Qué ver en Tiflis, la capital de Georgia que merece la pena visitar si pasas de las ciudades masificadas

No es solamente lo que podríamos llamar ‘el efecto Vetements’ (la marca de moda más puntera de la actualidad, cuyo diseñador, Demna Gvasalia, nació aquí) lo que ha hecho que el centro de atención gire hacia Tiflis. Una nueva generación de creativos, artistas y empresarios quieren colocar Georgia en un lugar privilegiado en el panorama mundial de la estética. 

La ciudad consiguió hace unos años el premio de la UNESCO, y fue nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Mejor dicho, los tres alfabetos que componen el idioma, con letras tan elegantes como sinuosas y absolutamente incomprensibles para los occidentales. El país, y en particular su capital, tiene la intención de recuperar el papel que tenía previo a la ocupación soviética (es independiente desde 1991): el de la Montecarlo del Este. 

Y lo está haciendo a través de los lubricantes sociales más seguros: su templado clima, dada su privilegiada posición de sándwich entre Armenia y Rusia; la proximidad de las montañas (como la zona de Kazbegi) y el mar, con localidades como Batumi, Kutaisi y Gori; el vino, la comida, la belleza natural y humana; la cultura y la arquitectura, que reúne en un feliz caos ruinas prerromanas y palacios Liberty, monumentales torres socialistas y estructuras futuristas. Y sobre todo, la moda. Con descubrimientos altamente 'instagrameables', Tiflis recibe turistas que adoran escribir los hashtags #foodporn, #nofilter o #tbilissimo: el último es una mezcla entre nombre de la ciudad y el italiano bellísimo (hermoso).

En la metamorfosis de Stalinland –sí, aquí nació el temible dictador–, "la California del Cáucaso", necesita el compromiso de todos los actores sociales, incluida la moda, a través de eventos como la Mercedes-Benz Fashion Week Tbilisi (MBFT). Desfiles, exposiciones y eventos dirigidos al desarrollo de los diseñadores locales, inusualmente numerosos para una nación del tamaño de Suiza.

En Tiflis hay una larga tradición de vínculos entre la vida diaria, el arte y la cultura. Al igual que en Italia, donde la moda y el estilo son parte del día a día". ¿Su eslogan para Tiflis? "Después de su visita, querrá volver pronto para tener un poco más". Secunda esto la diseñadora de moda e influencer Anouki Areshidze, nombre que comparte con su propia línea. "Tiflis siempre ha sido famosa por su singularidad, pero solo ahora, con la semana de la moda y todos los eventos sociales, la gente se empieza a dar cuenta". Da la impresión de que, detrás de este importante auge, está la mano de una mujer muy fuerte. "Aquí las mujeres son apasionadas. Siempre ha sido así. Después de todo, reinó Tamara de Georgia, que se hacía llamar ‘rey’ y no ‘reina’. "Con ella, nuestro país vivió su era dorada", dice con orgullo Sofia Tchkonia. ¿Su definición de Tiflis? "Una ciudad en la que se puede hacer de todo y no te dejará indiferente".

Anouki está tan convencida que incluso reconoce que "las mujeres son más visibles en el sector cultural que en las finanzas, pero somos el mejor medio para mostrar nuestra imagen positiva". Tan positiva como los muchos y sofisticados hoteles, boutique, concept stores y restaurantes fusión. ¿Cómo hacer para no perder la identidad, cuando es precisamente esa actitud georgiana tan mundana y cosmopolita la que ha hecho que este país sea tan fresco? "Desde la época de la Ruta de la Seda, Tiflis se ha acostumbrado a vivir con influencias de diferentes civilizaciones. Todo se basa en actualizar su ADN", asegura la viceministra Bochorishvili. 

"Es nuestra responsabilidad transmitir ciertos valores a los jóvenes. Hemos luchado tanto por ser como somos, que las redes sociales, la web o lo que venga no me asustan en absoluto. ¿Su descripción para una ciudad como Tiflis? "Ven y camina sobre el puente más hermoso entre Asia y Europa".