Harry vuelve a la agenda oficial con un encuentro con tintes rockeros

Ya conocemos la fecha en la que Meghan Markle y su esposo el príncipe Harry dejarán de representar a la monarquía británica. Será el próximo 31 de marzo cuando los actuales duques de Sussex dejen de contar con una oficina en el Palacio de Buckingham. Hasta entonces, ambos continúan con su agenda oficial y ya tienen confirmada su asistencia a los que serán sus seis últimos eventos oficiales.

En estos duros momentos por los que está pasando la Casa Real británica, el hijo pequeño de Lady Di cuenta con un apoyo muy especial. Este se trata, ni más ni menos, que el de la estrella de rock Jon Bon Jovi. Y es que, en el perfil oficial de Instagram de los Sussex se han publicado algunas pistas sobre los planes que tiene Harry al llegar a Londres, y este es uno de ellos.

El nieto predilecto de la reina Isabel se va a reunir con el cantante de ‘Living On a Prayer’ en los estudios de Abbey Road para grabar una canción titulada ‘Unbroken’. Los beneficios que se saquen con este single van a ir destinados a la Invictus Game Foundation, con la que Harry lleva colaborando desde 2014. Y aunque, el duque de Sussex ha dejado bien claro que él no va a cantar, quizás estando allí se anime y nos sorprenda con sus peculiares dotes musicales.

Asimismo, la deseada independencia de los duques está cada vez más cerca, pero esto tendrá sus consecuencias, como dejar de utilizar la marca ‘Sussex Royal’ para su beneficio. Sin embargo, parece que la vida les sonríe. Al príncipe Harry le han llovido multitud de ofertas de trabajo desde que anunció el abandono de su condición ‘senior’ dentro de la Familia Real Británica. Tanto es así que la empresa Goldman Sachs se ha fijado en el hermano del príncipe Guillermo para cubrir una de sus vacantes. Y, aunque de momento nada está confirmado, no podemos descartar esta opción.

Y es que, con esta última sorpresa relacionada con la industria de la música, el príncipe Harry nos deja claro que va a continuar con sus proyectos benéficos a pesar de no pertenecer ya a la corona británica. Todo un ejemplo de lo que es ser un buen royal.