Marie Claire

Cinco adolescentes cuentan cómo es crecer en el siglo XXI

Te contamos la historia de varias jóvenes que luchan y sueñan por tener su futuro soñado en los próximos años.

Son los años del desconcierto, los niños se despegan de sus padres y entre sus amigos, rodeados de iguales, se buscan a sí mismos. Estas adolescentes han comenzado su camino a las afueras de Barcelona. A través de este artículo conoceremos la historia de varias jóvenes que nos cuentan qué les impulsará a la vida adulta. Lo que, en resumen, convierte a casa una en un ser humano singular.

Berhane, 18 años.

Estoy realizando un ciclo de grado superior en Integración Social. Vivo en el Ensanche, con mi madre y su marido, sus hijos, mi hermana y mis dos gatos. Voy trabajando en cositas que encuentro. Me gustaría independizarme en cuanto acabe de estudiar e ir a vivir al extranjero. Participio en muchas luchas, puesto que soy una mujer, negra y bisexual. Lucho por el feminismo, por el colectivo LGBTIQ+ y contra el racismo. Lucho para que todos los seres humanos convivamos en la igualdad de oportunidades y de derechos. No creo que haya nada en especial que me haga singular. Me considero una persona muy empática. Me gusta ayudar a las personas que me rodean. Me gusta mucho cantar, bailar y escribir, aunque siempre lo hago en privado.

Berhane, 18 años

Berhane, 18 años

Marta, 15 años

Ahora estoy haciendo un programa de intercambio cultural de tres meses en la República Checa. Soy de Barcelona y siempre he vivido en el barrio de Huerta. Voy cambiando de casa porque mis padres están separados, pero vivo con ellos, con mi perra, la Bibi, mis hermanos, hermanas y "hermanastras". El novio de mi hermana también está pasando un tiempo en casa de mi madre. Este año estoy haciendo 4 de ESO. Espero empezar a trabajar de canguro de aquí a unos meses. No tengo claro qué me gustaría hacer en un futuro, pero sé que será algo con lo que me lo pase muy bien. Participo en la asamblea de estudiantes de mi instituto para defender nuestros derechos y condiciones materiales como clase trabajadora, joven y estudiantil. Paso casi toda mi vida yendo a clases de interpretación, que disfruto mucho. Me encanta escribir, pero casi siempre me lo guardo para mí. Escribo porque me ayuda, no por los demás. Bien, es verdad que no sé si tengo algo que me haga singular.

Marta, 15 años

Marta, 15 años

Joana, 21 años

Nací con una enfermedad neuromuscular, una atrofia muscular espinal. Utilizo una silla de ruedas y tengo un uso limitado de mis brazos y de las manos. ¡Que no tenga suficiente no significa que no tenga voz! Esto ha influido desde muy pequeña en cómo veo el mundo y también en cómo me ven los demás. Actualmente, curso el grado de AAD en la Escuela Massana de Barcelona. Estar incapacitada me ha obligado a prestar atención al acto de ver, que al mismo tiempo ha afectado profundamente mi manera de diseñar el contenido y contexto que quiero mostrar. Ofrezco una mirada centrada en una realidad frente a la que mucha gente cierra los ojos. Me apasiona investigar sobre estos cuerpos oprimidos y que para mí son tan relevantes como cualquier otro. Soy cada vez más consciente de las interconexiones entre los valores y las personas. De cara al futuro, mi intención es recrear un cuerpo utópico, uno que no es percibido socialmente. Quiero adentrarme en la revolución transversal más allá de las identidades y de aquellos espacios de libertad que siguen siendo espacios de normalización y de exclusión. Y, sobre todo, luchar por mis derechos como persona y ciudadana, como una igual.

Joana, 21 años

Joana, 21 años

Rita, 19 años

Me llamo Anna, pero no me identifico con este nombre, de forma que me hago llamar Rita. Encaja más con mi personalidad.

Vivo en Tarrasa con mi madre, mi padre y mi hermana mayor. Soy estudiante de Humanidades en la Universitat Pompeu Fabra; una carrera, que desde diferentes ámbitos (literatura, arte, filosofía e historia), me está proporcionando una visión global del mundo muy interesante. Compagino los estudios con un trabajo en el negocio familiar: una tienda de setas en el mercado de la ciudad.

Rita, 19 años

Rita, 19 años

Trabajar de cara al público me ha permitido liberarme un poco de la timidez. Soy una apasionada del collage, de sacar papeles de su contexto y otorgarles una nueva historia me resulta un ejercicio muy relajante. Es tan grande mi vínculo con esta técnica artística que en un futuro me gustaría dedicarme al mundo del arte. Un proyecto de futuro que me gustaría sacar adelante sería compaginar la música y el collage. La música me hace sentir muy libre. Me resulta muy complicado describirme. Supongo que es porque todavía no me conozco del todo. Mi amiga de confianza dice que tengo una personalidad exótica. No sé si es verdad, pero me gusta cómo suena. Lo que sí sé es que el caos forma parte de mí misma hasta el punto de que he decidido firmar mis collages como Rita Chaos.

Lena, 14 años.

Me gustaría hacer el bachillerato artístico, porque, más adelante, quiero cursar artes escénicas. Quiero ser actriz, como Pol Rubio en Merlí, por ejemplo. Tercero de ESO está siendo un año complicado. No me está dejando demasiado tiempo libre. A mí me gusta estar con mis amigas. Vivo en Gerona con mi madre, mi hermano, mi gato y mi perro. Mi padre vive en Francia y allí, con él, tengo más hermanastros. Creo que soy alegre y sincera. Esto último me ha metido, en ocasiones, en algún problema. Me gusta la moda, me gusta combinar la ropa y crear mis outfits, que suelen tener un toque urbano. Soy bastante activa en las redes sociales, pero de vez en cuando me pueden dar un poco de miedo, por eso de que nos vigilan. En el instituto, formo parte de la comisión feminista y de la de refugiados. Además, formo parte del SPS, que trabaja a favor del independentismo catalán.

Lena, 14 años

Lena, 14 años

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