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Consejos de psicólogos y psiquiatras para gestionar el estrés y la ansiedad

Hablamos de dos de los trastornos más comunes de nuestra sociedad y los expertos nos explican cómo reconocerlos y nos hablan de algunos hábitos para gestionarlos

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La salud mental está más en riesgo que nunca y protegerla conlleva perder el miedo y la vergüenza a pedir ayuda. A continuación hablamos con expertos sobre el tema y analizamos dos de los trastornos más comunes actualmente, el estrés y la ansiedad.

El trastorno de ansiedad fue reconocido en 1980 por la Asociación Psiquiátrica Americana. Con anterioridad a esa fecha, se hablaba de estrés o 'estar mal de los nervios' y se creía que solo afectaba a las mujeres.

Históricamente, la investigación psicológica estaba centrada únicamente en la esquizofrenia (lo que llamaban locura) y no fue hasta los años 60 cuando también se dirige a abordar los estados de ánimo, especialmente la depresión (antes melancolía)

Teresa Muñoz del Toro, psicóloga del centro Tiban en Madrid, lo explica de la siguiente forma:"Es el desconocimiento que tenemos sobre lo que ahora llamamos enfermedades mentales lo que ha hecho que durante muchos siglos su origen se haya atribuido a causas sobrenaturales. La ignorancia y el miedo propiciaron que quienes las padecían fueran tratados de manera irracional y en muchos casos inhumana". 

Ansiedad depresión

Ilustración: Stefania Tejada

Viginia Woolf y Felipe V podrían haber sido diagnosticados hoy en día de trastorno bipolar

Desde un punto de vista psicológico, Juana I de Castilla, 'la Loca', fue encerrada en el monasterio de Tordesillas por su melancolía y paranoias y Viginia Woolf y Felipe V podrían haber sido diagnosticados hoy en día de trastorno bipolar. Afortunadamente, cada vez hablamos más de ello.

PROBLEMAS QUE SE ENQUISTAN Y EMPEORAN

La situación sociolaboral y económica actual, tan compleja, ha hecho aumentar el número de personas que sufren depresión o ansiedad, pero también están creciendo otras patologías que requieren de la ayuda de un profesional. 

"Cabe destacar el aumento alarmante de adolescentes con depresión, ansiedad o que se autolesionan. También han crecido los trastornos de conducta alimentaria, tanto en adultos como en jóvenes y niños, los TOC (trastorno obsesivo compulsivo) y las adicciones a sustancias, a las nuevas tecnologías, a las compras o al juego online", señala el doctor Pablo del Sol, psiquiatra infantil de la Unidad de Adolescentes del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid). 

Por su parte, Montse Alcañiz Rodríguez, psicóloga clínica adjunta del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid, destaca un nuevo trastorno producto de la COVID-19: "Se encuentra a caballo entre la fobia a infectarse y el trastorno obsesivo compulsivo y conlleva evitar situaciones y actividades diversas". 

ANSIEDAD Y DEPRESIÓN, MÁS COMÚN EN ELLAS

Estos dos trastornos se dan mucho más frecuentemente en mujeres. En el caso de la depresión, casi el doble que en los hombres. ¿Y por qué ocurre esto si somos nosotras las que más facilidad tenemos para conectar con nuestras emociones y solicitar ayuda? Existen varios factores que pueden influir: nuestros cambios hormonales durante la pubertad, los problemas menstruales, el embarazo y la depresión postparto, la menopausia y nuestras circunstancias vitales. 

El 89 % de los cuidadores en España son mujeres, la mayoría cónyuges e hijas

A menudo, las madres trabajadoras llevan también todo el peso de la casa. Las llamadas tareas invisibles pueden conllevar grandes dosis de estrés (planificar los menús de la semana, estar pendiente de lo que piden en el colegio, llevar la agenda de los cumpleaños...). Con el nido vacío, la situación de la mujer a veces tampoco mejora porque puede experimentar sentimientos de soledad o tiene que atender a sus padres mayores cuando empiezan a necesitar ayuda. 

Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), el 89 % de los cuidadores en España son mujeres, la mayoría cónyuges e hijas, con edades comprendidas entre los 45 y los 65 años.

RECONOCER LO QUE ME PASA

ansiedad depresión

Ilustración: Stefania Tejada

Existen varias señales de alarma que no debemos pasar por alto. Las primeras tienen que ver con nuestras rutinas diarias: cambios en los ritmos de sueño (el insomnio o, por el contrario, no tener fuerzas para salir de la cama) y en la alimentación (pérdida de apetito o comer de forma descontrolada). 

Otro indicativo puede venir de nuestros amigos y familiares: si nos notan, o nos vemos nosotros mismos, más irritables e irascibles ante cualquier roce o desencuentro. Por último, "buscar la soledad cada vez durante más tiempo, sentir que no disfrutamos como antes de nuestras aficiones o experimentar con mayor frecuencia la falta de aire o episodios de llanto descontrolado son señales que no deben desatenderse", advierte el doctor Del Sol.

¿PSIQUIATRA O PSICÓLOGO?

"Un buen profesional, sea psicólogo o psiquiatra, puede hacer una evaluación sobre el caso y, si es preciso, derivarlo a otro especialista", explica Alcañiz. 

Los médicos de Atención Primaria hacen una labor fundamental a la hora de detectar y, muchas veces, tratar trastornos de salud mental. "Ellos son el filtro para que los casos leves se aborden en los centros de salud y no se sature la atención especializada. Además, desde hace un tiempo, hay psicólogos en estos centros que llevan a cabo programas grupales con buenos resultados en pacientes con trastornos leves", señala la psicóloga.

 No obstante, si se decide ir a una consulta privada, es importante informarse bien sobre la cualificación del profesional. Respecto a los psiquiatras, son médicos que tienen la capacidad de prescribir medicación en caso de que sea necesario. Sin embargo, dependiendo de su formación, pueden estar capacitados para realizar un tratamiento psicoterapéutico sin necesidad de emplear fármacos.

El motivo por el que más se acude a consulta es el excesivo estrés o la ansiedad ante situaciones difíciles

HÁBITOS QUE AYUDAN

Las pautas que debemos seguir para cuidar nuestra salud mental no difieren mucho de las que siempre nos recomiendan los médicos para prevenir muchas enfermedades físicas: realizar ejercicio con frecuencia, tener una buena higiene del sueño (no trasnochar, dormirse siempre a la misma hora y evitar los dispositivos móviles antes de acostarse) y cuidar la alimentación.

Las relaciones sólidas familiares y sociales en las que poder sentirse bien (apoyando y siendo apoyado) también son muy importantes, así como cultivar aficiones que nos aporten bienestar. "Tras el confinamiento, ha crecido mucho la demanda de diferentes talleres para tejer, cocinar, realizar cerámica... La gente se ha dado cuenta de la importancia de dedicar momentos a uno mismo, en los que el resultado no es el objetivo sino disfrutar del proceso, y está priorizando el autocuidado", señala el psiquiatra.

EL ENTORNO LABORAL

Tras la generalización del teletrabajo, mantener un buen equilibrio entre la vida laboral y personal ha ganado un enorme peso entre los españoles. Tanto que una mala conciliación laboral es la principal razón (23 %) por la que buscarían un nuevo trabajo y una de cada tres personas que se va de una empresa lo hace porque considera que su salud está en juego. 

Según un informe realizado por Infojobs, uno de cada dos problemas de salud mental de la población ocupada está relacionado directamente con el trabajo. Por otro lado, en una encuesta realizada por Personio, compañía de RR. HH., el 56 % de los españoles cree que su empresa no ha tenido en cuenta su salud mental en el último año.

Gestionar el estrés en un mundo en el que la inmediatez y la prisa se demandan cada vez más, está pasando factura a la salud mental de mucha gente.

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