De todo nuestro rostro los ojos posiblemente sean los que más libertad nos dan a la hora de jugar con nuestro maquillaje. Son un auténtico lienzo en blanco sobre el que plasmar todas nuestra creatividad, desde las mezclas de colores más vistosas hasta los maquillajes más discretos para el día a día.
Para esto tenemos varias herramientas, desde sombras de ojos hasta los delineadores o productos glitter. Es un mundo muy extenso donde si nos descuidamos podemos acabar gastándonos mucho dinero, especialmente si somos fans del color. Una fuente de este gasto son los delineadores de colores, un must si queremos conseguir eyeliners de distintas tonalidades.
Pues bien hoy hemos encontrado un truco perfecto para no tener que comprarnos un delineador en gel de cada color, especialmente si no estamos seguras de si nos va a gustar este maquillaje tan colorido. El resultado no es 100% el que conseguiríamos si utilizásemos un eyeliner, evidentemente, pero da bastante bien el pego.
Para ello solo necesitamos una sombra de ojos, del color que más nos guste, agua micelar (también puedes utilizar fijador o agua normal, si no tienes ninguno de estos otros productos) y un pincel para hacer el delineado.
Cómo convertir nuestras sombras de ojos en delineadores
El truco es sencillo: humedecemos ligeramente nuestro pincel en el agua micelar (tampoco tiene por qué llegar a estar empapado), lo pasamos por la sombra de ojos que hayamos elegido y ¡listo! El producto que se queda en el pincel es muy similar al de un eyeliner en gel. Atenta:
¿El truco de experta? Raspar un poco de sombra de ojos en una superficie y realizar ahí la mezcla, para así evitar que se formen hongos o bacterias en la sombra de ojos original o que ésta se endurezca.
