Por qué cada vez más gente pone una hoja de laurel debajo de la almohada

Muchas veces ocurre que cuando un súperalimentos se pone de moda lo empezamos a ver en todos lados, desde en nuestros platos hasta en productos de cosmética. Pasó con la quinoa, el Kale, el aceite de coco o la espiritulina, por ejemplo. Pero no hace falta irse a alimentos exóticos para encontrar productos con grandes propiedades. 

Tenemos la suerte de que nuestra cultura y dieta mediterránea sea ricos en productos frescos, la gran mayoría de los cuales están repletos de vitaminas y proteínas. Pese a que cuando pensamos en esta dieta Mediterránea lo que se nos viene a la mente son alimentos como el aceite de oliva, decenas de verduras o el pescado azul, por ejemplo, también hay una gran riqueza culinaria fuera de ello.

El laurel es un ejemplo de ello. Habitante de nuestras cocinas desde hace miles de años, las hojas de laurel llevan acompañando nuestros platos típicos desde que tenemos uso de razón. 

Beneficios del laurel

Más allá de ese sabor agradable que le aporta a nuestras comidas, también puede ayudar a mejorar la digestión, evitar la hinchazón e incluso reducir la inflamación.

Además de estas propiedades digestivas, el laurel también es antioxidante. Rico en vitamina C y gracias a sus flavonoides, ácidos fenólicos y alcaloides, el laurel puede ayudar a prevenir el daño que causan los radicales libres. Responsables, entre otras cosas, del envejecimiento de la piel. 

Esto, sumado a ciertos ácidos grasos y vitaminas, hacen que el laurel también sea utilizado en cosmética para mejorar la piel y el cabello. Llegando a utilizarse tanto en champús como en lociones para mejorar la sequedad y el picor del cuero cabelludo.

Por último también tiene una acción antiinflamatoria gracias a un compuesto llamado eugenol, que puede ayudar a reducir el dolor muscular e incluso de la artritis.

Cómo usar el laurel

Desde hace un tiempo está poniéndose de moda el poner una hoja de laurel debajo de la almohada. Hay quienes duermen con ella y quienes simplemente la dejan durante el día y, a la hora de irse a dormir, la quitan.

Pese a que no hay un respaldo médico detrás de esta práctica, muchos afirman que les ayuda a conciliar el sueño y a relajarse, siendo beneficioso también a nivel muscular. E incluso ayudando con resfriados y constipados, especialmente cuando hay tos.

Cabe recalcar que, como en todo no hay remedios mágicos y por poner una hoja de laurel no van a solucionarse inmediatamente ningún problema, pero sí puede ayudar a ello. Esos sí, puede interferir con algunos medicamentos así que, especialmente si estás embarazada, es necesario que acudas a tu médico para prevenir posibles incompatibilidades.