—Filósofo: ¿Y son versos los que queréis escribirle? —M. Jourdain: No, no; nada de versos. —F:¿Preferís la prosa? —J:No. No quiero ni verso ni prosa. —F:¡Pues una cosa u otra ha de ser! —J:¿Por qué? —F:Por la sencilla razón, señor mío, de que no hay más que dos maneras de expresarse: en prosa o en verso. —J:¿Conque no hay más que prosa o verso? —F:Nada más. Y todo lo que no está en prosa está en verso; y todo lo que no está en verso, está en prosa. —J:Y cuando uno habla, ¿en qué habla? —F:En prosa. —J:¡Cómo! Cuando yo le digo a Nicolasa: "Tráeme las zapatillas" o "dame el gorro de dormir", ¿hablo en prosa? —F:Sí, señor. —J:¡Por vida de Dios! ¡Más de cuarenta años que hablo en prosa sin saberlo! No sé cómo pagaros esta lección.Molière. El burgués gentilhombre.
↑Se han detectado posibles prefijos semánticos en la palabra. De ser así, es posible que haya varias divisiones válidas como ocurre en el caso de transatlántico (tran-sat-lán-ti-co o trans-at-lán-ti-co, incluso tran-sa-tlán-ti-co) o subrayar (su-bra-yar o sub-ra-yar) [1]. Por motivos técnicos, en estas situaciones sólo se mostrará la división fonética y no la división léxica o semántica, aunque se recomienda preferir esta última para el lenguaje escrito. Más información.