La caída de Diddy: todas las acusaciones (y las pruebas) contra el rapero Sean Combs, que dibujan más de 30 años de violencia sexual y extorsiones

Desde noviembre de 2023 hasta ahora, más de 130 personas han acusado al rapero de crímenes sexuales, violencia y extorsiones, que abarcan desde los años 90 hasta esta década. Combs ya ha perdido un primer juicio y está en prisión sin fianza acusado de múltiples cargos criminales, empezando por la trata de mujeres.
Sean Combs en los MTV Video Music Awards 2023
Sean Combs en los MTV Video Music Awards 2023Christopher Polk/Getty Images

El día 16 de septiembre, agentes federales arrestaban en un hotel de Manhattan a Sean Combs, más conocido como Diddy o Puff Daddy, uno de los raperos y productores más exitosos e influyentes de la industria. Los cargos principales: conspiración para cometer crímenes de forma organizada y trata de mujeres, en una acusación que dibuja que, “al menos desde 2008” y la actualidad, Combs, “abusó, amenazó y coaccionó a mujeres y otras personas, y llevó a cabo actos criminales para la trata de mujeres, trabajos forzados, secuestros, incendios, sobornos y obstrucción a la justicia, entre otros crímenes”. Esto, sólo en los cuatro casos federales que tiene abiertos actualmente (hay más pendientes). En esos “otros crímenes” se incluyen al menos una decena de denuncias por agresiones sexuales, violaciones, sumisión química y un historial de violencia, principalmente contra las mujeres.

Es la cara oculta de un productor prácticamente milmillonario, habituado a celebrar sus cumpleaños rodeado de amigos y famosos en suntuosas fiestas en sus mansiones de más de 50 millones de euros. Unas White Parties que nadie se quería perder. Fiestas en las que el rapero y los invitados –que incluían actores de primera línea, escritores, empresarios, millonarios, y un quién es quién de gente importante, sin importar su sector– vestían de blanco y disfrutaban de noches al estilo Gran Gatsby, una figura con la que Combs se ha identificado más de una vez. En 1993, por su 29º cumpleaños, dio una fiesta para una nómina de invitados que incluía a Kevin Costner, Muhammad Ali, Sarah Ferguson o el entonces simplemente empresario Donald Trump.

Y así año tras año, mientras en hoteles, estudios de grabación y otros recintos se habrían estado llevando a cabo los abusos. Diddy era tan poderoso como rico, tan famoso como dotado de un toque Midas para la música, que le llevó a producir (al margen de sus propios discos) a artistas tan variados como Mariah Carey, el desaparecido Notorius B.I.G. o el debut de Jennifer Lopez (con la que mantuvo una relación entre 1999 y 2001). Su discográfica, Bad Boy Records, puede presumir de haber vendido más de 500 millones de álbumes.

Combs lleva desde su detención en una prisión de Brooklyn (en la misma sección donde hoy cumple condena el criptoestafador Sam Bankman-Fried), sin posibilidad de fianza. Justificada por dos jueces en su historial de violencia, abuso de drogas y manipulación de testigos, más el riesgo de fuga de un hombre cuyas mansiones fueron registradas por el FBI hace unos meses, cuando él estaba intentando embarcar en su jet privado rumbo a las Bahamas.

Una historia de violencia

No es el primer escarceo de Combs con la justicia: en 1999, él y su entonces novia Jennifer Lopez fueron arrestados (junto a su guardaespaldas y uno de sus “discípulos”, el rapero Shyne) tras un persecución por Nueva York tras un tiroteo en un club de Manhattan. En el coche se encontró un arma ilegal, y la historia se resolvió a medias: Shyne fue condenado a nueve años de prisión por agresión y tenencia ilícita de armas de fuego, el guardaespaldas y Combs fueron absueltos, Lopez no fue acusada de nada y nadie fue condenado nunca por los tres heridos de bala en el altercado. Una de las heridas, Natania Reuben, defendía y sigue defendiendo hoy que Combs le disparó. Para reabrir el caso, está dispuesta a que le extraigan los restos de bala que aún siguen dentro de su cráneo. Aún así, Reuben demandó en 2008 a Combs por lo civil por 130 millones de dólares y el caso se resolvió en un acuerdo extrajudicial. El caso fue tan prominente que motivó el primer cambio de alias del rapero: fuera Puff Daddy, dentro P. Diddy.

Para entonces, según las denuncias que hoy hay sobre la mesa, Combs acumulaba otro historial de violencia más privada (Lopez declaró en 2003 que rompieron porque él le había sido infiel, pero en su reciente documental también señaló que en el pasado le habían “zarandeado y otro par de cosas desagradables” durante su vida sentimental, sin especificar quién): tres mujeres han acusado a Combs de haberlas violado, drogado y agredido en esa década. Estas acusaciones fueron posibles gracias a la ley que aprobó Nueva York en pleno auge del #MeToo y el caso Weinstein para, temporalmente, eliminar la prescripción de los delitos sexuales. Una temporalidad que acabó en diciembre de 2023.

Cassie, la denuncia que inició todo

Casi coincidiendo en el tiempo con esas tras denuncias, el 16 de noviembre de 2023 Combs fue demandado (por lo civil) por una de sus exparejas: Casandra Ventura, más conocida como Cassie, cantante y modelo, que entre 2005 y 2018 mantuvo una relación intermitente con el productor y en cierto modo jefe, porque Cassie publicaba sus discos en Bad Boy Records, la discográfica que Diddy montó en 1993. La denuncia es un historial de terror: se conocieron cuando ella tenía 19 años y él 35, y casi desde el principio empezó a drogarla y obligarle a mantener encuentros con prostitutos, que Combs grababa en vídeo (la filmación de Combs de orgías, violaciones, agresiones y encuentros sexuales en general es común en prácticamente todas las denuncias). Una relación de poder en la que Ventura era obligada a participar en “fiestas enloquecidas” con múltiples participantes, que duraban varios días a base de drogas, lubricante y aceite para bebés, en sus mansiones o en habitaciones de hotel, según se afirma en la demanda. Una relación en la que habría sido sistemáticamente maltratada, con palizas –“ojos morados, magulladuras, sangre”– y, finalmente, una violación en 2018, cuando ella quiso poner fin a su relación. El abogado de Diddy negó en nombre de su cliente “todos los hechos” y calificó la demanda como una serie de “mentiras indignantes”. Esto es importante, porque desde ese noviembre el detenido ha negado así todas las acusaciones en su contra.

El caso fue cerrado extrajudicialmente al día siguiente (“de forma amigable”, según el comunicado publicado por ambas partes), presumiblemente por una buena cantidad de dinero por parte de Combs: el abogado de Cassie había expuesto que antes de la demanda se les había ofrecido una suma de "ocho cifras" y Cassie había demandado por 30 millones de dólares.

El 6 de diciembre de 2023, cuando ya eran cinco las mujeres que le habían denunciado (las ya mencionadas más una víctima anónima que denunciaba haber sido drogada, violada en grupo y grabada por Combs y los suyos cuando tenía 17 años, Combs escribió en su Instagram (en un post hoy borrado, como todo su Instagram excepto dos fotos de sus hijas): “YA BASTA. Las últimas semanas he permanecido en silencio viendo como trataban de destruir mi persona, mi reputación y mi legado. Personas en busca de dinero rápido han lanzado acusaciones enfermizas contra mí. Dejadme ser tan claro como puedo serlo: no hice ninguna de las cosas horribles de las que se me acusa. Lucharé por mi nombre, mi familia y por la verdad”.

El vídeo del hotel InterContinental

El 17 de mayo de 2024, CNN publica un vídeo.

Para entonces, ha sido demandado también por Rodney Jones, Jr., productor (de buena parte del último disco de Diddy, entre otros), que en febrero acusó a Diddy de obligarle a mantener sexo de pago con terceros y tratar de coaccionarle para que tuviese sexo con otros hombres, además de amenazarle violentamente. En marzo, el FBI registra las mansiones de Miami y Los Angeles del rapero, donde interviene “decenas de dispositivos electrónicos" que pasaron a manos de los fiscales que investigaban las denuncias contra Combs para "comprobar las acusaciones". Es decir, los discos duros y equipos de grabación de las orgías de Combs. También, cerca de “1.000 botellas de aceite para bebés”, cifra que corroboraría más adelante la Fiscalía, y encaja con lo descrito por Ventura.

Pero, el 17 de mayo de 2024, CNN publica un vídeo, grabado por las cámaras de seguridad del Hotel InterContinental de Los Angeles, donde se ve a Combs pateando en el suelo a Casandra Ventura.

Combs publicó al día siguiente un vídeo en Instagram: “Es muy difícil volver la vista a los momentos más oscuros de tu vida, pero a veces tienes que hacerlo. Estaba jodido, había tocado fondo, pero no puedo poner excusas, mi comportamiento en ese vídeo es inexcusable. Asumo plena responsabilidad por mis acciones en ese vídeo. Me da asco. Me dio asco cuando lo hice. Me da asco ahora". No es un vídeo de disculpas: no pide perdón a Casandra Ventura. Ni siquiera la nombra. La única persona que aparece en ese comunicado es Sean Combs.

Primera derrota judicial y arresto

Durante la semana siguiente a la publicación del vídeo, dos mujeres más demandan a Combs: la actriz y modelo Crystal McKinney, que acusa a Combs de drogarla y obligarla a mantener sexo oral en un estudio de grabación. Y una exestudiante –lo era cuando conoció a Puff Daddy– que denuncia cuatro agresiones sexuales entre los años 1995 y 2000. En julio se hace pública otra demanda, la de una ex actriz pornográfica, que acusa de coaccionar y prostituir a Combs en sus fiestas aceitosas.

En junio se había sumado un hombre, el reo por delitos sexuales y secuestro Derrick Lee Cardello-Smith, que acusó a Combs de haberle drogado y violado en 1997. Una demanda que ya presentó el año de los hechos, pero que retiró ante el inmenso poder del rapero. Combs llegó a visitarle en la cárcel después de interponer la demanda. Pero no se presentó al juicio (celebrado el 10 de septiembre), ni siquiera de forma virtual, y fue condenado a pagar 100 millones de dólares. El caso está actualmente pendiente de apelación.

El día siguiente de esa condena, otra cantante de su sello, que formaría parte de la banda del propio Diddy, denunció al rapero por tocamientos, insultos, y abusos laborales. Cinco días después, este 16 de septiembre, agentes federales detienen a Combs en un hotel en Manhattan. Las “fiestas enloquecidas” son descritas por la Fiscalía como “eventos sumamente planificados” principalmente en hoteles en los que las drogas se usan como herramienta de sumisión sexual, y la grabación de las orgías como un elemento de extorsión con el que asegurarse el silencio de los asistentes. La Fiscalía hizo también un llamamiento tras su detención a “todas las posibles víctimas”. Eso fue en septiembre. La respuesta ha llegado hace tan sólo unas horas.

“Nunca se debería haber permitido esto”

El abogado Tony Buzbee anunciaba ayer, en rueda de prensa desde Texas, una próxima demanda colectiva de más de 120 personas contra Combs, por abusos y agresiones sexuales. Su bufete, aliado con AVA Law Group (famosos en Estados Unidos por su implicación en macrocausas de abusos sexuales como la que llevó a la bancarrota a los Boy Scouts of America, tras un acuerdo de compensación a las víctimas de más de 2.200 millones de euros), pretende poner también bajo los focos a los “socios y cómplices” de Combs, “con la esperanza de abrir un diálogo nacional. Este tipo de agresiones, abusos y explotación sexuales nunca deberían suceder, ni en Estados Unidos ni en ninguna parte. Nunca se debería haber permitido que esto llegase tan lejos. Esta conducta ha creado una multitud de personas heridas, marcadas y asustadas”.

Buzbee desveló que entre los 120 demandantes (de las casi 3.300 personas que se han puesto en contacto con ambas firmas) hay hombres, mujeres y que 25 de sus representados eran menores cuando sucedieron los abusos, en algún caso incluso de tan sólo nueve años, captados por Combs cuando buscaban una carrera en el mundo de la música. El abogado señaló que en próximas fechas darán a conocer los nombres del resto de los demandados, “que os sorprenderán”. Recordando que la Fiscalía, en su acusación, hablaba de "entramado criminal", más allá del principal responsable, “que no hizo esto en solitario”.

De momento, sí es el único acausado. Puff Daddy, P. Diddy, Diddy, Love, Sean Combs, uno de los raperos más exitosos e influyentes de la industria, con más de 30 años de carrera, milmillonario, el hombre del que nadie se quería perder sus fiestas de cumpleaños, afronta ahora un camino judicial que puede acarrearle penas de entre 15 años a cadena perpetua.