Cuatro turcos de Álvaro Bilbao para que puedas sostener tu ira cuando tus hijos pierden los nervios
Álvaro Bilbao comparte algunas de las claves y consejos que puedes aplicar para evitar entrar en una erupción como un volcán cuando tus hijos te llevan al límite.
Un padre y sus tres hijos gritando
Una de las cuestiones en las que más insiste el neuropsicólogo Álvaro Bilbao cuando habla de la crianza de los hijos e hijas desde el punto de vista de los adultos es la importancia de gestionar las emociones. No de acompañar a los niños en ese aprendizaje, que también, sino en primero, aprender a gestionar las nuestras. Especialmente la ira que sentimos cuando nos llevan al límite.
A veces es tristeza o agotamiento lo que sientes como padre o madre, pero suele ser la ira la que nos lleva a descontrolar más nuestro comportamientorespuesta que le damos a nuestros peques, la respuesta que le damos a nuestros peques en una situación de tensión. En esto, también aporta Álvaro Bilbao, que tiene el consejo para una comunicación efectiva con los niños y que no haya malentendidos.
Es lógico y normal sentir en algunos momentos que la lava nos empieza a subir hacia la boca, pero depende en buena medida de nosotros evitar que esta se convierta en la chimenea del volcán, por la que escupimos chillidos, gritos y desconsideraciones en lugar de lava. Palabras feas en un tono habitualmente todavía más feo de los que luego acabamos a menudo arrepentidos de haber utilizado.
Una familia, gritando
Por eso, para evitar que esto te ocurra, o mejor dicho, para que te ocurra lo menos posible, Álvaro Bilbao ha compartido cuatro reflexiones o claves que el neuropsicólogo cree que es esencial entender porque te ayudarán a reflexionar sobre la respuesta que has dado, la que estás dando y la que se te pasa por la cabeza dar en situaciones en las que la ira pretende desbordarse porque tus hijos e hijas han perdido los nervios y te han llevado al límite.
Estas cuatro reflexiones de Álvaro Bilbao son las siguientes. Las citamos literalmente de boca del experto en el cerebro de los niños, que de todos modos, insiste una vez más en que no debemos sentirnos culpables cuando no consigas controlar la ira. “A pesar de todo recuerda que habrá momentos en los que no lo consigas. No te sientas culpable, les ocurre a todos los padres. A mí también”, dice.
- Si tu no puedes mantener la calma cuando tus hijos se frustran o se enfadan, no esperes que lo consigan ellos.
- Recuerda que en muchas ocasiones van a actuar como niños porque son niños.
- La clave no está en no enfadarnos o en no mostrar nuestra frustración; está en mostrar cómo nos podemos enfadar y frustrar sin perder los nervios.
- No olvides que cuando un niño tiene un problema, aunque sea emocional, lo que necesita es que le ayudes a resolver el problema, no que te sumes a su caos.
Una familia, gritando desesperada
Otras estrategias de Álvaro Bilbao para evitar los gritos
En otra publicación divulgativa anterior, Álvaro Bilbao ya compartió algunas estrategias de psicología para evitar gritar a los niños e hijas.
Son estrategias que complementan muy bien a las reflexiones apuntadas anteriormente. Esas, las reflexiones, tienen más que ver con la autorrevisión y la reflexión personal, y estas, las estrategias, con la parte práctica de la crianza.
Las enumeramos a continuación:
- Pon normas claras
- Sácale del contexto en el que esté inmerso
- Actúa como si fuera sordo: la estrategia de este tipo que más utiliza Álvaro Bilbao es tocar el hombro.
- Prueba a pedirlo por favor.
- Díselo al oído, justo lo contrario del recurso del grito.
- Ponte al nivel de sus ojos para comunicarte con él o ella.
- Establece el protocolo de emergencia con ellos para situaciones en las que os vais a gritar mutuamente.
- Silencio, permanece callado delante de ellos.
Dice a modo de conclusión Álvaro Bilbao, que tiene un truco para estar tranquilo cuando va a gritar a sus hijosa, que gritar no tiene por qué ser malo, que “lo malo es el ira que lo acompaña“. Por eso, entre sus consejos y estrategias, si no podéis dejar de gritar en un momento dado, también incluye el grito, pero que sea “gamberro” o “de guerra”. Lo que sea que deje a la ira fuera de la respuesta.
