Una casa inspirada en los años 60 que evoca unas vacaciones eternas
Esta casa, construida recientemente por una familia suiza enamorada de Saint-Tropez y de los años 60, gravita en torno a cinco espacios exteriores que permiten pasar de la piscina a la cocina sin quitarse el pareo.
El mar. Un propietario productor de música. Una gran piscina. Una fotografía de Brigitte Bardot... En esta casa de nueva construcción, encargada por una familia suiza, encontramos todos los clichés de un veraneo de sol y playa.
Belleza
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Patricia de la Torre
Eso sí, sin perder un ápice del bling-bling al más puro estilo Saint-Tropez. Esta construcción, diseñada por el arquitecto local Jean-Pierre Cesta, tiene espacios exteriores que se corresponden con las distintas fases del día.
Una piscina con su salón al aire libre, otro salón que prolonga el comedor. Un aprovechamiento máximo del exterior, que se proyecta hacia el interior y que permite disfrutar de las vacaciones en cualquier momento del día.
Para el espacio interior, el propietario, fan de los años 60, dio instrucciones muy claras a los arquitectos del Atelier Zürich: moderno, elegante y acogedor. Anna Bonnet imaginó el proyecto sin ni siquiera ir a ver la casa, puesto que todavía no habían empezado las obras.
"Pensamos en acabados de madera y piedra para crear un contraste con la blancura de esta construcción ultramoderna", dice. Además de la madera, presente tanto dentro como fuera de la casa, el estudio eligió colores veraniegos para crear un ambiente más acogedor, y mucho mobiliario del norte de África y de Oriente Medio. Todo aquí es sinónimo de vacaciones.
El comedor tiene cierto encanto discotequero. Lámparas Discoco, de Marset; mesa, de St-Paul Home; sillas modelo Wiener, de Very Wood; fotografía de la pared, de Slim Aarons; cortinas, de Osborne & Little.
El borde de la piscina parece sacado de una de aquellas fotografías en las que Slim Aarons retrataba a la aristocracia dorada y a los dioses de Hollywood de los años 60. Tumbonas acolchadas con estructura de madera, de Roda, y pequeño taburete blanco, de Gervasoni.
Maleta-bar Isidoro, de JeanMarie Massaud, para Poltrona Frau; foto de la pared, de Slim Aarons; canapé Soft Dream, de Antonio Citterio, para Flexform. Alfombras, de Atelier Zürich, para The Rug Company. Mesas Insula, de Erik Jorgensen. Pufs, de Missoni. Puerta corredera, de Atelier Zürich.
Tras la tapia de la doble altura del jardín, se encuentra un pequeño espacio de relax de sabor hippy. Conjunto de asientos con pequeño respaldo y mesa de jardín, modelo Dala, de Dedon; mesa baja de madera en bruto para el aperitivo, de Baxter.
La decoración apuesta por colores veraniegos para crear un ambiente acogedor y mucho mobiliario del norte de África y Oriente Medio.
Decoración
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Isabel Vaquero
Una mezcla de muebles de los años 50 y 60 ocupa la sala de estar, muy chic y acogedora, con una inmensa alfombra de pelo largo, su colección de cojines, arañas de cristal colgando de las vigas de madera y su colección de fotos dispuesta a lo largo de las ventanas.