muy pocas dirán que por su raza porque esta palabra ha quedado oculta por el proceso racializante del propio mestizaje, las personas responderán que se sienten discriminadas por la forma de vestir, de hablar o la estatura, indicadores curiosamente muy relacionados con la categoría “indígena”.

Por esto mismo, es tan necesario cuestionar el mestizaje como proyecto estatal, el racismo y la manera en la que sigue operando. Es necesario hablar de estos temas para desenmascarar al racismo detrás de la creación de la raza única, detrás del mestizaje, para poder plantear maneras de combatirlo, no somos las personas que hablamos de estos temas ni es el “establishment identitario” quienes estamos dividiendo a México en “razas” biológicas usando categorías importadas, eso lo han hecho las élites sociopolíticas del país desde el siglo XIX. Es escandaloso que ahora se acuse a las personas que han sufrido históricamente el racismo de ser ellas las que están creando e importando las categorías raciales, y más que escandaloso, ya me parece cínico.

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