La tasa de mujeres que están en la etapa del climaterio en España es significativa. Durante esta fase se pueden producir cambios en el cuerpo debido a la disminución de los niveles de hormonas sexuales, especialmente estrógeno y progesterona. Sin embargo, algunos no son reales, ni todas las mujeres engordan ni todas sufren sofocos de la misma manera.
A medida que envejecemos podemos notar que se vuelve más difícil mantener nuestro peso habitual. Es común que el aumento de peso comience unos años antes de la menopausia, durante el período conocido como perimenopausia, así lo cuenta MayoClinic. El aumento de peso en la menopausia es común, así como la pérdida del deseo sexual o los sofocos, no obstante, se necesita especificar lo que realmente es verdad y lo que no.
Engordar en la menopausia
Las mujeres suelen aumentar de peso cuando entran en la menopausia.
La Dra. Gemma Valls Ricart especialista en Ginecología y Obstetricia y miembro de Top Doctors cuenta a Mujer.es que con la llegada de la menopausia y la consecuente disminución de los estrógenos, se ralentiza el metabolismo de las mujeres y hay una tendencia a acumular grasa en la zona del abdomen con el consiguiente aumento de peso.
La ginecóloga continúa explicando que todos los cambios se deben a la disminución de los estrógenos. Existen receptores de estrógenos en todo el cuerpo, cerebro, piel, huesos, … y trae como consecuencia los síntomas y complicaciones, sofocos, sudoraciones, irritabilidad, insomnio, fatiga, taquicardia, aumento de peso, del colesterol, sequedad de piel y mucosas, pérdida de masa ósea y muscular….
Algunas investigaciones han confirmado que la menopausia está relacionada con un aumento de la grasa abdominal, pero no con un aumento del peso total.
Esto se debe a que los cambios hormonales experimentados durante la menopausia solo provocan un cambio en el lugar donde el cuerpo almacena la grasa, lo que hace que el estómago y la cintura de las mujeres sean más propensos a ganar peso. Los estudios muestran que la grasa visceral (grasa profunda del abdomen) aumenta casi un 50 % en las mujeres posmenopáusicas, en comparación con las mujeres premenopáusicas.
¿La menopausia es la causa de la pérdida del deseo sexual?
Si bien los investigadores afirman que los efectos de la menopausia pueden provocar una reducción de la libido, expertos como las profesoras de la Facultad de Fisioterapia y Enfermería de la UCLM diseñaron un instrumento de evaluación para encontrar una solución a este problema y que los sanitarios puedan valorar y hacer tratamientos específicos para cada mujer en particular.
Tal y como ellas explican, la vida sexual no tiene fecha de caducidad, lo que ocurre es que hay una gran ausencia de tratamientos para conocer en profundidad "los síntomas y las repercusiones en la calidad de vida de las afectadas".
Por su parte, la miembro de Top Doctors apunta que a veces la sequedad vaginal por esa falta de estrógenos hace que las relaciones sexuales duelan y ese círculo hace que disminuya la libido.
Asimismo, otro estudio de Intimina demostró que las mujeres que tienen o que han tenido la menopausia experimentan problemas de autoestima, aumentando su inseguridad, y por lo tanto no estando cómodas en una situación sexual o romántica.
¿Hay un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares?
Según declara Gemma, la disminución de los estrógenos (que son cardioprotectores) hace que haya más riesgo de enfermedades cardiovasculares, y si le sumas otros factores de riesgo como la obesidad, hipertensión arterial (HTA)... se convierten en la principal causa de muerte en mujeres.
Como hemos visto, son muchos los cambios que se producen en los cuerpos de las mujeres cuando llega la menopausia, y aunque es algo natural e inevitable existen maneras de hacer que estos cambios sean menos agresivos o drásticos. Así lo ha expresado la doctora: "para prepararnos deberíamos evitar tóxico, sobre todo, el tabaco".
Es importante también mantener un peso óptimo con dieta mediterránea y ejercicio físico, añadiendo 2 ó 3 sesiones por semana de entrenamiento de fuerza, dormir 7 u 8 horas al día, fomentar las relaciones sociales, tener sexo habitual con o sin pareja. Una suplementación dirigida es básica y un tratamiento hormonal seguro y eficaz para quien lo necesite es la clave para recuperar la calidad de vida perdida.
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