La reticente lucha para prohibir la propaganda electoral deepfake

Sin una nueva normativa, las campañas políticas engañarían a los votantes con propaganda generada por IA. Y nadie parece tomarse en serio esta amenaza.
Fotoilustración del anuncio de un político en una valla publicitaria y el texto Hecho con IA detrs de l
Una de las prioridades del líder de la mayoría del Senado de EE UU, Chuck Schumer, es proteger las elecciones de cualquier desastre que la tecnología pudiera crear antes de noviembre. Sigue siendo solo una propuesta.Jacqui VanLiew; Getty Images

Esta semana ocurrieron dos acontecimientos que me inquietaron mucho respecto al papel de la inteligencia artificial (IA) en las elecciones de Estados Unidos:

En primer lugar, WIRED US publicó un extenso reportaje sobre cómo los votantes de la India recibieron más de 50 millones de llamadas de voz falsas imitando a candidatos y figuras políticas. Son demasiados deepfakes y los votantes los confunden con los auténticos.

En segundo, la Comisión Federal de Comunicaciones de EE UU (FCC, por sus siglas en inglés) anunció esta semana que está considerando una nueva normativa sobre los anuncios o propaganda de IA, tan solo unos meses después de prohibir las llamadas automatizadas (robocalls) artificiales; los anuncios artificiales son aquellos creados o alterados con IA.

Perdona, pero ¿por qué es la FCC la única entidad gubernamental del país que aprueba una nueva reglamentación relativa a la IA y las elecciones de este año? Las votaciones en la India deberían ser una señal de advertencia para que Estados Unidos se pusiera a regular esta tecnología, pero la FCC es la única que contesta al teléfono.


El presidente Mark R. Warner hablando en una cámara de audiencias del Senado
En una audiencia celebrada ayer en el Comité de Inteligencia del Senado ha habido un amplio consenso sobre cómo la IA y otras amenazas se ciernen sobre las elecciones estadounidenses, y sobre la incertidumbre acerca de cómo responder a ellas.

A EE UU se le acaba el tiempo para combatir la propaganda política deepfake

¿Recuerdas cuando el Comité Nacional Republicano de EE UU publicó un anuncio generado por IA que atacaba a Biden? ¿O cuando el súper Comité de Acción Política del gobernador de Florida Ron DeSantis lanzó uno que imitaba al expresidente Donald Trump? Ha pasado casi un año desde que se difundieron estos dos materiales y sigue sin haber alguna ley nueva que regule la propaganda de IA, a pesar de toda la indignación que generaron estos materiales en su momento.

El año pasado, el líder de la mayoría del Senado de EE UU, Chuck Schumer, empezó a celebrar reuniones con un conjunto rotativo de partes interesadas y dirigentes de la industria para desarrollar soluciones a los problemas planteados por la IA generativa. Una de sus prioridades era proteger las elecciones de Estados Unidos de cualquier desastre que la tecnología pudiera crear antes de noviembre. Emitió un informe y presionó a los senadores para que convirtieran esa guía en ley, pero eso es todo lo que ha sucedido.

La FCC no tiene la capacidad del Congreso de EE UU, pero es la que más ha hecho de las dos. En febrero, la agencia prohibió el uso de IA generativa en las llamadas automáticas, en respuesta al audio falso de New Hampshire que pretendía ser el presidente Joe Biden. El miércoles, la presidenta Jessica Rosenworcel fue más allá, proponiendo que la televisión, la radio y algunos anuncios políticos por cable revelen cuándo se emplea material sintético o artificial.

“A medida que las herramientas de inteligencia artificial se vuelven más accesibles, la Comisión quiere asegurarse de que los consumidores están plenamente informados cuando se utiliza esta tecnología”, declaró Rosenworcel en un comunicado. “Hoy compartí con mis colegas una propuesta que deja claro que los consumidores tienen derecho a saber si se emplean herramientas de IA en la propaganda política que ven, y espero que actúen con rapidez al respecto”.

Todo esto está muy bien, pero es probable que los votantes se encuentren con más falsificaciones digitales en internet que en la radio y la televisión. Y para los anuncios digitales, el gobierno no ha dado ninguna solución.

El grupo de defensa Public Citizen solicitó a la Comisión de Elecciones Federales (FEC, por sus siglas en inglés) que estableciera normas que exigieran declaraciones similares a las de la FCC para toda la propaganda política, independientemente del medio, pero la agencia aún no ha realizado ninguna acción relativa. Un informe de enero de The Washington Post indicaba que la FEC tiene previsto tomar alguna decisión a principios de verano. Pero este ya está a la vuelta de la esquina y no hemos sabido mucho al respecto. El Comité de Normas del Senado aprobó tres proyectos de ley para regular el uso de la IA en las elecciones, incluida la divulgación del origen del material, a principios de este mes, pero no existe ninguna promesa de que lleguen al pleno a tiempo para marcar la diferencia.

Si de verdad quieres asustarte, solo quedan 166 días para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. No es mucho tiempo para lograr que algo relacionado con la revelación de información sobre el uso de la IA llegue a la línea de meta, sobre todo antes de que las campañas de Biden y Trump, y de todos los políticos con menos votos, empiecen a invertir aún más dinero en anuncios en plataformas de redes sociales.

Sin regulaciones, las empresas tecnológicas cargarán con gran parte de la responsabilidad de proteger las elecciones de la desinformación. Si no te parece tan diferente de 2020, ¡yo pienso lo mismo! Es un tema nuevo, pero con las mismas compañías a la cabeza. En noviembre, Meta informó que la propaganda política deben incluir descargos de responsabilidad cuando incluyan contenido generado por IA. Y TikTok no permite anuncios políticos, pero exige a los creadores que etiqueten el material creado con IA cuando compartan elementos sintéticos que representen imágenes, audio y video realistas.

Es algo, pero ¿qué pasa si cometen un gran error? Sin duda, Mark Zuckerberg y todos los demás presidentes de empresas tecnológicas serían convocados por el Congreso de EE UU para una o dos audiencias, pero es poco probable que se enfrenten a consecuencias normativas antes de que se celebren las elecciones.

Hay mucho en juego y se nos acaba el tiempo. Si el Congreso o una agencia publicaran alguna directriz, tendrían que hacerlo en los próximos meses. De lo contrario, quizá no merezca la pena el esfuerzo.

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Andrei Osornio.


Collage de fotos de Joe Biden hablando, junto a unas tijeras cortando una cinta de carrete de película
Si bien la IA generativa es una manera de crear contenidos engañosos y falsos, a los expertos les preocupa que no se preste suficiente atención a los “cheapfakes” y otras formas de manipulación digital en la propaganda política.