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Agronegocio en colombia

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El agronegocio en Colombia constituye una parte fundamental de la economía nacional y tiene un impacto significativo tanto en el desarrollo rural como en el comercio internacional. Este sector abarca todas las actividades económicas relacionadas con la producción, procesamiento y distribución de productos agrícolas y pecuarios. La importancia del agronegocio radica en su capacidad para generar empleo, ingresos y divisas, así como en su papel en la seguridad alimentaria y en la sostenibilidad ambiental.[1]​“El sector agropecuario representa un 7% del PIB nacional[2]​ y emplea a más del 20% de la población económicamente activa”.[1]

En Colombia, esta modalidad de negocio se ha desarrollado de manera significativa en las últimas décadas, beneficiándose de las condiciones agroecológicas favorables del país, que permiten la producción de una amplia variedad de cultivos y productos pecuarios. La geografía colombiana, con sus diversos pisos térmicos, es decir cuando el relieve forma parte del factor modificador del clima de mayor importancia y la abundante biodiversidad de ecosistemas, especies y poblaciones animales, ofrece un entorno ideal para la agricultura y la ganadería. Este potencial ha sido explotado para posicionar a Colombia como uno de los principales exportadores de productos agrícolas en la región.

Productos de mayor demanda

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El café es uno de los productos más emblemáticos del agronegocio colombiano. Reconocido a nivel mundial por su calidad, el café colombiano ha sido un motor de desarrollo económico y social en varias regiones del país. La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia ha jugado un papel crucial en la organización y apoyo a los productores, promoviendo prácticas sostenibles y mejorando la calidad del producto; y destaca que “Gracias a estos esfuerzos, el café colombiano ha mantenido una posición destacada en el mercado global, generando ingresos significativos para el país y contribuyendo al sustento de miles de familias rurales”.[3]

Otro producto de gran relevancia es el banano, que se cultiva principalmente en las regiones de Urabá y la Guajira. Colombia es uno de los principales exportadores de banano en el mundo, y este producto representa una fuente importante de divisas para el país. La producción de banano ha impulsado el desarrollo de infraestructuras y servicios en las regiones productoras, mejorando las condiciones de vida de las comunidades locales. El Instituto Colombiano Agropecuario señala que Colombia posee cerca de 600.000 hectáreas de musáceas, lo que indica la importancia del sector productivo de banano y plátano en Colombia para la seguridad agroalimentaria y nutricional de las personas, la generación de divisas y de 430.000 empleos en toda la agroindustria. Sin embargo, el sector bananero también enfrenta desafíos significativos, como la lucha contra enfermedades como el Fusarium Raza 4 Tropical, que amenaza la producción y la sostenibilidad del cultivo.

La palma de aceite es otro componente vital del agronegocio colombiano. Colombia es el mayor productor de aceite de palma en América Latina y el cuarto a nivel mundial. La industria de la palma de aceite ha experimentado un crecimiento notable, impulsada por la demanda interna y externa de productos derivados del aceite de palma, como biocombustibles y alimentos procesados.[1]​A pesar de su contribución económica, el cultivo de palma de aceite ha sido objeto de controversia debido a sus impactos ambientales y sociales. La FAO en 2022 advierte que el 7% de la deforestación mundial entre 2000 y 2018 se debía solamente a plantaciones de palmas aceiteras, cuya producción se destina en gran medida (aproximadamente el 75%) al comercio internacional.[4]

El sector de las flores es otro pilar del agronegocio en Colombia. El país es el segundo exportador de flores en el mundo, después de los Países Bajos, y sus flores son muy apreciadas en los mercados internacionales por su calidad y diversidad. La industria floricultora no solo genera divisas, sino que también proporciona empleo a miles de personas, en su mayoría mujeres, en las regiones productoras.[5]

La ganadería también juega un papel destacado en el agronegocio colombiano. Colombia posee una de las mayores poblaciones bovinas de América Latina, y la producción de carne y leche es una fuente importante de ingresos para muchas familias rurales. La ganadería colombiana ha evolucionado hacia la implementación de prácticas más sostenibles, como la ganadería silvopastoril, que combina la producción animal con la conservación de los recursos naturales.[6]

El cacao es otro cultivo con gran potencial en Colombia. El país cuenta con condiciones ideales para la producción de cacao fino y de aroma, que es altamente valorado en los mercados internacionales. El gobierno y diversas organizaciones han promovido programas para mejorar la calidad y la productividad del cacao colombiano, con el objetivo de posicionarlo como un producto premium en el mercado global.[7]

El sector avícola ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, impulsado por la demanda interna de carne de pollo y huevos. La avicultura colombiana se ha modernizado y tecnificado, logrando altos niveles de eficiencia y productividad. Este crecimiento ha contribuido a la seguridad alimentaria del país y ha generado empleo e ingresos para muchas familias. Sin embargo, la industria avícola también enfrenta desafíos relacionados con la bioseguridad y el manejo adecuado de residuos, que deben ser abordados para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.[8]

Intervención gubernamental en el agronegocio colombiano

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El desarrollo del agronegocio en Colombia ha estado acompañado de políticas públicas y programas de apoyo que buscan mejorar la competitividad y sostenibilidad del sector. El gobierno ha implementado diversas estrategias para fomentar la innovación, el acceso a mercados, la asociatividad y la inclusión de pequeños productores en las cadenas de valor. La FAO en 2022 destaca que esas políticas han sido fundamentales para impulsar el crecimiento del agronegocio y para enfrentar los desafíos que presenta el sector.[9]

A pesar de los avances, el agronegocio colombiano enfrenta varios retos que deben ser abordados para asegurar su desarrollo sostenible. La infraestructura rural, como vías de acceso y sistemas de riego, requiere mejoras significativas para reducir los costos de producción y facilitar el acceso a mercados. La falta de acceso a financiamiento es otro obstáculo para muchos pequeños y medianos productores, que necesitan recursos para invertir en tecnologías y prácticas más eficientes. El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia en 2022 señala que “la adaptación al cambio climático es un desafío crítico para el sector, que debe adoptar estrategias para mitigar sus impactos y asegurar la resiliencia de los sistemas agrícolas”.[6][9]

Dentro de esto también existe la sostenibilidad ambiental es una preocupación central en el agronegocio colombiano. La expansión agrícola ha llevado a la deforestación y a la degradación de los ecosistemas naturales, lo que pone en riesgo la biodiversidad y los servicios eco-sistémicos. La implementación de prácticas agrícolas sostenibles, como la agroforestería y la agricultura de conservación, es esencial para reducir el impacto ambiental y promover la conservación de los recursos naturales.[10]

Y la inclusión social es otro aspecto clave para el desarrollo del agronegocio en Colombia. El sector debe garantizar que los beneficios económicos lleguen a todos los actores de la cadena de valor, incluyendo a los pequeños productores y a las comunidades rurales. La capacitación y el acceso a tecnologías adecuadas son esenciales para mejorar la productividad y la calidad de vida de los agricultores familiares. Además, es importante fomentar la participación de mujeres y jóvenes en el agronegocio, ofreciendo oportunidades de empleo y desarrollo que contribuyan a la equidad y al bienestar de las comunidades rurales.[5]

El agronegocio en Colombia es un sector dinámico y esencial para la economía del país. Su desarrollo ha traído beneficios significativos en términos de generación de empleo, ingresos y divisas, y ha contribuido al desarrollo rural y a la seguridad alimentaria. Sin embargo, el sector también enfrenta desafíos importantes relacionados con la sostenibilidad ambiental, la inclusión social y la adaptación al cambio climático. Para asegurar su crecimiento sostenible, es necesario implementar políticas y estrategias que promuevan la innovación, la eficiencia y la equidad en el sector, garantizando que los beneficios del agronegocio se distribuyan de manera justa y que se conserven los recursos naturales para las futuras generaciones. [1]

Referencias

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  1. a b c d Lozano García, Dewar (Septiembre 2022). «INFORME DE SEGUIMIENTO A INDICADORES DE PROCESOS 2022». Https://www.minagricultura.gov.co/paginas/default.aspx. 
  2. «World Bank Open Data». World Bank Open Data. Consultado el 7 de junio de 2024. 
  3. Cárdenas Gutiérrez, Jorge (1993). «La Industria del Café en Colombia.». La Industria del Café en Colombia. (Revista Ensayos Sobre Economía). doi:10.38141/10788/009-1-1. Archivado desde el original el |urlarchivo= requiere |fechaarchivo= (ayuda). 
  4. Piñeros Lizarazo, Robinzon (25 de mayo de 2016). «La territorialización del agronegocio de la Palma de Aceite y la Caña de Azúcar en la altillanura colombiana. Aportes para el estudio de sus efectos a las condiciones de trabajo de los asalariados rurales». ResearchGate. doi:10.13140/RG.2.1.2214.2321. 
  5. a b Ardilla Carrillo, Zyda; Ulloa Unanue, María Paz (21 de enero de 2012). «Mujeres y flores: flexibilización en marcha. El trabajo de las mujeres floricultoras de Colombia». Áreas. Revista Internacional de Ciencias Sociales. 
  6. a b Bravo Parra, Aura María (2021-08). Cadenas sostenibles ante un clima cambiante. La ganadería en Colombia. Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit. ISBN 978-958-8945-52-1. Consultado el 7 de junio de 2024. 
  7. Montealegre Bustos, F.; Rojas Molina, J.; Jaimes Suárez, Y.; Montealegre Bustos, F.; Rojas Molina, J.; Jaimes Suárez, Y. (2021-12). «Factores agronómicos y socioeconómicos que inciden en el rendimiento productivo del cultivo de cacao. Un estudio de caso en Colombia». Fave. Sección ciencias agrarias 20 (2): 59-73. ISSN 1666-7719. Consultado el 7 de junio de 2024. 
  8. Hortúa-López, Laura; Cerón-Muñoz, Mario; Zaragoza-Martínez, María; Angulo-Arizala, Joaquín (22 de diciembre de 2022). «Caracterización y tipificación de la avicultura de traspatio en Boyacá, Colombia, y su efecto sobre la seguridad alimentaria». Revista de Investigaciones Veterinarias del Perú 33 (6): e22753-e22753. ISSN 1682-3419. doi:10.15381/rivep.v33i6.22753. Consultado el 7 de junio de 2024. 
  9. a b Rocha, Jhon Fredy Garavito; Garavito, Diana Marcela Fonseca; Ahumada, German Carvajal (1 de diciembre de 2023). «Tensiones entre campesinos y empresarios: La lucha por detener la deforestación en la Amazonia colombiana en el marco del neoliberalismo en el periodo 2011-2021». Ar@cne. Revista Electrónica de Recursos en Internet sobre Geografía y Ciencias Sociales 27. ISSN 1578-0007. doi:10.1344/ara2023.285.41299. Consultado el 7 de junio de 2024. 
  10. Correa Assmus, Gustavo (1 de enero de 2017). «El deber ser en los agronegocios». Revista de la Universidad de La Salle 2017 (72): 253-274. ISSN 0120-6877. Consultado el 7 de junio de 2024.