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Concordia (Antioquia)

Concordia
Municipio

Panorama de Concordia.


Bandera


Otros nombres: Balcón cívico del Suroeste y cuna de la trova paisa
Concordia ubicada en Colombia
Concordia
Concordia
Localización de Concordia en Colombia
Concordia ubicada en Antioquia
Concordia
Concordia
Localización de Concordia en Antioquia
Mapa
Coordenadas 6°02′44″N 75°54′27″O / 6.0455555555556, -75.9075
Entidad Municipio
 • País Bandera de Colombia Colombia
 • Departamento Antioquia
 • Subregiones de Antioquia Suroeste
Alcaldesa Alexandra Herrera Quijano (2024-2027)
Eventos históricos  
 • Fundación 17 de diciembre de 1830[1]
 • Erección 25 de septiembre de 1848[1]
Superficie  
 • Total 250 km²[1]
Altitud  
 • Media 2000 m s. n. m.
Población (2018)  
 • Total 21 377 hab.[2]
 • Urbana 7349 hab.
Gentilicio Concordianos <br
Huso horario UTC -5
Sitio web oficial

Concordia es un municipio de Colombia, localizado en la subregión suroeste del departamento de Antioquia. Limita por el norte con el municipio de Betulia, por el oriente al otro lado del río Cauca con los municipios de Armenia "Mantequilla", Titiribí y Venecia, por el sur con Salgar y Venecia y por el occidente con Salgar. Su cabecera dista a 95 kilómetros, por vía pavimentada, de la ciudad de Medellín, capital del departamento de Antioquia. El municipio posee una extensión de 234 kilómetros cuadrados, y una altura sobre el nivel del mar en la cabecera municipal de 2.000 metros.

Poblamiento indígena

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Para el caso de Concordia no se cuenta con datos precisos sobre el poblamiento indígena, no se puede ubicar con exactitud a un grupo tribal que ocupara este territorio. Según una clasificación efectuada por el historiador Manuel Uribe Ángel a finales del siglo siglo XIX, la región del Suroeste antioqueño, fue habitada por los indígenas Catíos, en ésta categorización el autor realizó una descripción muy detallada de este pueblo que habitó la región antes de la colonización antioqueña: "Los CATIOS ocupan un alto territorio entre los ríos Cauca y Atrato y desde el norte de Caramanta hasta la serranía de Abibe, habitan en casas circulares de techo cónico, cubiertos con hojas de palma en unas estructuras de madera en tierra llamados: embarrados o bahareques; con zarzos altos del piso denominados: bohíos o caney carentes de puertas. Entre los utensilios domésticos cuentan con piedras de moler, pilón de madera, bateas y totumas. También tienen objetos de alfarería y cabuya y una gran habilidad para el hilado y el tejido. Los hombres llevan taparrabos y las mujeres una pequeña falda. Usan adornos como: collares y brazaletes, narigueras fabricadas en materiales duros como semillas, piedras, cerámicas u oro; sus cuerpos están adornados con pigmentos vegetales. Usan cabellos largos, siendo el ritual entre los hombres el corte para ir a la guerra. Los instrumentos están representados por lanzas, flechas, cerbatanas, picos, hondas y hachuelas cortantes. Tienen amplios conocimientos en plantas medicinales que los Chamanes utilizan en ceremonias. Frente a la muerte guardan el concepto de inmortalidad. Creen en dios bueno AVIRA encargado de la creación y el ordenamiento del universo y una fuerza maligna CANICUBA a la que le rinden tributo sin sacrificios humanos en procura en procura de no obtener maleficios. [3]​ Los hallazgos cerámicos encontrados por guaqueros en estos suelos, permiten tratar de ver algunos aspectos de la vida del poblamiento indígena, que habitó en la jurisdicción del actual Municipio de Concordia, donde se han localizado piezas de cerámica representativas del estilo marrón-inciso, relacionado por los antropólogos con la orfebrería de la era quimbaya clásica. Se hallaron también otros tipos de cerámica, que pueden corresponder al periodo comprendido entre los siglos VIII y XVI al momento de la conquista española, sustentado en hallazgos de objetos menos elaborados, asociados a un poblamiento tardío que se dio en la cuenca del río Cauca, diferenciado de las otras en la forma de sus vasijas y la función que ellas prestaron a la comunidad. Son vasijas más burdas en su fabricación, asimétricas, lo que marca una amplia diferenciación con el estilo marrón-inciso que presenta formas simétricas bien definidas. Las tumbas eran construidas por los indígenas como albergue de una vida después de la muerte. En una de ellas, trabajada por guaqueros de la región en el “Alto del Venado” o “Loma del perico”, a ocho kilómetros al nordeste de la cabecera municipal, se encontraron vasijas burdas, con bordes revestidos, asas pequeñas de tamaño regular como especie de tazas mal hechas y fragmentos de ellas, que por el tamaño debieron ser utilizadas en función de su servicio, más que en ritos funerarios. Estos objetos sacados de la sepultura corresponden al periodo fechado entre los siglos X y XVI de nuestra era.[4]​ Fuera de estos elementos, la tumba excavada contenía huesos humanos, 14 narigueras, un metate o piedra de moler y muchos objetos que no fueron incluidos en el inventario. Esta tumba corresponde al modelo hipogeo profundo, estilo de enterramiento localizado en toda la cuenca del río Cauca. Este estilo presenta variantes en la profundidad y en el tipo de cámaras que fueron utilizadas por los indígenas en los diferentes enterramientos, de acuerdo al rango social; son tumbas trabajadas en forma cónica, cuadradas o rectangulares. Referente a las tumbas con cámaras laterales de pozo, estos grupos se caracterizaron por hacer enterramientos en colinas y cuchillas con poca profundidad, nichos en las paredes donde se depositaban cerámicas burdas y sencillas pertenecientes al difunto. Los volantes de huso localizados en la estructura funeraria y en los campos de cultivo cercanos, eran considerados de poco valor por los agricultores, por su forma aerodinámica los lanzaban al viento en forma de juego. El oro no fue ajeno al poblamiento indígena del territorio de Concordia; en el Municipio se ha desarrollado una gran actividad de guaquería en busca de alhajas que contiene las sepulturas. Por tradición popular se cree que el “Alto del venado” debe su nombre a una gran guaca excavada en él, por los primeros colonos que se asentaron en la década de 1830, allí hallaron un venado de oro macizo, variedad de objetos cerámicos encontrados en los cortes efectuados para apertura de caminos, elementos correspondientes al poblamiento tardío cerámico marrón-inciso. También se han localizado vestigios en el “Cerro del Rumbadero”, en la vereda “Las Ánimas”, un territorio rico en muestras cerámicas; en la vereda “La Tarquí” en los límites con Salgar, hay gran variedad de depresiones como cementerio indígena. En el sector aun existen vestigios de antiguos caminos precolombinos como señal de su poblamiento. [5]

La "Selva Virgen"

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Parque principal, al fondo Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes.

Selva Virgen fue como los pobladores del suroeste de la Provincia de Antioquia, conocían a las tierras ubicadas en la franja izquierda del río Cauca, lo que hoy es Concordia, y que comprendía los terrenos hasta la cordillera limítrofe con la Provincia del Chocó. En la primera mitad del siglo XIX esta zona no estaba colonizada era todavía una selva que aislaba a Medellín de la parte suroccidental del país, Lo selvático del territorio, las estribaciones de la cordillera occidental, los ríos Cauca y San Juan eran los obstáculos.[6]​ En realidad, la provincia antioqueña estaba rodeada de montañas altas difíciles de pasar debido a sus crestas elevadas, pendientes, valles profundos y cascadas mugidoras.

Los colonos debieron enfrentar una geografía abrupta y aislada, dominar la selva acuosa, mal sana, las profusiones de insectos, las serpientes venenosas y los animales peligrosos; de esta forma se fue dando la integración de la región a la esfera del centro político de Antioquia, promoviendo la fundación de nuevos poblados y el despegue de las actividades agropecuarias y mineras.[7]

Fracción "La Comía"

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Aunque el territorio de la "Selva Virgen" ya había explorado y en él se había desarrollado una incipiente actividad minera, era considerado como baldío nacional. Hacía allí se dirigió el movimiento de colonización emprendido por MANUEL HERRERA el 17 de diciembre de 1830 donde se estableció con su familia en el paraje "Cabildio" y posteriormente recibió título de propiedad sobre 60 fanegadas de tierra en 1840, , otorgada por la junta repartidora de baldíos provinciales, en nombre de la República de la Nueva Granada.

"... En 1830 penetró en aquellos bosques Manuel Herrera con su familia, atravesó el río Cauca en una balsa en guadua. Internado en la selva, no halló en ella el menor vestigio humano; pero con la tenacidad del montañés, fijó en ella su residencia, pidió a la naturaleza y al vigor de sus brazos la satisfacción de sus primeras y más urgentes necesidades" [8]

Tras Manuel Herrera, emigraron José Ignacio Fernández, José Ignacio González, Juan Nepomuceno Restrepo, José Ignacio Vélez, Juan José Restrepo Uribe y José Ignacio Escobar. Para 1832 en estas montañas ya se habían establecido más de 50 familias, procedentes de Titiribí. Este mismo año los colonos le solicitaron al Cantón de Medellín que nombrara un juez de partido en la jurisdicción para poder cortar cualquier disputa que se presentara por límites entre parcelas, explotación de baldíos y uso de las corrientes de agua; fue nombrado para tal fin Juan José Restrepo Uribe. Establecidas las familias en estas montañas surgió la necesidad de reclamar el derecho y la adjudicación de estas tierras baldías, que ya estaban siendo reclamadas por habitantes del Distrito de Titiribí desde 1820, aduciendo que estas tierras ya se les habían concedido en tiempos del nacimiento de la República, pero sus títulos de propiedad se extraviaron. Ante la constante solicitud de los colonos establecidos en “La Comiá”, la Cámara Provincial de Antioquia solicitó al gobierno central de la República de la Nueva Granada, el derecho a 12.000 fanegadas de tierra que poseía el estado en la jurisdicción del Distrito de Anzá, en el Cantón de Santa fe de Antioquia, esta solicitud tuvo como base la ley del 5 de mayo de 1834, referente a colonización y repartición de terrenos baldíos nacionales, la cual pretendía el poblamiento y establecimiento de nuevas poblaciones. Con base en esta ley, la Cámara Provincial aprobó la resolución del 3 de octubre de 1834 donde reclamaba al estado el establecimiento de una nueva población.[9]

"... La gran mayoría de los pueblos de Antioquia se improvisaron: surgieron al lado de lideres mineros, agrícolas y comerciantes, sin prospecto alguno. se quería vivienda no pueblo. Sólo cuando el número de colonos era importante, el líder trazaba una plaza de la que arrancaban las calles, regalaba el terreno para la iglesia, la escuela y lo demás venía por generación espontánea..." [10]

En 1835 por decreto de noviembre 23, otorgado por el Congreso Nacional, una vez efectuadas las diligencias tendientes a comprobar los baldíos nacionales, para poder adjudicarlas y llevar a efecto el establecimiento de una Parroquia, como exigían las políticas estatales; se comenzó a denominar a estas tierras Fracción “LA COMIÁ” en jurisdicción del Distrito Parroquial de Titiribí (1841-1848).

"Decreto de noviembre 23 de 1835 Art. 1. Se conceden 12000 fanegadas de tierras baldías en las montañas de La Comiá del cantón de Antioquia, para el establecimiento de una nueva población" [11]

Una vez concedidas las 12.000 fanegadas de tierra, la Cámara comisionó al Personero provincial Gabriel Echeverri, para promover ante el gobierno central la adjudicación de otras 25.000 fanegadas, a la orilla izquierda del río San Juan en las montañas de “La Comiá”, para obtener con su venta o arrendamiento “rentas provinciales”; estas tierras fueron otorgadas por decreto:

“Decreto de enero 31 de 1837. Art. 1. Se adjudican en plena propiedad para rentas provinciales de Antioquia las tierras situadas en las montañas de La Comiá en los linderos: el río Barroso, desde la boca de la quebrada El Plateado, hasta la boca de la quebrada Santa Luisa; aguas arriba hasta su origen; de aquí al noroeste de la cuchilla inmediata y por esta a las vertientes de la quebrada Hondita; siguiendo el curso de las aguas hasta la quebrada Comiá, ésta remontando su origen; de aquí por la cordillera que divide las vertientes del Barroso y la quebrada San Mateo, hasta la cresta de la cordillera que divide las vertientes del mismo río y la quebrada San Juan, por dicha cresta hasta las vertientes de la quebrada San José, aguas abajo, hasta su confluencia con la del Plateado; desde aquel punto a su incorporación al Barroso” [12]

En 1836 por ordenanza del 19 de octubre, se mandó repartir los terrenos a todos los colonos del paraje “La Comiá”, conformando una junta para dicho efecto en el año 1837, presidida por JUAN JOSÉ RESTREPO ÚRIBE, (por lo que se le considera el fundador del Municipio). Otros líderes que también conformaron la junta repartidora fueron: Agapito Uribe; Secretario, José Antonio González; Agrimensor, Javier Velásquez, Francisco Toro y José María Restrepo Jaramillo; Vocales. A esta junta además correspondió la designación del lote donde se debía construir el nuevo poblado; seleccionando el paraje “Magallo”, diez cuadras cerca a la quebrada del mismo nombre por ser semi llano, con buenas corrientes de agua, bien ventilado, de buena vista y sin territorios de laguna. La junta comenzó a ejercer funciones el 11 de agosto de 1840, cuando procedió a entregar los primeros títulos de propiedad sobre la tierra a los colónos que se establecieron desde 1830. El 26 de agosto de 1840 la junta suspendió sus funciones como consecuencia de la primera guerra civil que estalló en la naciente República: “Guerra de los supremos”. Para el 14 de mayo de 1843 pudo retomar la entrega de tierras, además procedió a demarcar la plaza y las manzanas del nuevo poblado según lo ordenado por la Cámara Provincial. Esta fue la primera concesión de baldíos nacionales, que el Estado de la Nueva Granada otorgó a pobladores, con la intervención de los gobiernos provinciales.La junta repartidora de baldíos nacionales, luego de separar el predio de diez cuadras para el establecimiento de la población en el paraje seleccionado, inició la planificación y planimetría urbana que fue promovida en 1843 ante la Cámara Provincial y el entonces Gobernador de la Provincia Gabriel Echeverri, quien consideraba urgente la necesidad de proceder a la demarcación de la plaza y las calles en el lote destinado e iniciar los trabajos materiales del templo y la determinación del lote para el cementerio: “1°: Que los comisionados para el repartimiento de las tierras de la nueva población de “La Comiá” hicieron la demarcación de las calles y de la plaza, señalando el lugar más apropiado para iglesia, cárcel, escuela y cementerio. 2°: Que para construcción del templo y el cementerio, el cabildo de la parroquia haría uso de las facultades que concedieron las leyes, disponiendo el servicio personal subsidiario, sin ser desatendidas las vías de comunicación; 3°: Que para que se les erigiera una nueva parroquia en el mismo sitio los vecinos debían de proveer lo conveniente, contando con el apoyo del gobierno; pero siempre que fueran llenados los requisitos legales.” [13]​ “Los linderos fueron establecidos: desde la desembocadura de la quebrada La Comiá en el río Cauca, Cauca arriba a la desembocadura del río San Juan, San Juan arriba a su nacimiento y de ahí en línea recta por la cordillera de los Andes a buscar el nacimiento de la quebrada La Comiá, ésta abajo hasta su desembocadura en el Cauca, punto de partida" [14]​ Fue así como a partir del segundo semestre de 1843, surgió en la fracción “La Comiá” y sobre la pendiente inclinada del “Morro de la Cruz”, la plaza principal. En torno a ella se trazaron las manzanas del marco de la plaza, destinando la parte baja para levantar la casa de gobierno, la cárcel y la escuela. Este lugar se constituyó en el gran escenario de los acontecimientos urbanos; lugar de mercado, sitio de reunión de la población, del poder administrativo y coercitivo, fue el sitio de fe y poder eclesiástico, luego de trasladar allí el templo parroquial, y desde su establecimiento hasta nuestros días, continúa siendo el espacio por excelencia. La composición y planimetría del área urbana fue desarrollandose de forma lenta, siguiendo el modelo en damero, que no requiere de un diseño complicado para el desarrollo posterior. Partiendo de una plaza central y en cada uno de sus extremos las ocho calles perpendiculares entre sí. En el espacio se trazó una cuadrícula de nueve manzanas a las cuales se les fueron articulando otras más durante el siglo XX, con un diseño propio más lineal en ciertos sectores urbanos, pues la topografía del lugar seleccionado para el pueblo, no tuvo en cuenta su expansión futura y de esta forma conservar el modelo inicial.

Distrito de "La Concordia"

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A mediados de la década de 1840, los habitantes de la Fracción “La Comiá” representados por la junta repartidora de baldíos nacionales, comenzaron a gestionar ante la Cámara Provincial de Antioquia, el establecimiento y la creación de un Distrito independiente de otra jurisdicción (en lo político administrativo regido por un alcalde y un cabildo) apoyados en la ley 07 del 6 de mayo de 1834 que había otorgado las fanegadas de tierras baldías a los colonos. Ante esta petición el Gobernador entonces de la Provincia de Antioquia, Mariano Ospina Rodríguez, destinó una subvención provincial para levantar una capilla y así acelerar la creación del Distrito. Es así como en 1848 por ordenanza del 3 de julio, se manda crear políticamente el nuevo Distrito, erigido como tal por ordenanza del 25 de septiembre de 1848 denominado “LA CONCORDIA” en el paraje “La Comiá”. Esta ordenanza fue sancionada el 28 de septiembre del mismo año por el entonces gobernador de la Provincia de Antioquia José María Martínez.

ORDENANZA 03 DE JULIO DE 1848 Ordenanza creando un Distrito denominado La Concordia; en el paraje llamado La Comiá. La Cámara Provincial de Antioquia, en virtud de la Facultad que le concede la atribución 12 del artículo 03 de la ley del 3 de julio de 1848 ORDENA

Artículo 1 se crea un Distrito en el paraje La Comiá.

Artículo 2 este Distrito se denominará: “LA CONCORDIA”.

Artículo 3 Los límites de dicho Distrito serán: desde el nacimiento del río San Juan, en la cordillera divisoria con la Provincia del Chocó; río San Juan abajo hasta su desembocadura en el río Cauca, Cauca abajo, hasta la desembocadura de la quebrada Comía; quebrada arriba, hasta su nacimiento en la cordillera del Plateado; cuchilla arriba, hasta el alto denominado Plateado en la cordillera de Urrao, siguiendo la misma cordillera por el alto Los Farallones, hasta el nacimiento del rio San Juan primer lindero.

Firmado Jorge Gutiérrez de Lara, presidente; Pastor Gallo, Secretario [15]

Una vez elevada la Fracción “La Comiá” a la categoría de Distrito de “La Concordia”, sus pobladores procedieron a la creación de la Alcaldía, nombrando alcalde a JOSÉ IGNACIO VÉLEZ de Itagüí por decreto gubernamental del 25 de octubre de 1848 y a la convocatoria de su primer Cabildo Abierto el 27 del mismo mes. Este cabildo estuvo conformado por: Remigio Bolívar; Juez del Distrito, Juan José Restrepo Uribe; presidente, José Ignacio Fernández; Tesorero, Juan de la Rosa Cano; Comisario de Policía y Braulio Gallo, José Bermúdez, José Ignacio González, Antonio María González, José Antonio González, José María Ortiz y Eugenio González; todos ellos procedentes del Distrito de Titiribí. [16]

Distrito Parroquial

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Uno de los primeros objetivos del Cabildo del recién creado Distrito de “La Concordia” fue elevarlo a la categoría de “Distrito Parroquial”; se dirigieron al Obispo de la diócesis de Antioquia Juan de la Cruz Gómez Plata y al Gobernador de la Provincia, para solicitarles la creación en lo eclesiástico de una Parroquia independiente del Distrito de Titiribí. Con el fin de contar con Cura Párroco, que les administrara los sacramentos. El vicario comisionó en diciembre de 1848, al sacerdote Eleuterio Restrepo Restrepo (nacido en Medellín 9 de diciembre de 1819) para que se trasladase al recién creado Distrito de “La Concordia”, con el fin de verificar si se contaba con capilla y los implementos necesarios para el culto: piedra de ara, altar, confesionario, cementerio cercado y ataúd para conducir los muertos. Cinco meses después de las recomendaciones efectuadas por el Pbro. Restrepo en la primera visita, fue encomendado el Pbro. Julián María Upegui para realizar una nueva supervisión de los faltantes, verificar si en la capilla se había colocado pila para el bautismo, el baptisterio, la mesa de altar con alhajas y el campanario. Las diligencias las realizó el Sacerdote Upegui en compañía de los colonos, quienes le dieron a conocer que en el Distrito se había levantado una capilla en bahareque y techos de paja, con una longitud de 19 x 10,5 varas con una puerta y tres ventanas, construida sin licencia del prelado diocesano por no creerlo necesario y que para ello se invirtió un auxilio otorgado por la Cámara Provincial; también se le dio a conocer de la construcción de un cementerio cercado con maderas en forma denominada “agujas”, con un área que comprendía más de 100 varas cuadradas y a una distancia prudente del poblado. Cumplidos todos los requerimientos se procedió a bendecir la Capilla y el campanario el 26 de mayo de 1849 en sesión solemne, convirtiéndose ese día en el primer acontecimiento popular de la naciente población.[17]​ El 30 de noviembre de 1849, la diócesis de Medellín nombró primer Cura Párroco de “La Concordia” a ELEUTERIO RESTREPO RESTREPO con el respectivo consentimiento del poder civil, tal como lo habían solicitado los habitantes del Distrito. El Sacerdote tomó posesión de su cargo el 18 de enero de 1850. De esta forma el Distrito Parroquial de “La Concordia” fue reconocido como tal por el poder central de la República de la Nueva Granada el 16 de noviembre de 1849. La capilla de paja estaba levantada media cuadra arriba del actual templo y perduró allí hasta comenzar la década de 1860, cuando se obtuvo licencia para levantar una nueva edificación en el marco de la plaza, tal como lo había solicitado el cabildo abierto al gobernador en 1849. Este nuevo templo se convirtió en punto de referencia urbana en medio de las casas particulares. La primera fase de su construcción se dio a partir de 1870 con características de capilla de tres naves, separadas por columnas de madera, pisos de tabla y el techo parte en astilla de madera y otra parte en teja de barro. Fue dotado de tabernáculo en madera pintado al óleo con adornos dorados; sagrario donado a la Parroquia por los Carmelitas de la ciudad de Medellín. La cúpula fue levantada sobre cuatro pedestales de calicanto de elevada altura para diferenciar la construcción a la usanza de los templos coloniales. Tuvo púlpito, coro y tribuna, todo bellamente tallado en madera decorada al óleo. El frontis, mirando al occidente construido en tapia cubierto de madera, al igual que los costados. El 12 de marzo de 1870 fue bendecido canónicamente y consagrado a la advocación “NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES” durante la primera visita pastoral efectuada al suroeste por el Obispo auxiliar de Medellín, José Joaquín Isaza. Ya al comenzar la segunda mitad del siglo XX, el templo resultaba bastante pequeño, por lo cual el Pbro. Luis López de Mesa emprendió su ampliación hacia la casa contigua de la izquierda. La obra comenzó en 1958 dirigida por el ingeniero Carlos Posada, bajo la dirección de ornamentación del Pbro. Alfonso Valencia y decorado por Carlos Enrique Henao. En su estructura se aumentó a cinco naves, reedificado todo el frontis para darle uniformidad a las torres, entre las cuales se colocó una imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, hecha por el artista concordiano Gilberto Velásquez. Se reformó el atrio, uniendo el templo con las dos casas contiguas, una de ellas de propiedad de la parroquia adquirida en 1907 como sede de la casa cural. La ampliación y remodelación fue concluida en 1965 y bendecida canónicamente el 26 de noviembre de ese año. Los altares fueron retirados por esta razón y el templo permaneció sin ellos hasta el siglo XXI.[18]

Desmembración Distrito de "La Concordia"

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Dos años después de creado el Distrito de “La Concordia”, se dieron los primeros pasos para la desmembración de su territorio. En 1850 por ordenanza del 1 de octubre se creó la aldea “La Soledad”, en los límites con el Distrito de “Nueva Caramanta”, en este lugar existía un caserío conocido como “Gólgota”. Desde allí se dio continuidad a la fundación del nuevo poblado, se determinó la porción de tierras para la nueva localidad con el nombre de “San Juan de los Andes”, lo que representó para el Distrito de La Concordia, el comienzo de su disgregación territorial. Dicha población comprendería su jurisdicción desde el nacimiento del río “Guadualejo” hasta su confluencia en el río San Juan y éste arriba hasta su nacimiento en la cordillera de los Andes. Este territorio era considerado ya Distrito independiente en 1853.[19]​ Más tarde, al comenzar la década de 1860, los pobladores de las fracciones Bolívar, Farallones y Barroso, solicitaron la creación de un corregimiento con el nombre “Bolívar” en un caserío de sesenta casas y rústica capilla, en las riberas del río Guadualejo; la solicitud fue acogida por la Cámara Provincial, creando primero un Corregimiento que pasó a ser Aldea y luego fue elevado a categoría de Distrito mediante Ley 13 del 23 de agosto de 1864, fijando su límite por la quebrada Chaquíro; en 1867 se suprimió este Distrito y se agregó nuevamente al territorio de “La Concordia”, formando así límites con el Distrito de Andes por la ribera del río Bolívar desde su nacimiento a su incorporación al río San Juan. Este caserío tuvo Inspector de Policía hasta 1869 cuando fue restablecido nuevamente como “Distrito de Bolívar” por Ley 154 del 22 de septiembre. [20]​ Representando para “La Concordia” la pérdida definitiva de ese territorio y su dominio territorial quedó reducido a:

“Del desemboque del río Moro en el Cauca; por todo aquel arriba hasta su nacimiento; de aquí a la cordillera de Casco de Mula; siguiendo por toda esta cordillera hasta cerro Plateado, de aquí línea recta al nacimiento de la quebrada Amagaseña; por esta abajo hasta su confluencia con el río San Juan; éste hasta su confluencia con el Cauca; éste abajo hasta su confluencia con el río Moro, primer lindero” [21]

Por último, en 1865 por Decreto del 26 de noviembre se creó la “Fracción Barroso”, que fue elevada a la categoría de Corregimiento con el nombre “San Juan de Riaño” en 1877, además se creó la Inspección de Policía en la “Fracción Salgar” mediante Decreto del 2 de marzo de 1878, fijando como punto para su cabecera, las vegas de la confluencia de las quebradas Plateado y Río Barroso, se les cedió propiedad de tierras por decreto 18 del 12 de octubre de 1877. La Fracción Salgar, fue elevada a Corregimiento y luego a la categoría de Distrito independiente para 1894. Cuatro años más tarde fue suprimido y agregado nuevamente a “La Concordia”, por ser esta la plaza donde se efectuaban las operaciones comerciales y porque la mayoría de sus habitantes eran parientes entre sí. En 1903 fue restablecido ya como Municipio y de esta forma la concepción originaria de “La Concordia”, quedó reducida en el siglo XX a los límites territoriales:

“Del nacimiento de la quebrada Fotuta en la cordillera Mundomalo; por ésta, siguiendo hacia el norte y lindando con el Distrito de Salgar, al alto llamado San Luis; de aquí, siguiendo la misma cordillera y pasando por el paraje Piedrecandela, lindero con Salgar, hasta el alto Morelia en la cordillera Santa Luisa, línea natural que separa a Urrao, Salgar y Concordia, luego continuando la misma cordillera hasta el punto dónde limita con el Distrito de Betulia; siguiendo la cordillera Santa Rita, hasta el nacimiento de la quebrada El Moro; ésta aguas abajo, a su desembocadura en el río Cauca; río arriba hasta donde le desagua la quebrada Magallo; quebrada arriba lindando con Salgar, hasta su confluencia con la quebrada Fotuta, esta arriba hasta el punto de partida”[22]​ De esta manera el área originaria que la Cámara Provincial de Antioquia le otorgó al Distrito de “La Concordia”, comprendía las tierras donde hoy se encuentran los Municipios de Andes, Jardín, Ciudad Bolívar, Salgar, Betania y parte de Hispania; la fragmentación se dio como consecuencia del proceso de colonización al interior de la jurisdicción, emprendida por campesinos, motivados y atraídos por la existencia de mineral aurífero y fuentes de sal, también por los guaqueros motivados por las sepulturas indígenas.[23]

Municipio de Concordia

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En 1886 el movimiento de unificación nacional se consolidó con la promulgación de la Constitución Política que en su artículo 1° decía: “ la nación colombiana se reconstituye en forma de República Unitaria” y en el artículo 182 creó los Departamentos como entes territoriales y cada Departamento se dividió en Provincias y éstas a su vez en “Distritos”. La pertenencia jurisdiccional y denominación administrativa de Concordia desde su establecimiento se sintetiza en:

  • Creación del Distrito de “La Concordia” en el paraje “La Comiá” de la Provincia de Antioquia; por ordenanza 07 del 25 de septiembre de 1848.
  • Erección en Distrito de “La Concordia” por ordenanza del 28 de septiembre de 1848.
  • Distrito Parroquial por ordenanza 13 del 15 de diciembre de 1853.
  • Distrito del Circuito de Amagá, Provincia de Antioquia por ordenanza 01 del 14 de septiembre de 1855.
  • Distrito del Departamento de Medellín, Estado de Antioquia ley 8 de noviembre de 1856.
  • Distrito del Departamento del Centro, Estado de Antioquia ley 3 de diciembre de 1857.
  • Aldea del Municipio de Titiribí, decreto Mosquera 13 de noviembre de 1862. (no se hizo efectivo)
  • Distrito del Estado de Antioquia, ley 13 de mayo de 1863.
  • Distrito Departamento del Centro, Estado de Antioquia ley 13 del 23 de agosto de 1864.
  • Distrito del Departamento del Cauca, Estado de Antioquia ley 50 del 5 de diciembre de 1877.
  • Distrito Departamento del Centro, Estado de Antioquia Decreto 397 del 28 de octubre de 1885.
  • Distrito Provincia del Centro, Departamento de Antioquia Decreto 490 del 1 de septiembre de 1886.
  • Distrito Provincia del Suroeste, Departamento de Antioquia ley 06 del 20 de septiembre de 1890.
  • Municipio Provincia de Jericó, Departamento de Antioquia decreto 916 del 31 de agosto de 1908.
  • Municipio del Departamento de Antioquia 1910.

De esta forma, Concordia conservó siempre la categoría de Distrito (Municipio). En ese año quedó definido también el perímetro urbano, para incluir “La Amelí” primer barrio configurado; “Hoyo Frío”, “Hoyo Caliente” y el sector denominado “Lago los Leones”: “Partiendo de la “Piedra del Gallinazo”, rectamente a la esquina oriental del cementerio; de allí siguiendo para abajo la tapia de ese costado y en línea recta hasta la quebrada “Magallo”, por esta para arriba hasta donde le desemboca el amagamiento denominado “Las peñitas”; esta aguas arriba hasta su nacimiento; de allí recto a la cordillera; y por toda esta a la “Piedra del gallinazo” punto de partida”[24]

Economía

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La base histórica de la economía en el Municipio de Concordia ha estado representada por la agricultura y la ganadería. La primera de ellas implicó el desmonte de la selva virgen para implementar en el territorio una economía de subsistencia, aprovechada rápidamente por los colonos que se asentaron en la región para el sostenimiento familiar. Utilizando para ella, la técnica precolombina de rotación de cultivos o la técnica mixta, de dos plantas en el mismo hoyo como maíz y fríjol o maíz y yuca. La base de la economía desde 1830 está enmarcada por diferentes ciclos productivos, representados cada uno por la diversificación agrícola, hasta inicios de 1970 cuando los agricultores se consagraron a la actividad cafetera. Esta actividad fue impulsada primordialmente por Ernesto Garcés Soto y la Federación de Cafeteros, en los años de bonanza del fruto.

Entre 1830-1850, la economía de subsistencia estaba representada por productos agrícolas de cosecha rápida, el maíz, fríjol, plátano, arracacha, arveja, habas, cebolla, ajo y yuca, generando excedentes a la cría de cerdos y aves de corral, donde no faltaban los caballos, mulas y vacas de leche y la elaboración de quesos con la máquina “seguinela”. De 1850-1900 se establecieron los cultivos permanentes, que permitieron el desarrollo de una economía de mercado con otros Distritos, productos como tabaco, arroz, café, siendo el cacao y la caña de azúcar los primeros productos agrícolas cosechados con miras a este tipo de economía. Para 1865 el Distrito ya se había convertido en uno de los principales cultivadores de tabaco en el Estado de Antioquia. El cultivo del cacao pudo establecerse antes de 1850 en las tierras ribereñas al río Cauca. Luego al comenzar la década de 1870 se dieron los primeros cultivos de café comercializados por Alonso Ángel a Londres por medio de la casa comercial “Enrique Cortés y Cía.”.[25]​ El cultivo del cacao pudo establecerse antes de 1850 en las tierras ribereñas al río Cauca.[26]​ Luego al comenzar la década de 1870 se dieron los primeros cultivos de café comercializados por Alonso Ángel a Londres por medio de la casa comercial “Enrique Cortés y Cía.”. [27]​ La yuca fue cultivada pocos años después de la colonización sin poderse determinar con exactitud el momento de su incorporación a la economía local, se tienen indicios de que el producto fue utilizado para la extracción de almidón, abasteciendo el mercado local y vecino. [28]​ productos se generaban excedentes para ser llevados a otros pueblos y a Medellín, hacia donde se llevaban además maderas como comino, granadillo, guayacán, cedro y roble para la demanda de la construcción de edificaciones y la ebanistería de la ciudad. Las plantaciones de higuera fueron utilizadas para la extracción de aceite vegetal, empleado como combustible para el alumbrado. El fique fue usado para la extracción de la cabuya con la que se fabricarían los costales, lazos y alpargatas. La iraca y la caña brava eran utilizadas para el tejido de sombreros, tendidos para los techos de teja de barro y para el armado del bahareque. El cultivo de plátano además de su consumo se usaba para sacar guasca de su tronco y con ella fabricar esteras. La actividad agrícola se fue complementando con el establecimiento de hatos ganaderos y porcícolas desarrollados en las zonas de clima cálido. La producción agrícola para el siglo XX se clasifica en los periodos comprendidos entre 1900-1930 con una agricultura diversificada: maíz, plátano, tabaco, yuca, arveja, fríjol, papa, arroz y café. Entre 1930-1970 se intensificaron los cultivos de caña para la producción panelera, maíz, fríjol y yuca, de este tubérculo se generó explotación industrial de almidón hasta comienzos de 1980. La explotación del monocultivo del café se dio desde 1970, convirtiendo al municipio en “emporio cafetero de Antioquia” generando el abandono de las huertas, de este modo se tuvo que importar de otros Municipios productos básicos de la dieta alimentaria.

Industria

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Desde el establecimiento del Distrito de “La Concordia”, comenzaron a conformarse en el caserío, pequeñas unidades familiares para la elaboración manufacturera de bienes inmediatos, requeridos por los habitantes dispersos en las montañas de “La Comiá”.

Se empezó a elaborar chocolate, harina de maíz, se inició con la destilación de aguardiente, actividad ilegal y muy difundida en los pueblos antioqueños que se radicó en el Municipio desde el último tercio del siglo XIX en la fracción “Casco de Mula” (El Socorro). El aguardiente producido se comercializaba en los sectores mineros aledaños. En 1914 también se había establecido en el casco urbano, una fábrica de cerveza, propiedad de José Ignacio González que perduró hasta comienzos de la década de 1950, con buena demanda local, sus principales mercados eran Bolombolo, Morelia y El Socorro; surtiendo además los Municipios de Salgar y Betulia. La industria de alimentos estuvo representada por una fábrica de bebidas gaseosas denominada “Caucania”, sin poderse establecer su origen y primer propietario. El primer indicio que se tiene de ella es 1915. [29]​ se desarrolló primordialmente en “El Socorro” y perduró hasta mediados del siglo XX, junto con otras labores domésticas desempeñadas en los hogares, utilizando además mano de obra infantil. Otras actividades consistían en la elaboración de bienes para el hogar: el cuero proporcionaba monturas, alforjas, sogas, zurriagos, carrieles y calzado. A finales del siglo XIX existían en el pequeño caserío dos tenerías, donde preparaban las pieles y fabricaban aperos burdos, exportando a Medellín y poblaciones vecinas. Al comenzar el siglo XX, en el matadero municipal se había establecido un depósito de pieles de propiedad nacional, donde se hacía la disecación, todas las pieles como los productos manufacturados eran comercializados por Belisario Cano, intermediario de la casa de comercio “Escobar-Osterrieth y Cía.” Involucrando sólo mano de obra masculina. El sacrificio de ganado también permitía la extracción de sebo para fabricar velas y jabones. Con arcillas elaboraban fogones de leña, ollas de barro, callanas y materas; con madera se fabricaban camas, cómodas, mesas, taburetes, cucharas, bateas, pilones y tejas. Se utilizaba también en las viviendas para puertas, ventanas y pisos. Con iraca tejían esteras y canastos, escobas y techaban casas. Al comenzar el siglo XX, con el fin de aprovechar este recurso natural existente en el Municipio, formar artesanos y procurar el sustento de algunos pobladores, la Corporación Municipal impulsó el establecimiento de una Escuela Industrial para el aprendizaje primordial de “tejido de sombreros de iraca”, siguiendo el ejemplo de otros Distritos que lo habían implementado, como Abejorral en 1880 y Sonsón en 1886. Los productos los comercializó en Medellín la casa “Restrepo López y Cía.”

Al finalizar el siglo XIX también se fabricaban las herramientas necesarias para la actividad agrícola, en la ferrería propiedad de Tiberio Gil, quien tenía su fragua en “El Llano” o “Alto de Hato Viejo” y además reparaba los molinos, trapiches y despulpadoras que fueron introducidos al Municipio, de la ferrería de Amagá. La actividad manufacturera artesanal, sufrió pocas variaciones hasta mediados del siglo XX, cuando se fueron especializando. La carpintería y la ebanistería fueron las primeras. La sociedad del Sagrado Corazón de Jesús introdujo en el Distrito tres máquinas de coser, adquiridas en los talleres de la Escuela de Artes y Oficios de Medellín en 1877. Esta escuela dio entrenamiento a Matilde Quijano y Cecilia Restrepo, quienes capacitaron a otras socias en el arte de la costura, labor desarrollada con fines caritativos.[30]​ La expansión y el primer auge cafetero del territorio, permitieron la configuración de una industria de carácter municipal: “La Trilladora Municipal”. Fue construida en 1917, simultánea a la planta eléctrica, equipada de dos motores, de veintisiete caballos de fuerza instalada por la firma “Osorio Ángel y Cía.” Se construyó un edificio en el lote que servía como corral de feria y coso municipal en la esquina de la carrera Bolívar con la calle Caldas (dónde hoy es el Parque Educativo); también existía otra trilladora de carácter particular denominada “Moka”, de Ernesto Peláez y Cía., impulsada también con fuerza eléctrica que perduró hasta mediados de la década de 1930. [31]

Vías de comunicación

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En la concesión de los baldíos nacionales, otorgados a la Provincia de Antioquia en el territorio de “La Comiá”, los primeros caminos fueron trazados sobre los vestigios de una gran red de origen prehispánico, que posiblemente unieron entre sí a diferentes comunidades indígenas en la región. Estos caminos fueron utilizados en el último tercio del siglo XVIII, para la exploración y explotación minera en las vertientes de los ríos Cauca, San Juan y Barroso y en las quebradas La Comiá, Fotuta y Magallo; también fueron utilizados en la medida que avanzaba el proceso de colonización popular al interior de las montañas de “La Comiá” en la exploración y apropiación de la tierra.

  • Caminos: Establecida la “Fracción Comiá” en 1841, medido y levantado el casco urbano en 1843, comenzaron a converger todos los caminos al nuevo asentamiento como centro de acopio, denominados con el nombre de los parajes a los que conducían. Posteriormente con la creación del Distrito de “La Concordia” en 1848, el territorio fue considerado de vital importancia para la apertura de un camino de herradura de carácter provincial, que permitiría unir a Medellín con el río Atrato y por éste llegar al Océano Atlántico.

Este camino denominado “al Chocó” partía de Medellín, pasaba por Envigado, Itagüí, La Estrella, Titiribí y La Concordia, hasta el límite con la Provincia de Chocó. El camino fue proyectado por Tyrell Moore y desde el caserío de La Concordia fue proyectado por Juan José Restrepo Uribe y José Antonio González, primer director de caminos del Distrito. [32]​ Esta vía impulsó la colonización de las tierras que hoy ocupan, Bolívar, Betania y parte de Hispania. El camino provincial fue construido en la década de 1850 y los contratistas a cambio, recibieron dinero y grandes porciones de tierra a orillas del camino. Desde mediados del siglo XIX el Distrito de La Concordia, contaba con otro camino principal que partía del casco urbano y ascendía por la cordillera con el nombre de “Camino Real”, denominado poco después como camino de “La Concordia”, este descendía por la cuchilla de “Morroseco” hasta el “Paso de los pobres” en el río Cauca, punto que fue reconocido por la Cámara Provincial de Antioquia, como propiedad del Distrito de La Concordia, según acuerdo del 22 de enero de 1856, y permitió a la corporación municipal, controlar y prohibir el establecimiento de embarcaciones sin autorización del Distrito, quien tomó bajo su control la modalidad de arrendamiento a los particulares, para procurarse algunas rentas e invertirlas en el ramo de los caminos. [33]​ El “Paso de los Pobres” se constituyó en el principal cruce del Río Cauca, en el camino provincial que comunicaba a Medellín con los Distritos de La Concordia, Bolívar y Urrao; las Fracciones del Barroso (Salgar) y Betania; la Aldea San Mateo (Betulia) y con la Provincia del Chocó, de gran importancia en la expansión de su frontera agraria, las importaciones y exportaciones, dinamizando el desarrollo socioeconómico de esta subregión del occidente antioqueño. Este paso del río Cauca entró en decadencia en la última década de ese siglo, al cobrar más importancia el camino provincial al Chocó por la margen izquierda del río San Juan, dando origen al establecimiento de una barca cautiva en 1888 en el punto de Bolombolo. Desde este sitio se desprendía un ramal a la Aldea San Mateo (Betulia) y al Distrito de Anzá. De esta forma el camino a Titiribí permaneció como principal vía de penetración de La Concordia, El Barroso (Salgar) y Bolívar, hasta comienzos del siglo XX. En el último tercio del siglo XIX, desde el alto de “La Yegua” se construyó por la cordillera un camino secundario, hasta el alto del Plateado y desde allí a la plaza de Urrao.

  • Carreteras: A principios del siglo XX, los caminos de herradura que sirvieron a la colonización antioqueña y que comunicaban al Municipio con los vecinos, comenzaron a sufrir variaciones y se convirtieron en “caminos carreteros”. En la región, el primero fue proyectado en 1911, partiendo de Bolombolo al sur comunicando con el Departamento de Caldas; posteriormente por medio de ramificaciones conectó a los municipios de Bolívar, Salgar, Concordia, Jericó y Pueblo Rico.

Estos carreteables fueron considerados en 1918, como obra fundamental para el desarrollo del suroeste antioqueño, al ser inaugurado el puente sobre el río Cauca, donde se construyó poco después una estación del ferrocarril que partía de Medellín al Pacífico.[34]​ La construcción departamental del puente de Bolombolo, con establecimiento de la estación férrea y el auge cafetero del Municipio, originaron la necesidad de una conexión entre este punto y el casco urbano de Concordia. La obra fue emprendida en 1926, trazada por el ingeniero Justiniano Raigoza quien aprovechó varios trayectos del antiguo camino de herradura que unía los puntos de Bolombolo-Urrao y pasaba por Concordia. Esta carretera partió del casco urbano a buscar la caída de Magallo, su ejecución duró diez años empleando el trabajo forzoso de los presos hasta 1934, abierto con herramientas manuales, poco empleo de pólvora, mampostería de piedra trabada en seco y pegada con cal. Su trazado fue a media ladera siguiendo las estribaciones del terreno, sin cortes altos ni terraplenes. [35]​ De esta forma Concordia quedó comunicado con Medellín en dos tramos: el primero Concordia-Bolombolo por carretera de 23 km y Bolombolo-Medellín 102 km por vía férrea. Desde mediados del siglo XX la comunicación se dio directamente vía carreteable por Venecia empleando hasta cinco o seis horas en el desplazamiento a Medellín y luego se redujo a cuatro horas, con la apertura de la vía La Albania a finales de 1970 y posteriormente se redujo a dos horas con la pavimentación de esta vía al finalizar el siglo XX. El corregimiento El Socorro, sector de gran desarrollo agrícola y el más antiguo en el municipio fue el último sector en comunicarse por medio de una carretera, requerida con urgencia desde finales de la década de 1960 y sólo llegó a concluirse a comienzos de los años ochenta.

  • Ferrocarril: La construcción de la troncal de occidente del Ferrocarril de Antioquia intensificó sus trabajos en la margen izquierda del río Cauca en jurisdicción de Concordia. El ferrocarril se construyó hasta Anzá y en 1934 tenía 32 km en servicio; esto incentivó el desarrollo agrícola y ganadero de la región caucana de Concordia al establecerse el centro de acopio de maíz, fríjol y café en “Moritos”, perdurando hasta comienzos de la década de 1950. La troncal de occidente, impulsó el desarrollo agrícola del Corregimiento El Socorro, al contar con una estación en “La Herradura”. El obstáculo del río Cauca y el aislamiento de la región cobró importancia al comenzar la década de 1910, cuando se vio la necesidad de construir un puente colgante que permitiera mayor dinamismo y movilidad, en las relaciones comerciales de los ya Municipios de Concordia, Betulia, Urrao, Andes, Bolívar y Salgar, de gran desarrollo agrícola y ganadero y donde la industria cafetera iba en aumento.
  • Puente de Bolombolo: La construcción del primer puente sobre el río cauca, en el camino departamental número 9 de primera clase en Bolombolo, fue autorizada por ordenanza 27 del 21 de abril de 1916; los estudios del pontiadero así como los cálculos de la obra, fueron hechos por el ingeniero departamental Francisco Rodríguez Maya, quien calculó un puente de 119,89 metros de luz entre galápagos y a cada lado sostenido por siete cables de una pulgada y cuatro de diámetro, unidos por una sola asa en toda la extensión del puente.

El sitio elegido para el puente fue el mismo donde estuvo la barca cautiva, porque el lugar contaba con buen conglomerado para levantar las fundaciones de las torres y allí el río era de poca anchura, además era el punto de encuentro del camino de herradura al San Juan, construido en las últimas décadas del siglo XIX y de fácil adaptación a camino carretero de una sola vía, al que se podía conectar otro con Concordia y ahí a Betulia y Urrao.[36]​ Los anclajes fueron calculados para cemento y ladrillo, cada uno con 100 metros cúbicos de mampostería de forma primatica trapezoide, la elevación sobre las aguas fue de seis metros. Fue dado en servicio público el 21 de marzo de 1918.[37]

Servicios públicos

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  • Acueducto: Desde el establecimiento del nuevo centro poblado, el abastecimiento de agua en las viviendas se hacía por toma directa de aljibes cercanos a ellas y de los arroyos que corrían libremente por las pendientes inclinadas. Correspondió al primer Cabildo Abierto en 1848, expedir las primeras disposiciones para solucionar el aprovisionamiento de agua potable, el decreto referente al uso de aguas públicas se sintetiza en:

“Ningún particular o corporación podía tomar el agua en perjuicio de la población. Se prohibía tomar de las partes altas, más agua de la necesaria para el abastecimiento del poblado, dejando correr el resto. Impedir el libre cause de las aguas, para estancarlas en propiedades particulares; arrojar a ellas sustancias inmundas y evitar el cruce con las aguas sucias”.

A partir de esa fecha, la corporación municipal centró sus esfuerzos en la construcción de canales abiertos; consistentes en unas zanjas con pisos de lajas asentadas con cal. Establecieron chorros en diferentes sectores, expidieron además constantes acuerdos de policía, para evitar que arrojaran desechos y basuras por ser esta la causa de disentería, fiebre tifoidea y enfermedades intestinales. A partir de las últimas décadas del siglo XIX cerraron algunos canales con lajas de piedra cubiertas de tierra encima; la instalación de doce fuentes públicas y el tendido de la primera tubería metálica para solucionar la conexión cruzada con las aguas negras. El sector central se surtía en la rudimentaria pila de la plaza pública instalada en 1883, reemplazada en 1908 por una más moderna, metálica fabricada en la “Ferrería de Amagá”.

“Recuerdo desde 1910 las filas que hacíamos los muchachos al lado de las fuentes de agua, esperando el turno para llenar el candolito o el calabacito al lado de las cocineras… de los pajes… y de algunas viejas que eran las cargueras de agua… aquella espera se convertía, a veces en una gran pelotera, cuando alguno se atrevía a quitarnos el turno” [38]

La construcción de un moderno sistema de acueducto se emprendió en 1943, tomando como fuente de abastecimiento la quebrada “Santa Mónica”, sus aguas eran conducidas por gravedad a los tanques de distribución en “El Guamo”. En 1984 se instaló una caseta de cloración en tanques construidos debajo del “Alto de la Cruz” y ya al comenzar el último cuarto del siglo XX siendo el caudal insuficiente se aprovechó la quebrada “La Nitrera” y se construyó el embalse “Miguel Martínez Isaza”, se hicieron trabajos complementarios de reforestación y manejo de microcuencas, hasta convertir el sector en un sitio ecológico natural. Alcantarillado: El alcantarillado a finales del siglo XIX consistía en caños de piedra descubiertos por el centro de las calles que arrastraban toda la suciedad a la quebrada “Magallo”. Al finalizar el siglo XX se comenzaron a instalar tuberías de gres en las viviendas, conectadas a los canales públicos que habían sido ya cubiertos con lajas de piedra. En 1920 se inició la modernización del alcantarillado y en 1955 se continuó con la solución al problema de las aguas negras (obra contratada con C. Gallego Velásquez) aguas que caían a la quebrada “Magallo” y “La Chucha” sin ningún tratamiento, hasta el día de hoy que ya se cuenta con planta moderna de tratamiento de aguas residuales y vertimientos.

  • Alumbrado: El sistema de alumbrado durante el siglo XIX y parte del XX, se efectuaba con velas de sebo, fabricadas rudimentariamente en la población, en algunas casas utilizaban reverberos de petróleo o aceite de higuerilla, luego se incorporaron lámparas Cólleman que utilizaban gasolina blanca como combustible; la iluminación pública era escasa, los habitantes debían andar con farol en mano. En la década de 1910, el Concejo Municipal centró sus esfuerzos en la construcción de una hidroeléctrica municipal y en 1916 contrató la firma de ingenieros Osorio Ángel que aprovechó el caudal del salto de la quebrada Magallo. La planta fue inaugurada el 19 de julio de 1918, su servicio se prestó inicialmente para el alumbrado público y para el funcionamiento de la trilladora municipal. Dos años más tarde fue reformada para darle cubrimiento al interior de las edificaciones, este servicio fue prestado directamente por el Municipio hasta 1973 cuando la planta fue afiliada a la “Electrificadora de Antioquia”.
  • Correo: El establecimiento de una línea de correo llegó a Concordia como de “segunda categoría”, partiendo de Medellín pasando por Itagüí, La Estrella, Caldas, Amagá, Titiribí y terminaba en Bolívar, era una línea quincenal que se enlazaba con la nacional, esto para el año 1866.
  • Telégrafo: Siguiendo el ejemplo de Jericó, el Concejo Municipal centró recursos económicos en la instalación de postes y tendido de cables para conectarse con la línea del telégrafo, necesaria con miras a lograr mayor comunicación con la capital; esta comenzó a prestar servicios en septiembre de 1877 y funcionó hasta 1885 cuando por cuestiones políticas, fue retirada y trasladada al Distrito de Bolívar.

“…la línea telegráfica funcionó desde 1877 hasta 1885. Año en el cual por hostiles aberraciones de partido le fue arrebatada para dársela a poblaciones de mucho menos importancia que esta, sin tener en cuenta que el pueblo de Concordia le prestó importantes servicios a la causa de la regeneración en la época de las transformaciones políticas y que nunca efectuó ningún acto de hostilidad contra ella…”[39]

Esta situación fue solucionada por el gobernador de la Provincia al finalizar el siglo XIX cuando ordenó el restablecimiento de la línea telegráfica, que por derecho le pertenecía a Concordia, una vez superados los estragos de la guerra de los mil días y perduró hasta un poco más de mediados de ese siglo.

Telefonía: En 1910 comenzó el servicio telefónico en Concordia, con línea directa al corregimiento El Socorro, consistente en un solo receptor instalado en la casa de gobierno municipal; prestaba el servicio para comunicarse con Bolombolo u otro lugar.

  • Emisora: Con escasos conocimientos sobre electrónica aprendidos por correspondencia en la Escuela Hempill School, Don Antonio José Ramírez Martínez se dio a la tarea de montar una Emisora Regional que en esa época sonaba a una utopía. Había las ganas y el conocimiento, pero no se contaba con el recurso económico, fundamental para cristalizar la idea desconocida por cierto entre los que en su momento ostentaban el capital en el Municipio y siempre buscaban rendimientos en sus inversiones. Don Antonio José Ramírez Martínez, logró involucrar a cuatro campesinos en su proyecto Quijotesco como socios capitalistas. Don Rómulo Velásquez, Don Pedro Ruiz, Don Antonio J. Restrepo y Don Manuel José Vélez y con ellos arrancó la empresa Radiodifusora La Paz S.A. (Radio Suroeste de Concordia). Con dificultades que duraron varios años el Dr. Jaime Betancur Cuartas, les tramitó la respectiva licencia de funcionamiento ante el Ministerio de Comunicaciones. Licencia que no era usual que se diera en Colombia con facilidad, siendo la de La Radiodifusora La Paz S.A. la favorecida en ese momento por las influencias políticas del Dr. Betancur.

Entre la compra de equipos y montaje pasaron más de dos años. Espera que diera a toda clase de conjeturas y comentarios que pusieron a los socios a dudar de la empresa donde habían invertido sus pocos ahorros. Vamos para adelante decía Panita, palabra que los Concordianos le decíamos cariñosamente a don Antonio José Ramírez Martínez. Fue así como el 1 de noviembre de 1968, salió al aire RADIO SUROESTE DE CONCORDIA, pionera de la Radio Regional En Colombia. Han sido muchos años de liderar el progreso tanto de Concordia, El Suroeste, Oriente y Occidente de Antioquia como el del norte del departamento de Caldas, con su variada programación. Además de escuela de locutores como Avelino Gutiérrez Osorio, Hernán Ramírez Zapata, Fabio Ortiz Gallego, Orlando Montoya Rodas, Carlos Montoya, Carlos Arturo Mesa Arango, Luis Fernando Vanegas, Libardo Egidio Ramírez, Carlos Ortiz, José Patricio Velásquez Vergara, Carlos Tobón González y muchos otros locutores y aficionados a los medios de comunicación que se hicieron y se hacen en Radio Suroeste.[40]

  • El cinematógrafo: llegó al país en 1897, a los pocos años de haber sido inventado en París, en pequeños centros urbanos como Concordia, las primeras proyecciones se realizaban en una pared de la alcaldía, en la plaza pública y en el patio de la trilladora municipal, destinado al esparcimiento popular en épocas diferentes a las de cosecha; eran en cine mudo, sujetas a censuras del párroco y llevadas a diferentes localidades por pequeños empresarios, quienes exhibían película francesas, italianas o norteamericanas. En 1939 con miras a conmemorar el centenario de erección municipal de Concordia la corporación municipal, gestionó ante el gobierno nacional el otorgamiento de un auxilio para concluir el teatro municipal, iniciado con fondos propios e inaugurado el 20 de julio de ese año. En 1948 se le instaló una máquina proyectora, Olimpo Velásquez comenzó a proyectar semanalmente una función de cine y luego hasta tres funciones semanales, matutina y dos vespertinas los sábados y los domingos. Las funciones se anunciaban por las calles por el bizcomeroro, se proyectaban películas censuradas a los menores como “La mujer sin alma” y se les permitía ver las que tuviesen carácter religioso como “El mártir del calvario” [41]

Corregimientos

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  • El Socorro: el primer corregimiento fue creado por acuerdo número 18 del 9 de abril de 1889, en el sector denominado “Casco de Mula”, a tres leguas de la cabecera municipal del Distrito, zona comprendida en el triángulo formado por las quebradas La Comiá, El Moro y el río Cauca; en este sector se estableció un buen número de habitantes dedicados a las actividades agrícolas, al tráfico ilegal del tabaco, manufacturado o en rama y luego negociado en los Distritos de Betulia y Titiribí. También al establecimiento de alambiques para producir guarapo, en perjuicio de las rentas estatales del aguardiente. El Corregimiento fue creado con el nombre de “El Socorro” y para establecimiento de su caserío se determinó el punto conocido como “Coco Hondo” en terrenos de Gregorio Trujillo, quien motivó a otros para que se establecieran en el paraje, levantaran casas y huertos procurando una gran explotación agrícola del lugar.[42]​ El templo, la cárcel, el despacho de autoridades y la escuela, fueron levantadas de forma rústica en bahareque y cubiertas de paja o astilla de madera. En 1951 se inauguró un nuevo templo y su primer Cura Párroco fue Francisco Ortiz Echeverry de Jericó. El Corregimiento permaneció casi incomunicado con la cabecera municipal por más de un siglo, dado el mal estado en que se mantenían los caminos de herradura, únicas vías que lo conectaban con el exterior y fue sólo, en el siglo XX cuando se construyó la carretera.
  • Morelia: para mantener un mayor control policivo de las autoridades civiles del Municipio en el sector noroccidental, se creó en 1913 una inspección de policía en el paraje “San Francisco”, elevado a Corregimiento en 1921, contaba con capilla, escuela, despacho de autoridades y cárcel. Habitado por agricultores dedicados a cultivar cereales, café y pequeños hatos ganaderos, distante a 3 leguas de la cabecera municipal, limítrofe con los municipios de Salgar y Betulia, estaba desprovisto de comercio; a mediados del siglo XX se trasladó la cabecera del corregimiento al sector las “Partidas” con el nombre de “Morelia”.[43]
  • Moritos: el último corregimiento fue creado por acuerdo número 05 del 6 de abril de 1946, dada la importancia que adquirió el caserío “Moritos”, cercano al cual pasaba el “Ferrocarril Troncal de Occidente” donde había un gran desarrollo agrícola, facilidad de transporte de los productos por vía férrea a los centros de acopio y al mercado en Medellín. En este lugar vivió por muchos años el poeta León de Greiff. El Ferrocarril partía de Bolombolo, iba hasta Anzá por la vertiente caucana de los Municipios de Concordia y Betulia permitiendo el desarrollo económico del Corregimiento de Moritos, donde se construyeron grandes depósitos como acopio de fríjol y maíz. Posteriormente se construyó también en Bolombolo el puente departamental.

Emblemas

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  • El escudo de Concordia fue diseñado por Gabriel Ríos C. y Adoptado como tal por acuerdo municipal número 033 del 21 de agosto de 1977; “De horma suiza clásica. Terciopelado en banda de plata, en el primer tercio y sobre campo de oro una cornucopia al natural, rebosante de productos vegetales de la región.

Sobre el segundo tercio y puesto en el corazón del escudo una flor de lis de plata en la bandera de Concordia en verde o sínople, gules o rojo y amarillo. En el tercer campo, en punta y al natural, la preciosa cascada de Magallo, fuente de energía y belleza, sobre azur. La bordadura en esmalte de plata y con letras de sable o negro, que dicen CONCORDIA, y en la parte inferior “NACEMOS Y CRECEMOS SIN FRONTERAS” ponderación de un pueblo libre con hambre de avanzada social”.

  • La bandera de Concordia fue presentada al Concejo Municipal por el Presbítero Gildardo Obando Echeverry a nombre de la Sociedad de Mejoras Públicas y fue adoptada por acuerdo número 034 del 21 de agosto de 1977; “adóptese como bandera del Municipio de Concordia, tres franjas horizontales, en sínople o verde, gules o rojo y oro, abrazadas con una flor de lis de plata, trasunto de todas las virtudes”. El color verde simboliza la esperanza, la fertilidad; el rojo simboliza la valentía, la fuerza, y el poder; y el amarillo la riqueza, la energía y la prosperidad.
  • El himno de Concordia consta de un coro y cinco estrofas, compuesto por el poeta concordiano JORGE QUIJANO QUIJANO y música del maestro Luis Uribe Bueno; fue adoptado como himno oficial por acuerdo 035 del 21 de agosto de 1977

CORO “Concordia tierra querida, Baluarte de la montaña, En un flanco ya vencido De la selva milenaria Te clavaron los abuelos Al rudo golpe del hacha.

Testimonio victorioso De inventiva y de pujanza, Como un bastión altanero Hecho cuartel de labranza Te arropas al infinito Verde azul de la montaña.

Juan José Restrepo Uribe Fue pionero de la hazaña, Gajo de cuna patricia, Semillero de una raza De próceres y labriegos Fundadores de la patria.

Las dos tablas de la ley De Moisés, trajo en el alma, Código sabio y eterno, Tu nombre mismo lo aclama: Concordia tierra de paz Y granero de abundancia.

Como un ancestro glorioso Dentro, muy dentro del alma, que lo llevan en la sangre para orgullo de la raza, apegados al terruño, tus hijos la tierra labran.

Miremos un horizonte de ambiciones: EL MAÑANA! y un ADELANTE! grabemos tus hijos en nuestras almas Concordia! Que sea tu nombre sinónimo de pujanza.[44]

Geeneralidades del Municipio

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  • FUNDACIÓN. 17 de diciembre de 1830. (Génesis de la historia del Municipio)
  • “SELVA VIRGEN”, Denominación del territorio antes de la colonización.
  • MANUEL HERRERA. Primer colono, se estableció en el paraje “Cabildio” el 17 de diciembre de 1830. (Fecha establecida como momento de fundación del Municipio)
  • JUAN JOSÉ RESTREPO URIBE. Denominado “Fundador” de Concordia, por haber sido nombrado Juez de partido, luego presidente de la junta repartidora de terrenos baldíos de la fracción “La Comiá” más tarde presidente del Cabildo abierto del Distrito de “La Concordia”.
  • FRACCIÓN “LA COMIÁ”. Denominación del territorio según el Decreto del 23 de noviembre de 1835, otorgado por el Congreso Nacional, una vez efectuadas las diligencias tendientes a comprobar los baldíos nacionales y la repartición de tierras.
  • ERECCIÓN EN MUNICIPIO. Ordenanza del 3 de julio de 1848, manda crear políticamente el nuevo Distrito (denominación de los Municipios en la época), erigido como tal por ordenanza del 25 de septiembre de 1848 denominado “LA CONCORDIA”.
  • MUNICIPIO DE CONCORDIA: denominación actual desde 1908.
  • GENTILICIO: Concordiana/concordiano.
  • APELATIVO: “Balcón cívico y cultural del Suroeste Antioqueño” “Cuna de la trova paisa”.
  • EXTENSIÓN TERRITORIAL: 231 kilómetros cuadrados. Latitud norte 6°2′58″; longitud oeste 75°54′34″
  • ALTITUD: cabecera municipal: 2000 metros sobre el nivel del mar. Otros terrenos entre 500 y 1000 m en la cuenca del río Cauca.
  • MONTAÑA MÁS ALTA: “Alto de la Abertura” a 2478 metros sobre el nivel del mar.
  • TEMPERATURA PROMEDIO: 20 °C.
  • LÍMITES: por el norte con el Municipio de Betulia, por el oriente, a la otra orilla del río Cauca con los Municipios de Armenia “Mantequilla”, Titiribí y Venecia, por el occidente con los Municipios de Salgar y Betulia.
  • DIVISIÓN ADMINISTRATIVA: Una cabecera municipal y 24 veredas: Moritos, La Herradura, El Socorro, La Higuerón, La Cristalina, Burgos, La Comiá, El Chocho, Caunzal, Yarumal, Morrón, Morelia, Ventanas, El Rumbadero, San Luis, Pueblo Rico, Santa Rita, Las Ánimas, La Costa, El Golpe, Llanadas, El Cascajo, La Selva, La Fotuta.

¿Por qué este pueblo se llama Concordia?

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Para responder al significado del origen del nombre de Concordia se ha tejido todo un imaginario popular que existe en la tradición, desconociéndose el momento histórico en que el hecho ocurrió, pues el territorio permaneció aislado durante la colonia y en las crónicas del descubrimiento y conquista del territorio antioqueño, no hay alusión precisa de él.

“Cuenta una vieja leyenda, que el Cacique Bolombolo, quien extendía sus dominios desde “Cerro Bravo” por la margen derecha del río Cauca hasta la cercanía de Anzá, después de agradecer con algunos sacrificios a su diosa, labrada en piedra en “Cerro Tusa”, envió guerreros para que, ganando la ribera opuesta del río, en frágiles balsas, subieran la montaña en búsqueda de un filón de oro que algunos cazadores de su tribu habían detectado en este lugar. La población de Bolombolo era enemiga a la de su vecino el Cacique Toné, quién dominaba toda la hermosa región del Penderisco. También con ambiciones expansionistas, emprendieron marcha al mismo lugar, capitaneados por el valeroso lugarteniente Tapartó. Las opuestas tribus se encontraron impensadamente y armados de cerbatanas, mortíferas flechas y macanas, se dispusieron a la batalla, una bella india se interpuso entre los bandos enemigos y les pidió la paz, el entendimiento; los dos bandos se hermanaron bajo el influjo amistoso de la joven y dejaron amarrados en árboles sus armas como testimonio de amistad, de concordia. Esta historia que parece leyenda, la contaba en el Departamento de Quindío uno de sus colonizadores, concordiano él, Nicasio Restrepo, con otros fundador de Armenia.[45]

A su vez, Antonio José “Ñito” Restrepo consideraba que el ecónimo de Concordia se debía a su pariente Juan José Restrepo, uno de los primeros colonos establecidos en las montañas de “La Comiá”: “… Cambió con mucho tino el feo nombre de las tierras de La Comiá, que abrió al rol de Cristo y del hacha, por el querendoso de “La Concordia”, que lleva el pueblo rico, fuerte y letrado que fundó entre la quebrada o torrente de aquel apelativo, el río Cauca… y el río Barroso. Con la quebrada Magallo en medio que recuerda al célebre cura de Bogotá de quien mi padre era gran apologista”. [46]

A su vez "La Concordia", es un valor fundamental en la masonería y se refiere a la armonía y el respeto mutuo entre los miembros de la logia. La información sobre las primeras logias masónicas en Colombia es variada y se mencionan diferentes logias y fechas. (por lo que cabe la posibilidad que en honor a esta idea masónica se haya nombrado al municipio). La masonería se define a sí misma como "la institución orgánica de la moralidad, cuyo fin es disipar la ignorancia, combatir el vicio e inspirar el amor a la humanidad". En la Colombia del siglo XIX, reunió, de modo selecto, a un personal político y de libres pensadores muy activos, en su mayoría miembros del partido liberal y en menor medida, a dirigentes conservadores. Se dice que algunos miembros de la junta repartidora de terrenos baldíos comulgaban con dichas ideas, personalidades que configuraron la fundación del Municipio de Concordia; de ahí se podrían deducir la “Flor de Lis”, y la “cornucopia de la abundancia”, símbolos de la masonería [47]​ e insignias del Municipio en escudo y bandera oficial. En definitiva, la explicación sobre el origen del ecónimo de “La Concordia” podría plantearse su derivación de la relativa paz y armonía que reinaba en la Provincia de Antioquia, durante los años en que se efectuaron las diligencias para elevar la Fracción “La Comiá” a la categoría de Distrito.

Población

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Población histórica
AñoPob.±%
1912 9939—    
1938 13 773+38.6%
1951 15 039+9.2%
1964 16 764+11.5%
1973 17 118+2.1%
1985 21 074+23.1%
1993 23 867+13.3%
2005 21 420−10.3%
2018 21 377−0.2%

Población Total: 21 377 hab. (2018)[2]

  • Población Urbana: 7 349
  • Población Rural: 14 028

Alfabetismo: 76.4% (2005)[48]

  • Zona urbana: 83.3%
  • Zona rural: 71.9%

Etnografía

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Según las cifras presentadas por el DANE del censo 2005, la composición etnográfica[48]​ del municipio es:

Fiestas

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Gastronomía

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Sitios de interés

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Salto de Magallo.
  • Parque natural La Nitrera. Muy cerca del área urbana, a unos 15 minutos, en la parte alta de una montaña, se puede encontrar el parque, el cual es el embalse que surte el acueducto Municipal. Y que tiene una connotación ambiental y turística ya que en sus alrededores se puede encontrar una amplia zona destinada a bosques y en los cuales se pueden encontrar senderos ecológicos (continuación de los antiguos caminos de herradura que pasaban por allí y que todavía se conservan en el lugar). Esta reserva ecológica es una zona de esparcimiento de carácter educativo- ambiental. El descubrimiento sorprende. En medio de hectáreas y hectáreas de cafetales, de un momento a otro aparece una riqueza natural envidiable. Es la microcuenca La Nitrera que, oculta entre las montañas y a minutos de la cabecera de Concordia, se presenta como un oasis ambiental y ecológico para el municipio
  • Salto de Magallo. Es uno de los atractivos turísticos más importante de Concordia, el cual hace parte del escudo del municipio. Es una cascada natural de 110 metros que hace la Quebrada Magallo, ubicada en la vía que de Concordia conduce a Bolombolo, en el morro Casagrande. La autoridad ambiental otorgó una licencia a una hidroeléctrica que opera en la zona del Salto hace más de 100 años. Antonio José Restrepo argumentaba, que la quebrada debía su nombre a su padre, pero su denominación es anterior al proceso de colonización en las montañas de “La Comiá”, como se puede constatar en los denuncios de minas efectuados en el último tercio del siglo XVIII, donde ya se registran los topónimos de Comiá, Farías, Yarumal, Amagallo y Barroso, presentando una variación fonética a “Magallo”.
  • Alto de la Cruz, mirador natural a gran parte de la región del Suroeste antioqueño.
  • Quebrada “La Higuerón”. En la ruta Bolombolo - Santa fe de Antioquia, aproximadamente a 8 kilómetros encontramos la quebrada Higuerona sitió turístico pero también de tradición y leyendas, descubrir esté espectacular lugar hasta dónde dice la leyenda esta la cueva de Juan Vélez, después de caminar se llega a una cueva formada por las rocas y una cascada que cae dentro de la cueva, lugar mágico de nuestro municipio, rememorando el relato me acordé de la culebra que hay qué tocar y se convierte en un libro, pues bueno lo bonito de los mitos es que se mantienen en el tiempo y la culebra si, allá está impávida vigilando y cumpliendo su misión.
  • Rivera del Río Cauca. Ese Gran Cañón que se forma en su rivera habla de cultivos, tradiciones y una gran biodiversidad. A él desembocan innumerables quebradas que ambientan paisajes hermosos, “Magallo” y la más representativa es la llamada Quebrada de “La Higuerón”: la cual posee piedras de grandes proporciones que conforman cuevas y hermosos lagos (cuenta la historia que allí Juan Vélez tiene escondido el entierro encantado).
  • Fuentes Sulfurosas de Las Ánimas y La Fotuta. Ubicadas a 10 kilómetros de la cabecera municipal, el atractivo de este sitio es el nacimiento de agua sulfurosa rica en minerales, las peñas y su vegetación. Al sitio puede dirigirse caminando o en carro, se le sugiere al turista llevar ropa de campo. El médico Manuel Uribe Ángel le encargó al químico francés M. Fissane que hiciera un examen cualitativo de esas aguas, resultando de tal análisis que la citada fuente contiene mono sulfuro de sodio, entre otras substancias de apreciable importancia. En concepto de Fissane, aunque esa fuente no contiene cloruros, es por lo demás muy parecida a las famosas aguas de Cauterets, en los Pirineos, conocidas en toda Europa por sus propiedades para el tratamiento de la tuberculosis y de las afecciones heréticas
  • Monumento a Salvo Ruiz, padre de la trova paisa
  • La Cueva en la vereda Casagrande
  • Teatro Municipal, la Antigua Escuela Jesús Toro y la Casa de la Cultura, entre otros.
  • Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes.[49]

Referencias

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  1. a b c «Información general de Concordia». Alcaldía del municipio. Archivado desde el original el 3 de mayo de 2016. Consultado el 1 de mayo de 2015. 
  2. a b «Censo 2018 - Población ajustada por cobertura». DANE. Consultado el 16 de octubre de 2019. 
  3. Uribe Ángel, Manuel. (París 1885). «Imprenta de Victor Gaupy y Jaurdan. Cap. 2 Pág. 506-520.». Compendio Histórico de Antioquia en la República de Colombia. 
  4. Bermúdez R, Mario (8 de noviembre de 1993). «informe sobre reconocimiento cerámico por actividades de guaquería en el municipio de Concordia». Actualidad, periodico informativo y cultural del suroeste: 4. 
  5. Uribe Ángel, Manuel (1885). «Geografía General y compendio histórico del Estado de Antioquia en Colombia». Paris, Imprenta de Victor Gaupi y Jourdan: 154. 
  6. Vélez Rendón, Juan Carlos (trabajo de grado, Medellín: Universidad Nacional de Colombia, 1998. pág 23-27.). Los pueblos allende del río Cauca. La formación del suroeste y la cohesión del espacio en Antioquia 1830-1877. 
  7. Discurso de Manuel Uribe Ángel al Conde Fernando de Lessepes, empresario de la canalización del istmo de Panamá. Registro Oficial. Medellín 29 marzo 1880. pág. 821-822.
  8. Urbe Ángel Manuel. Geografía general y compendio histórico del Estado de Antioquia en Colombia, Paris, Imprenta de Victor Gaupi y Jourdan, 1885, pág. 154.
  9. , , pág. 33. «Leyes y decretos dados por el Congreso de la Nueva Granada en el año de 1834». Bogotá, Imprenta Nacional: 33. 
  10. Ángel Echeverry, Heliodoro. La bondad de una sugerencia. En: Distritos, revista bimestral de divulgación municipalista, Medellín, año IV, No XIV, tipografía nacional, 1968, pág. 7.
  11. pág. 281. (1926). «Codificación nacional de todas las leyes de Colombia desde el año 1821, hechas conforme a la ley 13 de 1912». Bogotá, imprenta Nacional. tomo VI , 1821-1835: 281. 
  12. «Codificación Nacional de todas las leyes de Colombia desde el año 1821, hechas conforme a la ley 13 de 1912». Bogotá, imprenta Nacional. tomo VI, 1821-1835: 288. 1926. 
  13. Congote, Juan de la C. Concordia, En: La defensa. Año XIV, n.º 3515, noviembre 8 de 1932, pp. 7-8.
  14. Archivo Histórico de Antioquia, Fondo Límites (1832). tomo 375 (folio 204). p. S.f.  Falta el |título= (ayuda)
  15. Ordenanzas expedidas por la Cámara Provincial de Antioquia en (1848). Bogotá, Imprenta El Día: 8 y 9. 
  16. Archivo Histórico de Antioquia. Fondo Jefatura Política. Tomo 1632, documento 2, folio 262. S.f. 
  17. Archivo Histórico de Antioquia, Cámara Provincial. Tomo 1777, folio 66. S.f.  Falta el |título= (ayuda)
  18. Repertorio Eclesiástico. Serie II, Número 78, Medellín. p. 627. S.f.  Falta el |título= (ayuda)
  19. Constitución y, Ordenanzas Municipales de Medellín, expedidas en el año 1853-1854 (1855). Medellín Imprenta de Lince por Pedro a Echevarría. p. 34.  Falta el |título= (ayuda)
  20. «Memorial de pedimento sobre la fundación de Bolívar». Distritos, revista municipal de divulgación municipalista 21: 16. Editorial Universo, Medellín, mayo-junio, 1971. 
  21. «Archivo Municipal Concordia,». Papeles Varios. 1874, Límites del Distrito de La Concordia. S.f. 
  22. «Archivo Histórico de Antioquia». Fondo Gobierno Municipios. tomo 7865, folio 484. S.f. 
  23. «Archivo Histórico de Antioquia». Fundaciones. Tomo 45, documento 1393, folio 75. S.f. 
  24. Archivo Municipal de Concordia, Acuerdos Municipales del Municipio de Concordia, año de 1925. S.f.  Falta el |título= (ayuda)
  25. El tabaco en Antioquia, nacimiento, desarrollo y porvenir de esta industria, en: Folletos Miscelánicos, Medellín, n.º 5, documento 13, Imprenta Isidoro Isaza, 1886. 
  26. Archivo Municipal Concordia, Libro II Propiedades Rurales del Distrito de La Concordia en el año 1852, S.f. 
  27. Repertorio Histórico, Órgano de la Academia Antioqueña de Historia, Medellín, año 3, Nos 5 a 8, 1922, pág. 622 a 623. 
  28. Archivo Histórico de Antioquia, Fondo Gobierno Municipios, Tomo 7839, folio 86. S.f. 
  29. Archivo Notarial Concordia. Notaría Única Concordia, Escritura No. 411, junio 11 de 1920. 
  30. Archivo Histórico de Antioquia, Fondo Gobierno Municipios, Tomo 5124, folio 202. S.f. 
  31. Archivo Municipal Concordia. Correspondencia recibida en el Concejo Municipal año 1924, café beneficiado en la trilladora del municipio durante el año de 1923. S.f. 
  32. En: Estrella de Occidente, Medellín, No. 216, diciembre 10 de 1850, pág. 280. 
  33. Archivo Municipal de Concordia, Libro 15, año de 1865. S.f. 
  34. Archivo Histórico de Antioquia, Fondo Caminos, Tomo 3263, folio 83. S.f.  Falta el |título= (ayuda)
  35. Informe del Secretario de Hacienda de Antioquia, Carlos Restrepo R. Medellín, Imprenta Departamental, 1944, pág. 59. 
  36. Informes y memorias del Director General de Caminos, Informe del Secretario de Hacienda al Gobernador de Antioquia, Medellín, Imprenta Departamental, 1917, pág. 65. 
  37. Boletín de caminos, Órgano de la Junta departamental de Caminos, Medellín, Año VIII, No. 126, 1918, pág. 998-999. 
  38. Restrepo Gonzalez Lázaro, Nuestros antiguos acueductos, en La Concordia, año II, número 3 de octubre de 1987, Concordia, pág. 3. 
  39. Archivo Histórico de Antioquia, Fondo Gobierno Municipios, Tomo 5082, folio 455. S.f. 
  40. Quienes somos. Radio Suroeste de Concordia, www.colombia.com/radio/radio-suroeste-1280-am-concordia-1806. 
  41. Datos con base a los Anuarios Estadísticos de Antioquia. 1942. Pág. 324. 
  42. Archivo Inspección de Policia El Socorro, comunicaciones recibidas en el corregimiento, año 1890, paquete 1 y 2, S.f. 
  43. Archivo Histórico de Antioquia, Fondo Gobierno Municipios, Tomo 5433, año 1934, folio 419. S.f. 
  44. Archivo Municipal de Concordia, Acuerdos Municipales año 1977. 
  45. Restrepo Betancur, Sergio. Por que este pueblo se llama Concordia. En: Revista “Concordia 150 años”, editorial Urico, Medellín 1998, pág. 48. 
  46. Archivo Histórico de Antioquia, fondo Minas de Antioquia, Tomo 1, titulo 157. S.f. 
  47. Revilla, Federico. Diccionario de iconografía y simbología. 9ª edición, Madrid: Ediciones Cátedra, 2016. pág. 200, 201. 
  48. a b Censo oficial DANE 2005, Perfiles Departamentos y Municipios
  49. LEMA MAYA, Carlos Mario. De la “Comiá” a Concordia. Medellín: Imprenta Departamental de Antioquia, 2005. 

Enlaces externos

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https://es.wikipedia.org/wiki/Ministerio_de_Minas_y_Energ%C3%ADa_%28Colombia%29