Qué impacto puede tener el cambio horario de marzo en nuestra salud según los expertos

“A las dos serán las tres”. ¿Cuántas veces escuchamos esa frase los días previos a que se produzca el cambio al horario de verano? A pesar de las especulaciones, este 2024 no habrá modificaciones y, tal y como se publicó en el BOE, seguiremos la misma pauta que en años anteriores; los relojes de los españoles se adelantarán una hora durante la madrugada de este domingo 31 de marzo, es decir, al final de la Semana Santa.

Por lo general, todos parecemos estar conformes con el horario de verano; ya que significa que los días serán más largos y, por tanto aprovecharemos las horas de luz hasta bien entrada la tarde. Sin embargo, hay expertos que afirman que este cambio horario podría tener efectos secundarios en nuestra salud física y mental; y uno de los principales es la interrupción del ritmo circadiano, el ciclo natural de sueño-vigilia regulado por nuestro reloj biológico interno.

Según el Dr. Neil Stanley, experto en sueño y exdirector del sueño de la Universidad de Surrey, este cambio puede afectar significativamente nuestro cuerpo. Afirma que “el cambio horario de primavera puede causar trastornos del sueño, como insomnio y dificultad para conciliar el sueño”, debido a la desincronización entre nuestro ritmo biológico interno y el nuevo horario impuesto artificialmente.

Además, la falta de sueño y la interrupción del ciclo circadiano pueden provocar otros problemas de salud, como fatiga, irritabilidad o falta de concentración, según la Dra. Janet Kennedy, psicóloga clínica especializada en trastornos del sueño. Esto se debe a que nuestro cuerpo necesita tiempo para adaptarse al nuevo horario, lo que puede llevar varios días o incluso semanas.

Por otro lado, el cambio horario también puede afectar nuestro estado de ánimo y bienestar emocional. La reducción en la exposición a la luz natural durante la mañana puede influir en la producción de serotonina, el neurotransmisor responsable de regular el estado de ánimo. Según la Dra. Anna Wirz-Justice, profesora emérita de psiquiatría biológica en la Universidad de Basilea, Suiza, “la disminución en la exposición a la luz matutina puede contribuir a la aparición de síntomas depresivos en algunas personas, especialmente aquellas que son más sensibles a los cambios en la luz ambiental”.

Para mitigar estos efectos negativos, los expertos recomiendan ajustar gradualmente los horarios de sueño y vigilia en los días previos al cambio horario, mantener una rutina regular de sueño, exponerse a la luz natural durante el día y evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol, especialmente antes de acostarse.