Tres consejos de psicóloga para tener con éxito la conversación del "qué somos" con tu pareja

Conoces a alguien. Conectáis y os gustáis bastante. Empezáis a quedar, al principio de forma tímida pero conforme pasan las semanas se vuelve algo regular. Creáis rutinas: dormir juntos, tener uno o varios días a la semana en los que siempre os veis, os presentáis el uno al otro vuestros respectivos círculos... Todo parece que va bien,  pero estás inquieta porque hay algo que todavía no habéis hecho: hablar sobre vuestra relación.

Y es que aunque hay cosas que podemos dar por sentado, en cuanto a temas amorosos lo mejor es siempre hablar todo, de cara a evitar malentendidos que puedan desembocar en un corazón roto. En una época donde las relaciones son cada vez más volátiles y el compromiso muchas veces brilla por su ausencia, prefiriéndose en ocasiones las conexiones sin ataduras, antes de saltar al vacío de asumir que tenemos una relación, lo mejor es hablar con la otra parte para ver si se siente igual. 

En los últimos años se ha popularizado el concepto de "casi algo", que como explica María de Andrés, consultora clínica formativa de Buencoco, hace referencia a ese tipo de relaciones donde "las que dos personas tienen una conexión, afecto o atracción mutua, pero no están oficialmente comprometidas o no tienen una relación definida". En palabras de la consultora clínica, "están en una especie de limbo entre ser amigos y ser pareja".

En algún momento de nuestra vida casi todas nos hemos visto en esta situación, y aunque muchas veces aguantamos en esa línea donde "fluimos" sin ponerle nombre a la relación, no tenemos por qué tener miedo a hablar las cosas para formalizarlas si es como nos sentimos. Salga de una forma u otra la conversación, ambas personas ganarán y sacarán en claro qué quieren y cómo ven la relación desde cada punto de vista.

Como apunta Logan Ury, directora de ciencia de las relaciones en Hinge, "si alguien no quiere estar contigo, es mejor saberlo ahora". Por lo que esta conversación puede sernos útil y reveladora de cara a "recopilar más información para que puedas tomar la decisión correcta para ti mismo/a. Si alguien te ve como un posible compañero/a, ¿no preferirías saberlo antes que después?" completa Logan. Hoy hemos hablado con el psicólogo de Buencoco Unai Aso para que nos dé las claves para tener esa temida conversación de "qué somos" sin morir en el intento:

Cómo preparar y abordar la conversación del "qué somos"

Lo principal para que la conversación salga bien es que ambas partes se sientan cómodas, aunque es importante tener en mente que no podemos posponerlo indefinidamente. "No hay un momento perfecto para iniciarla. Saca el tema cuando sientas que es el momento de dejar de ver a otra gente. Este momento varía dependiendo de la persona. Si sabes que tiendes a apresurarte en las cosas, considera buscar opiniones de tus amigos/as para hacerte una idea de si es el momento adecuado" opina al respecto Logan Ury.

La importancia del lenguaje en la conversación del "qué somos"

"Lo más importante es hablar en un entorno seguro para las dos personas, donde ambas se sientan cómodas a la hora de expresar lo que piensan y sienten sin miedo a la crítica, el juicio o el rechazo. Un entorno comunicativo seguro fomenta la apertura y la honestidad, por lo que esto puede facilitar que se pongan las cartas sobre la mesa sin ambigüedades" explica Unai Aso.

"Utilizar un lenguaje no confrontativo y lo más asertivo posible también puede ser útil. La forma en que hacemos las preguntas o abordamos los temas de conversación es casi más importante que el propio contenido de los mismos" completa su consejo. ¿Una forma de hacerlo? "Iniciar la conversación como "he estado pensando en nosotros y me gustaría saber cómo te sientes sobre lo que compartimos" puede ser menos confrontativo que hacer una declaración directa que pueda interpretarse como presionante".  

Claves y consejos para que la conversación salga "bien"

"Es importante no solo expresar los propios deseos y preferencias de forma abierta y honesta, sino también escuchar activamente los de la otra persona y no sacar conclusiones precipitadas hasta que ambas tengan la oportunidad de expresarse completa y libremente. Recordar que la comunicación es bidireccional, no un monólogo (hay que tratar de mantener un equilibrio entre hablar y escuchar, para que ambas partes se sientan escuchadas y valoradas)" explica el psicólogo.  

"Otro punto importante es tratar de abordar estas conversaciones sin expectativas predeterminadas y estar abierto a resultados diferentes. Y, por supuesto, ser claro a la hora de expresar lo que uno quiere con respecto a la otra persona, así como lo que espera y necesita de la relación, para evitar o prevenir malentendidos en un futuro" completa. 

Por último la claridad en lo que queremos transmitir a la otra persona es imprescindible, explica Logan Ury, quien afirma que "debemos comunicar claramente lo que queremos saber. ¿Estás buscando claridad en las etiquetas? ¿Quieres establecer exclusividad sexual? ¿Esperas dar el paso romántico definitivo de eliminar tus aplicaciones de citas? Hay muchas formas diferentes de estar en una relación hoy en día, así que sé abierto/a con la otra persona sobre tus expectativas". 

Qué pasa si la conversación "qué somos" no sale como nosotras queríamos

Es imprescindible, apunta Logan Ury, que comprendamos que es posible que la respuesta que nos den no sea la que a nosotras nos hubiera gustado. Si esto pasa, explica, "recuerda que es una conversación, no una negociación. Respeta su perspectiva y escucha. Se trata de entender cómo se sienten, no de tratar de convencerlos de que te den lo que quieres. Incluso si no escuchas la respuesta que esperabas, al menos ahora tienes más información. Recopilar datos te ayudará a decidir si quieres continuar o no seguir adelante". 

En caso de que la conversación de "qué somos" no se resuelva como nosotras habíamos esperado, "lo primero, reconocerlo y permitirnos experimentar esas emociones “negativas” asociadas al rechazo, en lugar de tratar de evitarlas o suprimirlas a toda costa (esto suele tener el efecto contrario)" comienza Unai Lao. "También es importante contar con apoyo social (amigos, familiares, personas de confianza) si el rechazo provoca un malestar excesivo, para así tratar de mitigarlo en la medida de lo posible y aliviar la carga emocional". 

Por último, apunta el psicólogo, debemos tener en cuenta que "aunque un rechazo de este tipo suele ser doloroso, también puede ser una oportunidad de aprendizaje y un punto de inflexión para recomponer los objetivos y metas vitales, y tratar de adaptarnos a la nueva situación (así entrenamos la resiliencia)".